En plena polémica por la acogida de menores inmigrantes en el seno del Gobierno de coalición entre PP y Vox en Castilla y León, el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, ha vuelto a echar leña al fuego en la tarde de este lunes. Pocas horas después de que el presidente del partido, Santiago Abascal, amenazase al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, con romper el Ejecutivo y salir del mismo si la Junta participa en el reparto de menores inmigrantes desde Canarias acordado con el Gobierno de Pedro Sánchez, Gallardo ha vuelto a mostrar su total rechazo a la acogida de menas y ha negado su condición de menores.
"No son menas. Son, en muchas ocasiones, adultos que han tirado el pasaporte al mar. Y deben ser repatriados", ha publicado en su cuenta personal de la red social X. Un nuevo episodio tras semanas de duras declaraciones por parte de Gallardo que han sido respondidas por la parte del PP del Gobierno autonómico, que las ha rechazado y se ha mostrado favorable a la acogida de migrantes, en la línea marcada por el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.
Una situación que ha llevado al Gobierno de coalición de Castilla y León a su momento de mayor tensión desde que se conformó, hace ya casi dos años y medio, y que ha dejado entrever de forma clara la posibilidad de una ruptura y una salida de los miembros de Vox del Ejecutivo: el vicepresidente, el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, el de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas y el de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja. Una realidad que obligaría a Mañueco a gobernar en solitario con pactos puntuales o a optar por llamar a los castellanos y leoneses a las urnas por segunda vez en menos de tres años.