Aranda de Duero ha vivido este sábado su mejor día de Reyes sin importar el resultado. Los burgaleses han caído 1-3 frente al Real Madrid en la Copa del Rey. Pero la ilusión, ganas y esfuerzo no han faltado en una noche mágica donde el mejor premio ha sido poder disfrutar en sus instalaciones de un partido único.

Las localidades se vendían en apenas días y es que nadie se quería perder este encuentro, independientemente de no ser muy amantes del fútbol. De hecho, para amenizar la llegada del club blanco, hacían roscones sorpresa con entradas para este choque.

Los de Aranda de Duero saltaban al verde con motivación y soñando en grande con poder vencer a los de Ancelotti, pero no ha sido posible, esta vez no. Y es que los blanquiazules ya dieron la sorpresa cuando consiguieron vencer al Cádiz CF, de Primera División, en la ronda anterior. Esta vez, lo tenían un poco más complicado y se han quedado a las puertas de un sueño que les ha llenado de magia durante las últimas semanas, y no precisamente por estar en Navidad.

El primer gol se ha hecho de rogar y llegaba en la segunda parte, en el minuto 51, con un penalti de Zazu a Brahim. Era Joselu el encargado de transformarlo en un tanto y poner por delante a los madridistas. Unos minutos de bajón que la Arandina ha pagado muy caros.

Solo dos minutos después, el Real Madrid marcaba el segundo y, esta vez, era Brahim el encargado de dar ventaja a su equipo. El equipo ribeño casi no había tenido tiempo de digerir el tanto inicial y ya se encontraba con dos en contra.

Los 10.000 aficionados se dejaban el alma en el Estadio Municipal El Montecillo del Complejo Deportivo Juan Carlos Higuero para que el equipo de sus amores pudiera marcar un gol y remontar la situación, sin importar el frío que allí hacía. Y es que el termómetro marcaba -1 grados cuando el balón comenzaba a rodar a las 21:30 horas. Cierto es que los burgaleses ya están acostumbrados, pero los de Ancelotti lo han pasado un poco peor.

Los minutos pasaban y los merengues anotaban el tercero. Esta vez era Rodrygo quien se encargaba de sentenciar el partido en el minuto 90. Y, cuando parecía que ya se había vivido todo, en el descuento llego Kevin Manzano para que el equipo ribeño pudiera celebrar un gol en su casa, con su gente y cerrar con un toque más dulce el encuentro.

Un encuentro que terminaba con un 1-3 en el marcador pero los de Aranda de Duero se llevan el recuerdo de una noche histórica. "Nos llevamos el honor de haber visto debutar a Güller y haber sido el primer club en marcar en Copa del Rey al Real Madrid", expresaban mediante redes sociales.

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