El fuego avanza a una velocidad de crucero en Castilla y León. Una de las numerosas localidades afectadas es El Hoyo de Pinares, situada a algo más de seis kilómetros de Cebreros, lugar donde se originó el pasado sábado el incendio debido a una colilla mal apagada.
El Hoyo de Pinares, pueblo que cuenta con algo más de 2.000 habitantes, ha tenido que ser desalojado el pasado lunes a partir de las 20:45 horas debido a las llamas. David Beltrán, alcalde, respira ante el primer contratiempo. “El pueblo se salvó anoche, es lo realmente importante y se desalojó con orden a la población”. Un problema que se está extendiendo a buena parte de Castilla y León y que está provocando la pérdida de la flora en la Comunidad Autónoma.
“Salvando el riesgo, se perimetró ayer el incendio y el riesgo lo tenemos en la parte costera hacia arriba. Si el viento es fuerte y las temperaturas suben puede suponer un grave problema”, afirma el regidor. Y es que, por su seguridad, los hoyancos han tenido que acudir a la localidad abulense de Las Navas del Marqués y a las madrileñas Robledo de Chavela y Valdemaqueda para salvaguardar su integridad física: “Por precaución, los vecinos se mantendrán desalojados una noche más mínimo”.
Con respecto a estos días, para David Beltrán están siendo especialmente duros. “Estás con mucha adrenalina en el cuerpo y todavía no lo valoras. Cuando lo ves venir se te cae el alma, se nos va una parte nuestra, pero luego cuando ves que se están salvando las casas y la gente está a salvo, te da fuerza”. Si algo hay característico en esta localidad es el pino piñonero, que representa a la perfección a los hoyancos: “Es un árbol fuerte, duradero y que también aguanta el calor. Así tenemos que ser los hoyancos, no nos queda otra. Tengo que dar ejemplo como alcalde y hay que ser fuerte animando a la gente”, sentencia emocionado.
El desalojo, paulatino, ha sido rápido y ha contado con la ayuda de varios vecinos que se han trasladado en vehículos particulares y autobuses facilitados por la Junta de Castilla y León. El destino que más hoyancos ha recogido ha sido Las Navas del Marqués, pueblo que se encuentra a escasos 20 kilómetros de distancia. “Los vecinos al ir a Navas se despistan psicológicamente con respecto a lo que luego van a ver cuando vuelvan. Nos han tratado muy bien y se han volcado con nosotros, todo ello hace que estemos muy agradecidos al pueblo y yo como alcalde no puedo ser menos. Psicológicamente ayuda”.
Con todo, no ha habido que lamentar por el momento ninguna pérdida patrimonial. No obstante, el futuro es incierto para un pueblo que ha sufrido en exceso estos últimos días. “Creo que se va a declarar zona catastrófica Hoyo de Pinares y Cebreros, sin duda. Pienso que vamos a recibir ayudas de la administración y con respecto al futuro hay que levantarse. Mi pueblo va a hacer 750 años el próximo 2023. Nada puede derribarnos, se puede reforestar, se puede replantar y hay que tener paciencia y comprensión”,