Dos años de cárcel y una indemnización de 5.000 euros por abuso sobre una menor hija de un primo
La Audiencia Provincial suspende la entrada en la cárcel en tres años condicionada a que no delinca durante ese tiempo y pague
13 diciembre, 2021 14:00Noticias relacionadas
La Audiencia Provincial de Ávila ha condenado a dos años de prisión a un hombre por abusar sexualmente de una menor, a la que realizó tocamientos de forma continuada aprovechando su relación de parentesco con su padre, del que era primo. El condenado deberá indemnizar a la víctima con 5.000 euros y abonar una multa de 1.440 euros, así como las costas del juicio.
Asimismo, no podrá acercarse a la víctima a menos de 500 metros ni comunicarse con ella durante siete años, y se le impone la pena de inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad, por un plazo de tiempo superior en cinco años a la pena de prisión impuesta. Se le impone además la medida de libertad vigilada por el plazo de siete años, a concretar y ejecutar con posterioridad a las penas privativas de libertad.
No obstante, se acuerda la suspensión de la pena de prisión impuesta al condenado por un período de tres años condicionada a que no delinca durante ese tiempo, pague la responsabilidad civil a la víctima en 25 meses y no incumpla las penas accesorias.
La sentencia, recogida por Ical, considera probado que el condenado, sin antecedentes, y la familia de su primo, vivían en Ávila, y en 2010, cuando la niña contaba con 9 0 10 años, acudía a la casa del procesado, y cuando estaban a solas aprovechaba para tocar las piernas y el pecho a la niña. En una de estas ocasiones, hallándose la menor tumbada, el procesado procedió a subirse encima de ella, besándola en el cuello y tocándola en las zonas íntimas.
Entre 10 y 12 años
Posteriormente, cuando la niña contaba entre 10 y 12 años de edad, comenzó a acudir al domicilio del procesado a fin de que la ayudase con los deberes escolares, y continuó con los tocamientos sobre el pecho, piernas y zonas genitales de la menor, tanto por encima como por debajo de la ropa.
En una de las ocasiones, la menor trató de marcharse cuando comenzaron los tocamientos, y el procesado trató en tumbarse encima, aunque logró zafarse pero se golpeó una rodilla y se produjo una lesión, según reza la sentencia.
Posteriormente, en el mes de septiembre del año 2015, la menor de edad y su familia viajaron a Almería, donde se había mudado en procesado, para pasar unas vacaciones. Una noche el procesado aprovechó parameterse en la cama donde dormía la menor, manoseándola por todo el cuerpo, tanto en la zona genital como en el pecho.
La sentencia resume que “todos los tocamientos y hechos perpetrados por el procesado sobre el cuerpo de la menor, lo fueron con el evidente propósito de satisfacer sus deseos libidinosos”.