El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, mantiene su intención de agotar la legislatura con un gobierno en solitario del Partido Popular, buscando "acuerdos puntuales" con otros grupos en las Cortes. Además, ha solicitado a la dirección nacional de Vox que "no se entrometa" en los pactos municipales que ambos partidos mantienen en ayuntamientos de toda España, ya que estos son "eficaces y funcionan" y, por tanto, considera que "deben continuar".

En una entrevista con el diario La Razón, Mañueco reiteró que el pacto de gobierno en Castilla y León "funcionaba y era eficaz" y atribuyó su ruptura a "una decisión unilateral, absolutamente injustificada e incomprensible" de Vox, motivada por "una estrategia de la dirección nacional" del partido liderado por Santiago Abascal, a quien acusó de poner "sus intereses electorales por delante de Castilla y León".

Mañueco señaló que "ni los votantes ni muchos de los dirigentes de Vox en Castilla y León han entendido esta decisión", basada en "la acogida de 21 niñas y niños en una comunidad con más de dos millones de habitantes".

A pesar de esto, evitó opinar sobre la vida interna de otros partidos políticos debido a la falta de información y la notable opacidad en su gestión. Sin embargo, pidió a Vox que "clarifique hacia dónde quiere caminar en el futuro" ya que, en su opinión, han "decepcionado a su militancia y a sus votantes".

El presidente de la Junta aseguró que "nadie quería romper el Gobierno de coalición" y que "la voluntad de todos los miembros de Vox en Castilla y León era colaborar con el ejecutivo autonómico".

Sin embargo, señaló que las instrucciones desde Madrid fueron distintas, lo que ha defraudado a los votantes de la formación de Abascal. Sobre la posibilidad de que varios dirigentes de Vox quieran unirse al Partido Popular, Mañueco consideró que "cada caso es singular y, de producirse, ha de analizarse individualmente".

Tras la ruptura con Vox, Mañueco descartó convocar elecciones anticipadas, afirmando que "el Gobierno de Castilla y León funciona" y reiteró su intención de "gobernar en solitario" buscando "acuerdos puntuales" con los distintos grupos políticos de las Cortes. Aseguró que "siempre me encontrarán en el diálogo y en el consenso".

Moción de censura

También consideró inviable una hipotética moción de censura, ya que "nadie entendería la unión de Vox y el PSOE para echar del gobierno al PP", y reafirmó su intención de "acabar la legislatura" con un "rumbo fijado" basado en los compromisos manifestados en el Debate de Investidura y en los debates del Estado de la Comunidad.

Respecto a sus compromisos, Mañueco destacó su "compromiso irrenunciable en la lucha contra la violencia machista", indicando que la Junta ha incrementado un 10% el presupuesto en esta área. Frente a la opinión de Vox, consideró que "el único camino posible es seguir avanzando, si cabe, aún con mayor fuerza" en la lucha contra esta lacra.

Sobre la ley de concordia, propuesta conjuntamente por PP y Vox, Mañueco recordó que la postura del Partido Popular es "la condena a la dictadura franquista, el respeto a las víctimas y la puesta en valor de la Transición para superar el pasado".

Acogida de migrantes

En relación con la crisis migratoria y la acogida de migrantes, que fue el motivo de la ruptura con Vox, Mañueco criticó la política migratoria de Pedro Sánchez, acusándolo de "improvisación e incompetencia".

Subrayó que España necesita una política migratoria eficaz que aborde la relación con terceros países, la cuestión de las mafias, la solidaridad entre comunidades y la humanidad hacia los migrantes, especialmente los menores no acompañados. 

Finalmente, afirmó que el Partido Popular puede ofrecer esta política, defendiendo las fronteras y trabajando con los países de origen para que sus ciudadanos puedan prosperar en su tierra.

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