El PSOE de Castilla y León se encuentra en un momento de cambio y transformación cuando se acerca el ecuador de la legislatura del primer Gobierno entre PP y Vox en una comunidad española. La formación anunció el pasado fin de semana el impulso de una reestructuración del partido, que implicará cambios en el grupo parlamentario pero también en la Ejecutiva autonómica, que será renovada para "incorporar a nuevas voces". El partido quiere estar preparado ante un posible adelanto electoral, ya sea este año o el siguiente, en el que la repetición de Luis Tudanca como candidato no está en absoluto asegurada, menos aún tras los movimientos de los últimos meses.
El indudable desgaste del secretario general del PSCyL tras casi 10 años en el cargo, con dos elecciones autonómicas perdidas y una ganada en 2019, pero sin haber sido capaz de conformar Gobierno, genera inquietud en el seno de la formación, que no gobierna en Castilla y León desde la Presidencia del socialista Constantino Nalda, hace ya 36 años.
Detrás de los últimos movimientos en los puestos clave del Gobierno de Pedro Sánchez en su estructura en Castilla y León, como el reciente nombramiento del leonés Nicanor Sen como delegado del Gobierno y la práctica desaparición pública de Virginia Barcones, parece vislumbrarse la sombra del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero −que dirige de facto el PSOE de León y que en los últimos años ha recuperado el liderazgo perdido− así como del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, nuevo ariete del presidente.
El que fuera jefe del Ejecutivo entre 2004 y 2011 se anotó un tanto con la designación como nuevo delegado del Gobierno, el pasado mes de diciembre, de Nicanor Sen, exalcalde del municipio leonés de Cistierna y con el que tiene gran cercanía. Zapatero jugó un papel importante en la campaña de las pasadas elecciones municipales apoyando a Sen de cara a su reelección y el pasado 23 de mayo acudió en persona a Cistierna a acompañar en un acto al actual delegado, que por aquel entonces se jugaba la Alcaldía del municipio.
Nicanor Sen estaría jugando un papel fundamental en una renovación de la estructura socialista en la Comunidad que contribuiría a la erosión del liderazgo de Tudanca. Es especialmente simbólico el hecho de que su predecesora en el cargo fuese Virginia Barcones, vicesecretaria general del PSCyL y número dos del dirigente burgalés, que ha sido ahora 'relegada' a la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior, lejos de Castilla y León, con una retribución sensiblemente inferior y con menos visibilidad pública que la que tenía como delegada.
Mucho más traumática ha sido la reciente destitución de la subdelegada del Gobierno en Valladolid, Alicia Villar, de la plena confianza de Barcones, a la que Sen sustituyó de manera casi fulminante por el ingeniero informático Jacinto Canales, y que no ha sido recolocada en cargo alguno. Canales ha sido durante años funcionario en el Ayuntamiento de Valladolid y es muy afín al exalcalde y actual ministro Óscar Puente, la otra gran figura de la formación que está siendo protagonista de estos movimientos de cambio en el PSCyL.
Los posibles recambios de Tudanca
El que fuera alcalde de Valladolid entre 2015 y 2023 y actual ministro de Transportes y Movilidad Sostenible se ha convertido en una de las personas de Castilla y León más importantes en el PSOE. Cuenta con la máxima confianza de Pedro Sánchez, como se demostró en su dura intervención como portavoz en la investidura fallida de Feijóo y en el hecho de que participara en el equipo negociador de la investidura, y su afán por la confrontación con la oposición es muy valorado por el presidente del Gobierno, consciente de que se avecina una legislatura especialmente dura por la reacción frontal de la derecha ante sus acuerdos con los independentistas. Además, ya fue portavoz de la Ejecutiva federal del PSOE entre 2017 y 2021.
El refuerzo de su figura frente a la debilidad de Tudanca es evidente y Puente podría utilizar el ministerio como lanzadera de cara a una futura candidatura autonómica en los próximos comicios, previstos para principios de 2026 pero cuyo adelanto no está para nada descartado. Se trata de una fórmula, la de dar el salto de un departamento ministerial a una candidatura, que ha sido utilizada en varias ocasiones por los socialistas: Salvador Illa pasó de ser ministro de Sanidad a candidato en las elecciones catalanas de febrero de 2021 y ministras como Reyes Maroto o Carolina Darias dejaron sus carteras para concurrir a las elecciones municipales en Madrid y Las Palmas de Gran Canaria, con éxito en el segundo caso y no tanto en el primero.
Sin embargo, Tudanca ha mostrado su intención de repetir como candidato y de seguir al frente del PSOE de Castilla y León, por lo que podría generarse una dura pugna interna en el partido de cara a las siguientes elecciones autonómicas en el caso de que el dirigente burgalés decidiese presentar batalla ante un posible intento de apartarle. Además, aunque perdiese la pelea, el futuro del actual secretario general del PSCyL está garantizado, ante su cercanía a Pedro Sánchez, que le apoyó desde el primer momento, y que le garantizaría otro puesto después de pilotar una transición ordenada en el seno del partido.
Por otro lado, una hipotética candidatura autonómica del ministro de Óscar Puente, conocido por su oratoria contundente, su carisma y su hábil manejo de las redes sociales, aunque a veces le jueguen malas pasadas, podría revitalizar a un PSOE de Castilla y León que parece haberse quedado estancado asumiendo su destino de permanecer en la oposición desde hace más de tres décadas.
Con todo, una candidatura de Puente en la Comunidad podría contar con el hándicap de su pasado como regidor vallisoletano y sus habituales enfrentamientos con el alcalde de León, José Antonio Diez, que han seguido desde que está al frente del Ministerio. Es previsible que parte del PSOE de León pudiese no encontrarse cómodo con un candidato que ha sido acusado en varias ocasiones de "centralismo" y de priorizar a la capital vallisoletana en sus actuaciones.
Puente cuenta, además, con una doble influencia en el Gobierno de España. No solo ostenta una cartera de importante relevancia sino que ha alcanzado un poder al alcance de muy pocos dirigentes políticos al compartir el Consejo de Ministros con su antigua mano derecha en el Ayuntamiento de Valladolid en su etapa de regidor, Ana Redondo. La actual ministra de Igualdad es otro de los nombres que suena con fuerza como posible candidata en las futuras elecciones autonómicas y también podría utilizar su legado al frente del Ministerio para dar el salto a esa hipotética candidatura.
Se trata de una figura política muy valorada en el seno del PSOE de Castilla y León y también cuenta con una gran influencia en el partido a nivel nacional, al ser una persona de la máxima confianza de Óscar López, el jefe de Gabinete de Pedro Sánchez. Redondo parece estar calmando las aguas en el Ministerio de Igualdad, después de la turbulenta etapa de Irene Montero, y ese legado podría facilitarle ser candidata.
Además, sería la primera mujer en ser cabeza de lista de la formación en unos comicios autonómicos, un aspecto muy valorado en un partido que ha hecho del feminismo uno de sus principales caballos de batalla, y podría ser el momento perfecto para que los socialistas contaran con una candidata vallisoletana, ya que durante los últimos años todos sus cabezas de lista han procedido de otras provincias de la Comunidad: Óscar López por Segovia, Julio Villarrubia por Palencia y el actual líder, Luis Tudanca, por Burgos.
Tanto en el caso de Puente como en el de Redondo, las posibilidades de que su candidatura se termine materializando dependerán de su gestión y legado al frente de sus respectivas carteras ministeriales, ya que cualquier polémica sonada durante la legislatura podría lastrar sus posibilidades.
Se trata de un problema que no tendría la tercera posible candidata a suceder a Tudanca en una candidatura autonómica, la exsecretaria general del PSOE de Burgos, Esther Peña. Peña fue nombrada la pasada semana portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, es una figura en proyección en el partido y tiene el aval de su juventud, ya que cuenta con solo 43 años, aunque su perfil, hasta el momento, es desconocido fuera de tierras burgalesas. Su desempeño como portavoz podría incrementar o disminuir sus posibilidades de encabezar la lista socialista en Castilla y León.
Las dudas siguen abiertas y esa futura reestructuración del Grupo Socialista en las Cortes y de la Ejecutiva autonómica del partido, de la que Tudanca no ha querido dar más detalles, podría dejar caer algunas pistas más sobre el futuro tanto del líder burgalés −al que algunos sitúan en la candidatura del PSOE a las elecciones europeas de junio− como del partido de cara a las próximas elecciones autonómicas en la Comunidad.
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