Daniel Duque es un vallisoletano de 51 años. Él es el responsable de Accem en Castilla y León. Lleva un total de 21 años dentro de esta entidad y 14 coordinando todas estas acciones para facilitar la llegada de personas que llegan, en muchas ocasiones, huyendo de su país en busca de un futuro mejor, que es lo que todos buscamos.

EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con él después de la polémica suscitada la pasada semana con el reparto de menores inmigrantes entre las distintas comunidades que acabó con la rueda de prensa de Santiago Abascal anunciando la salida de los Gobiernos en coalición con el PP, incluido el de Castilla y León.

Él asegura que nuestra Comunidad es “tierra de acogida” y pone el ejemplo de la Selección española, como un grupo de personas que es un escaparate y un espejo de la “sociedad que tenemos”.

Lamine y Nico durante la Eurocopa Reuters

P.- ¿Qué labor hace Accem en Castilla y León? ¿En qué ámbitos se desarrolla su trabajo?

R.- Accem, históricamente, es una entidad que comenzó a trabajar con los españoles que emigraban a Suiza o Alemania en los años 50 del siglo pasado, allá por 1950. Les ayudábamos acompañándolos en esa migración. Después, todo cambió y España pasó de ser un país emisor de personas a uno receptor. Ahí empezamos a trabajar con migrantes, con inmigrantes y con refugiados. En Castilla y León llevamos trabajando desde 1992, desde que nos constituimos como una ONG, apartidista. Sin tener en cuenta quién necesita ayuda, sino ayudándole. Llevamos 32 años trabajando.

P.- Cuentan con centros para acoger a personas inmigrantes. ¿Con cuántos en toda la región en general y en Valladolid en particular?

R.- Tenemos plazas de acogida para diferentes perfiles. Para mayores, menores, personas sin hogar o mujeres. Tenemos 1.100 plazas de acogida en diferentes centros de la Comunidad. Unos más grandes, para emergencias y otros más pequeños. Principalmente tenemos pisos. Nuestra forma de trabajar es fomentando la autonomía y la normalización entre las personas que llegan.

P.- ¿Cómo trabajan en acoger a esas personas que llegan?

R.- En un primer momento tenemos que hacer un acompañamiento mayor. Eso implica que lleguen a un centro más grande para que aprendan determinadas dinámicas. Una vez que esto se completa, después normalizamos su situación para que pasen a vivir en diferentes vecindarios, y en distintas zonas para que se integren de forma normal.

P.- Dependerá de cada caso.

R.- Depende del perfil o del porqué de que vengan hasta nuestras tierras. Es verdad que hay gente que, como nosotros en los años 50 emigrábamos para mejorar nuestras condiciones de vida, hay alguno que llega para eso, pero otros porque los conflictos están, cada vez, más cerca de Europa y de España, como frontera del Sur de Europa. Hay mucha gente que viene huyendo de desgracias. De Venezuela, de Siria, Afganistán, la situación en Mali o Senegal o Ucrania, que la tenemos muy cerca. Dependiendo de todo esto, actuamos.

P.- Los refugiados son un caso especial.

R.- Una persona refugiada, que necesita refugio y protección internacional es una persona que tiene derecho reconocido internacionalmente. Como tal tenemos que cumplir con nuestra obligación como estado. Nosotros somos los que gestionamos ese proyecto desde hace 30 años de atender a los refugiados que llegan a España y Castilla y León derivadas de los diferentes ministerios.

P.- ¿Cuánto tiempo pasan aquí?

R.- Depende de los programas. Hablando de los refugiados, cuando solicitan asilo o refugio, tienen un permiso de residencia y, a los seis meses, de trabajo. Están totalmente protegidos. En lo que se estudia su caso y pasan diferentes entrevistas para justificar su asilo esa persona está protegida por el Gobierno. El año pasado se batió el récord de solicitudes de protección internacional con 163.220 solicitudes. Este año vamos por el camino de superarlo. A veces se tarda más de lo que se debería en resolver su situación, pero, normalmente, a los seis meses ya están trabajando.

P.- Estas personas, normalmente, no vienen aquí porque quieran…

R.- Se habla de efecto llamada y lo que hay es un efecto huida. La gente huye por muchas circunstancias. Por conflictos, porque están perseguidos, o por la situación en la que se encuentran determinados países.

P.- Se levantó, hace menos de un año, una polémica muy grande por la llegada, al Balneario de las Salinas de Medina del Campo, de un grupo de inmigrantes.

R.- Fue en octubre y cerramos el dispositivo el 15 de diciembre. Este es un ejemplo parecido al de León de hace unas semanas. Es un ejemplo de normalización ante una situación de emergencia. A la semana, los vecinos del municipio se dieron cuenta de que no pasaba nada. Como pasa con la acogida de los menores inmigrantes, hay una Comunidad como es Canarias que necesita de la solidaridad del resto, por su ubicación. Al final hay que hacer una acogida de emergencia, como dijimos en todo momento.

Virginia Barcones y Daniel Duque antes de la rueda de prensa tras la polémica en Medina del Campo ICAL / Rubén Cacho

P.- No duró ni dos meses su estancia en el lugar.

R.- En el plazo de dos meses, que es lo que duraba esta acogida, pasaron por allí 360 personas. No estuvieron todo el rato. En el Balneario de Las Salinas entraban unas 240 personas. Nunca estuvo lleno. Fue hasta que se desahogó un poco la situación en Canarias. Con estas personas, lo que hacíamos, era una atención básica y humanitaria por las condiciones en las que venían. Después, muchos de ellos solicitaron protección internacional entrando en ese programa.

P.- En Medina tienen un albergue.

R.- En Medina del Campo llevamos trabajando en el albergue, por cesión municipal, desde hace tiempo. La gente de Medina es acogedora. Desde la Guerra de Ucrania hemos estado dos años con la cesión del albergue y nunca ha pasado nada. La gente del pueblo es encantadora.

P.- Entonces, ¿de dónde viene la polémica?

R.- A veces, es un tema más de poner a determinados colectivos en el foco mediático y el miedo hace que tengamos determinados temores. Si esto va junto a informaciones que no son correctas, es letal. En nuestro caso, lejos de lo que en un primer momento parecía ser, se quedó todo en nada. Todo es más normal de lo que genera este asunto.

P.- ¿Cree que los políticos son los causantes de estos conflictos?

R.- Personalmente y como institución creemos en la política y en los políticos. Al final, es una herramienta que hace que nos podamos entender, llegando a acuerdos, para poder avanzar como sociedad. Últimamente, a nivel político, hay una polarización y una tensión muy grandes. Eso hace que determinados asuntos que deberíamos afrontar de manera estratégica y viendo situaciones que son muy poliédricas, con distintas soluciones, se compliquen. Encima, no ayuda el hecho de poner determinados perfiles en el foco. Nosotros estamos de acuerdo en el diálogo, en la búsqueda de soluciones, en los planteamientos de políticas migratorias a medio y largo plazo. No estamos de acuerdo en las fronteras abiertas, pero sí en establecer vías seguras porque, si no, solo se lucran las mafias. Esa es nuestra posición. El partido que esté con nuestra posición, bien. A los que no, nos encanta explicárselo porque creemos que es la solución. España ha sido un país migrante, emigrante y la mejor manera es organizar esto de la mejor forma para que no solo pongamos parches. Es un problema a nivel europeo.

P.- La semana pasada se desataba la polémica por ese reparto de menores inmigrantes. ¿Ve desmedida la acción de Vox de salirse de los gobiernos regionales, entre ellos de Castilla y León, por ese reparto?

R.- Eso lo tendrá que decir Vox. Lo que nosotros tenemos claro es que es un número muy asumible. De hecho, hay acuerdos anuales para la acogida de estos 21 menores, con cargo al 2023, por ejemplo. Nosotros tenemos centros en los que hay menores subsaharianos, que llegan y que tiene que ver con esos acuerdos entre comunidades autónomas para ser solidarios con Canarias o Ceuta y Melilla. Hay recursos suficientes y con organización solo supone ejercer un derecho reconocido internacionalmente.La protección al menor está por encima de todo.

Juan García-Gallardo el día de su despedida como vicepresidente ICAL / Rubén Cacho

P.- Hay una normativa

R.- El asunto está en que tenemos que cumplir una normativa europea. Hay niños y niñas que están sometidos a una ruta y un trayecto de adulto, que vienen con unas cargas impresionantes. Que huyen. Son niños que, a veces no pueden pedir asilo. Llegan como menores y lo obligatorio que podemos hacer y, lo más humano, es acogerlos como niños.

P.- Y comunidades muy tensionadas

R.- Hay comunidades autónomas que, por su situación geográfica, están sometidas a más presión. Estamos en un Estado formado por 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas. Tiene que existir la corresponsabilidad con esas comunidades autónomas. Que se haya generado esta polémica por acoger a 21 niños es ridículo. Si hay que asumir más, no hay problema para ello, de forma coordinada.Hay recursos o tiene que haberlos porque hay que proteger a los menores.  Castilla y León, durante muchos años, ha sido tierra de acogida.

P.- ¿Es peligroso el discurso de Vox? ¿Genera un odio que al final repercute negativamente en la sociedad?

R.- El discurso que va en la línea xenófoba, o utiliza a determinados colectivos o personas, para intereses políticos es muy peligroso. Castilla y León es tierra de acogida. Somos un ejemplo de sociedad acogedora. El desconocimiento hace que en ocasiones calen determinados discursos. Pero lejos de esto, la gente en Castilla y León es muy acogedora.

P.- ¿La solución cuál es?

R.- Seguir siendo tierra de acogida vengan de donde vengan las personas. No me centraría en ningún partido político. Todo discurso que sea extremista, que polarice y parte de conceptos que nos son ciertos, hay que excluirlos. Al final, no ayuda. Resta.

P.- Un buen ejemplo puede ser la Selección española

R.- Castilla y León se mantiene, a nivel demográfico, gracias a las personas que llegan que son inmigrantes. Tenemos una necesidad de personas. Hay muchos hombres y mujeres que llegan para trabajar en sectores en los que ninguno queremos.  Pero no solo por eso. Si pensamos en el futuro, debemos acoger. El ejemplo de la Selección española es maravilloso. Es el ejemplo de la sociedad que tenemos, con gente más mayor o más pequeña, de una comunidad o de otra, que se juntan con un objetivo común que al final se consigue. Tenemos una campaña en Accem que se llama "Referentes” con hijos de hombres y mujeres que han migrado como Yamal o Nico que ahora son médicos, periodistas, etc. Me ha encantado que el fútbol demuestre cómo es la sociedad y que nuestra campaña refleja eso. Eso es muy necesario de visibilizar.

P.- ¿Cómo ve el futuro?

R.- No hay futuro si no hay personas que lleguen. Lógicamente, tiene que estar organizado, coordinado a medio y largo plazo y debe haber una sensibilización. Hay que invertir recursos en que esta gente se sienta de aquí, porque viene a ser de aquí. Los hijos de esta gente ya no son de allí, pero si no se sienten de aquí, tenemos un problema. Sin esta llegada no hay futuro.

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