La semana política en Castilla y León ha estado marcada por la expulsión del procurador del PSOE, Juan Luis Cepa, de la formación y su dimisión por un supuesto caso de agresión sexual a un menor. Las explicaciones ofrecidas por la secretaria de organización, Ana Sánchez, han dejado muchas dudas sobre el conocimiento de los hechos. Ante lo sucedido, la Junta de Castilla y León ha mostrado su rechazo ante lo sucedido y ha cargado contra la gestión que está realizando la oposición en Castilla y León.

“Es una evidencia que el principal partido de la oposición no está a la altura de las circunstancias de lo que los ciudadanos demandan”, ha afirmado el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno celebrado hoy, y que ha servido para regresar de vacaciones tras dos semanas de parón.

Carriedo ha recordado que se trata del segundo caso en poco tiempo, ya que hace seis meses también hubo otra dimisión de un procurador, Ángel Hernández, por un caso de violencia machista, otro caso donde “el grupo parlamentario ve comprometidos sus principios éticos”. Ante esto, el portavoz cree que “vemos un PSOE y un grupo parlamentario en las Cortes que no está siendo del nivel de utilidad que los ciudadanos de la Comunidad merecerían”. Por eso, cree que “sería bueno que en Castilla y León hubiera una oposición con la que dialogar y llegar a acuerdos con la mano tendida”. Carriedo ha lamentado que la formación liderada por Luis Tudanca “no sea un grupo cohesionado, centrado en el día a día y que no tenga que estar dando todos los días por el comportamiento ético de sus miembros de los grupos parlamentario”.

Así ha rematado su intervención con un rotundo: “No está tampoco a la altura de lo que merecen los votantes del PSOE de Castilla y León”