Castilla y León cuenta con 2.248 municipios, y como es lógico, todos ellos tienen programada la Semana Santa en su calendario. Unos los viven con más pasión, otros con más alegría y otros con recogimiento. Sea como sea, en la Comunidad puede haber 2.248 Semanas Santa. Cuando se habla de tiempo de pasión a todos nos viene a la cabeza las procesiones de Valladolid o de Zamora. El famoso Genarín de León o la imaginería en Salamanca. Sin embargo, hay otras que no tienen la fama ni el presupuesto, pero que destacan por su originalidad.

Todas ellas tienen algo que les hace ser tan especial en un ámbito tan complicado como el de Castilla y León, que es una de las mejores autonomías de España en cuanto a calidad y cantidad de procesiones y tallas. A continuación vamos a realizar un recorrido por los pequeños pueblos de la Comunidad donde se puede vivir una Semana Santa tradicional, espectacular y con sabor rural. Y por supuesto, sin mencionar que vamos a comer de maravilla.

Bonilla de la Sierra (Ávila)

Un pueblo de 180 habitante que enamora con su tiempo de pasión. Cuando hace su aparición la “Procesión de los Negros”, en Bonilla de la Sierra, en Ávila,  es Semana Santa y es un momento para recordar. Vestidos de riguroso negro, de ahí el nombre recibido: “Procesión de los Negros”, únicamente tres personas hacen su aparición. Sin aglomeraciones. Sin multitudes. Ellos tres, acompañados por sus inseparables instrumentos que harán sonar durante el itinerario señalado. Pero no procesionarán al mismo tiempo. Marcando el paso, el primer “penitente” recorre los metros que le separan de la calle a paso lento.

Covarrubias (Burgos)

La procesión viviente, la más antigua de Castilla y León, cuenta con casi un centenar de actores repartidos por las diferentes estaciones de la Pasión de Cristo, pero no solo los actores son la parte importante de esta procesión, sino toda la gente de los más de 500 habitantes que colabora en el montaje y puesta a punto de escenarios, luces, señalización del recorrido, etc…

Los pasos permanecen montados hasta que la procesión entera ha pasado, de tal manera que a veces los actores han estado hasta una hora inmóviles en sus puestos. Cada cuadro o escena se sitúa en una calle, plaza o monumento emblemático de Covarrubias. Los escenarios permanecen ubicados en su lugar estratégico, y es la Procesión la que recorre un trayecto expresamente diseñado para poder contemplarlos todos.

Bercianos de Aliste (Zamora)

Esta Semana Santa, en un pueblo de 120 habitantes, es un ejemplo único de fervor religioso, tradición y unión entre sus cofrades. Los ritos de la Semana Santa en Bercianos se remontan a la Edad Media. La original forma con que este pueblo celebra la Semana Santa desde hace más de cinco siglos, ha trascendido más allá de la frontera comarcal y provincial, convirtiéndose en los últimos años en un importante foco de atracción turística, llegándose a postular para la misma su declaración de "interés turístico regional". ¿En qué consiste? Pues en una emotiva y solemne Procesión del Santo Entierro, que tiene lugar el Viernes Santo. El ceremonioso ritual comienza a primera hora de la tarde junto a la iglesia con El sermón del descendimiento, durante el que dos sacerdotes desenclavan al Cristo Crucificado articulado, que un Cofrade recoge y presenta a la Virgen Dolorosa antes de introducirlo en la Urna. La procesión —a ritmo de Miserere— y encabezada por el pendón de la Hermandad Penitencial y la Cruz, inicia el itinerario ascendente, un vía crucis señalizado de un kilómetro hasta el Calvario.

Maderuelo (Segovia)

En este pueblo segoviano de menos de 100 habitantes se vive con mucha pasión la Semana Santa y es seguida por vecinos y turistas. Son muchos los edificios religiosos que puedes ver en este pueblo. La iglesia de San Miguel, la Iglesia de Santa María del Castillo, que es el único templo segoviano con restos de estilo califal, o la ermita templaria de la Vera Cruz.

Calatañazor (Soria)

Calatañazor es un pequeño pueblo de Soria con solo 50 habitantes, pero que cuenta con una belleza que le hace único. Unas calles empinadas que sirven para ver las casas con entramados de madera, las calles empedradas y los soportales típicos de la Edad Media. Unas procesiones que merecen la pena. Es, sin duda, un viaje de fe.

Frías (Burgos)

Como suele pasar en muchos pueblos de Semana Santa de Castilla y León su población se multiplica entre gente que vuelve y turistas. Y de esto sabe mucho Frías en Burgos, en la Comarca de las Merindades, que es una villa medieval preciosa. Se pueden disfrutar de las procesiones que recorren sus estrechas calles, y de sus múltiples atractivos.