Irene Hompanera es la directora de Valorización y Transferencia de Cartif desde hace más de 11 años y ha desarrollado casi toda su trayectoria profesional en este centro tecnológico ubicado en Valladolid, que celebra este año su 30 aniversario y que se ha convertido en el segundo centro tecnológico de España. Después de desempeñar algunos trabajos previos en el sector financiero y de servicios, en mayo de 2008 se incorporó a la división de Innovación Empresarial de Fundación Cartif, participando en varios proyectos europeos del séptimo programa marco relacionados con transferencia de conocimiento entre regiones e impacto social. Durante ese periodo, participó, además, en varios proyectos nacionales sobre vigilancia y diagnósticos tecnológicos.
Su evolución en el centro siguió hacia dar asesoramiento sobre como apalancar y financiar los desarrollos de Cartif a nivel nacional y fue nombrada responsable de programas nacionales. Poco después, le "picó" la curiosidad acerca de la valorización de la tecnología y la transferencia y de como satisfacer las necesidades en el mercado. Esa inquietud le llevó a ser nombrada directora de la OTRI de Cartif, donde se ha ido desarrollando profesionalmente, un cargo que en enero de 2024 se rebautizó como el de directora de Valorización y Transferencia de Cartif que, a su juicio, expresa "mucho mejor" la labor que realiza en el día a día en el Centro.
Pregunta.- ¿Qué es la valorización y la transferencia de tecnología?
Respuesta.- El ejercicio de valorización y transferencia de tecnología tiene un objetivo muy importante que es el de generar innovación, que es la explotación con éxito de una idea. Generar innovación repercute directamente sobre el mercado y sobre el aumento de la productividad y la competitividad de las empresas.
"Generar innovación repercute directamente sobre el mercado"
Supone llevar a cabo diferentes tipos de ejercicios y actividades para que un resultado, que es técnicamente muy valioso, realmente repercuta económicamente en un determinado sector o empresa. Una repercusión económica que es medida en PIB o en creación de empleo. La valorización consiste en que ese resultado al final cambie un proceso o un producto de una empresa y que dé lugar a un resultado económico y no solo científico.
P.- ¿Por qué es tan importante para un centro tecnológico esta actividad?
R.- Los centros tecnológicos somos el agente intermediario entre la investigación no aplicada y la parte de mercados, y la valorización y la transferencia cobran una alta importancia al convertirse en la columna vertebral de lo que es un centro tecnológico porque si no se da realmente no estaríamos cumpliendo el rol para el cual nos han creado.
P.- ¿Cuáles son los principales ámbitos de transferencia de Cartif en la actualidad?
R.- Cartif es un centro tecnológico muy horizontal y surgió siendo experto en tecnologías habilitadoras como la robótica, la visión artificial, la IA o Big Data, y también en la parte más relacionada con tecnologías de los alimentos. El conocimiento experto de esas tecnologías nos permite ofrecer soluciones tecnológicas avanzadas y a cualquier tipo de sector.
Nuestro secreto es que podemos hacer pivotar a esas tecnologías para satisfacer necesidades a la parte de las empresas. La evolución de los mercados es lo que ha hecho que actualmente nuestros principales ámbitos de transferencia sean cuatro: el primero sería la bioeconomía, ya que Cartif está en una región en la que la industria agroalimentaria es muy potente y eso hace que nosotros trabajemos en la generación, por ejemplo, de productos alimentarios basados en proteínas vegetales o que desarrollemos nuevos productos con una calidad nutricional perfecta en cuanto a grasa o azúcares.
"La tendencia hacia el futuro, para ser un país mucho más competitivo, es el de controlar el dato y toda la cadena de valor"
También nos viene mucha demanda del mercado en lo relativo a la generación de biocombustibles verdes. En segundo lugar, estamos recibiendo muchísimas demandas por parte de la industria para su digitalización y para su automatización. Lo que estamos haciendo, y lo que nos diferencia de otros agentes, es la importancia que le estamos dando al dato. Cuando no existe el dato lo generamos, lo controlamos y lo tratamos porque el tratamiento de ese dato repercute directamente sobre los índices de productividad de una empresa y ese control del dato está estrechamente vinculado a la automatización de los procesos.
La tendencia hacia el futuro, para ser un país mucho más competitivo, es el de controlar el dato y toda la cadena de valor. Otro ámbito de transferencia es el de las energías renovables y la descarbonización en la industria y estamos trabajando en el ámbito de las smart cities, con el vehículo eléctrico y conectado o soluciones basadas en la naturaleza. También nos estamos encontrando en este ámbito mucha demanda en otro público objetivo que son los ayuntamientos.
Y el cuarto ámbito de actuación es la salud y el cuidado de las personas dependientes. Cartif está participando en el proceso de transformación de cuidados para la vida independiente de Castilla y León, es un proyecto a largo plazo que está liderando la Gerencia de Servicios Sociales y nosotros estamos ahí. Se trata de un ámbito de transferencias totalmente estratégico para Cartif y el siguiente escalón que queremos trabajar está relacionado con la salud en el ámbito rural. A través de la tecnología podemos cubrir ese espacio.
P.- ¿Qué hitos se han ido cumpliendo para que estos sean los principales ámbitos en el momento actual?
R.- Lo que se da en los cuatro ámbitos es que han confluido variables internas y externas de entorno. Para que se hayan convertido en los principales ámbitos de transferencia hemos tenido que jugar con nuestros inputs más valiosos que son los recursos humanos. El personal tecnólogo del centro es lo que nos da capacidad para generar esas soluciones tecnológicas que nos está demandando el mercado.
"El personal tecnólogo del centro es lo que nos da capacidad para generar esas soluciones tecnológicas que nos está demandando el mercado"
Por un lado, existe la necesidad y, por otro, hemos sido lo suficientemente flexibles para poder amoldar todo nuestro conocimiento a las necesidades que nos está demandando el mercado. Un segundo input muy importante son las infraestructuras, que son muy valiosas, pero siempre está detrás la parte de recursos humanos porque son los que generan ese conocimiento, desarrollan esa tecnología y lo ponen a disposición del mercado.
P.- ¿Cuáles son las principales dificultades que os habéis encontrado en el camino para la valorización y la transferencia de la tecnología?
R.- La I+D es una actividad que normalmente se asocia a riesgo y viene respaldada por subvenciones públicas, y una dificultad que nos hemos encontrado es la intermitencia de esos fondos. Eso es algo que ocurre más a nivel nacional y eso ralentiza el proceso de generación de nuevo conocimiento y tecnologías y ralentiza que podamos desarrollar tecnologías más a futuro.
Otro punto muy importante es la cultura innovadora, hay una baja cultura innovadora a nivel regional y nacional que afecta a la transferencia de la tecnología porque si las empresas, que son nuestro público objetivo, la industria y la sociedad en general no entiende que la innovación es algo vital para ellas eso perjudica a la transferencia. Desarrollamos tecnología a la que no conseguimos dar ese valor porque no se interpreta como tal ese valor.
"Una dificultad que nos hemos encontrado es la intermitencia de los fondos"
Son puntos que nos han generado dificultades pero se está viendo una tendencia hacia la mejora de la planificación de las convocatorias públicas, lo que nos va a permitir trabajar de forma mucho más estable en la generación de innovación. Y estamos viendo que está cambiando la cultura innovadora de las empresas, porque estamos viendo que si no desarrollamos nuestra tecnología vamos a ser dependientes, porque vienen pisando muy fuerte países asiáticos, y eso lo estamos viendo sobre todo en multinacionales afincadas en Castilla y León. Esto nos hace tener previsiones a futuro mucho más alentadoras que hasta ahora.
P.- ¿Cuáles van a ser los principales retos a los que se va a enfrentar Cartif en los próximos años en materia de transferencia?
R.- Para nosotros, al ser el recurso humano el más valioso que tiene el centro, es un reto muy importante el crear ese talento y retenerle. Esta necesidad y esta competencia tienen un lado positivo, porque dado que se está invirtiendo la pirámide poblacional y que cada vez va a haber menos población activa, eso va a repercutir en como las empresas aumentan su productividad, y va a ser a través de la tecnología y esto es una puerta para Cartif.
"Es un reto muy importante crear ese talento y retenerle"
Porque si queremos evitar esa dependencia externa sobre la tecnología deben ser las empresas nacionales las que creen su propia tecnología y de esa forma vamos a evitar también procesos inflacionarios. Son dos caras de la misma moneda, que es el talento, pero nos quedamos con la oportunidad que esto trae para desarrollar tecnologías válidas y ayudar así a la industria a mejorar su productividad y que tenga efectos positivos también sobre la sociedad.