El verraco más grande de Europa se esconde en un pueblo de Castilla y León
- Está datado entre los siglos IV al I a. C.
- Más información: Esta es la iglesia más antigua de Ávila: construida hace casi 1.000 años en honor a tres hermanos martirizados
Para poder observar al verraco más grande de Europa encontrado hasta la fecha hay que trasladarse hasta Villanueva del Campillo, en Ávila.
Allí se encuentra la escultura zoomorfa más grande de toda la Península. Se trata de un toro original, de origen vetón, que solo contaba con la parte delantera y la base cuando fue hallado. El resto se ha ido reconstruyendo con roca de diferente tonalidad.
El verraco, situado en la plaza del Ayuntamiento de la localidad, está acompañado de un pequeño cerdo. Aunque a esta más pequeña le faltan los dos tercios posteriores, sí cuenta con una peana completa.
Historia de las esculturas
Según recoge la Guía de Yacimientos Arqueológicos de la Junta de Castilla y León, la cronología de estas esculturas sería pareja a la de la historia de los vettones, datada entre los siglos IV al I a. C.
La funcionalidad de las esculturas podría estar relacionada con la protección de ganados y pastos. Dada su envergadura, serían reconocibles en el paisaje, constituyendo un símbolo de identificación del grupo y del poder del mismo.
Aunque no cuentan con rasgos anatómicos que permitan identificar con claridad la especie a la que corresponde, por su semejanza podría ser representaciones de toros.
Ubicación de los verracos
Las esculturas prerromanas conocidas como “verracos” han sido halladas en el centro de la Península Ibérica.
Con más de 400 distribuidas sobre todo en zonas de Extremadura, centro de Portugal y Castilla y León, la mayoría corresponden a las provincias de Zamora, Salamanca y particularmente son muy abundantes en la provincia de Ávila.