La Guardia Civil, en el marco de la Operación 'Alfardilla', ha detenido a VAAR, de 32 años, e investigado a MEAZ, de 48, como presuntos autores, en distinto grado de participación, de un intento de robo con fuerza en el interior de una vivienda de la provincia de Burgos. 

Los hechos se remontan a septiembre de 2023, cuando la Guardia Civil recibió la llamada de un particular alertando de la presencia sospechosa de un vehículo ajeno a su urbanización que, además, se encontraba merodeando por el complejo, ubicado en el Alfoz próximo a la capital. 

Al mismo tiempo, varios vecinos mostraron su preocupación, al observar a una persona, sin aparente relación con los domicilios, asomándose reiteradamente a las parcelas por encima de las vallas y llamando a los timbres, al parecer, para comprobar si había o no gente en su interior. 

Fue entonces cuando una patrulla fue comisionada al lugar, siendo a su llegada cuando lograron sorprender a un hombre tratando de saltar un muro desde el interior de una de las casas hacia la vía pública. 

Este, al percatarse de la presencia de los agentes, decidió darse a la fuga, aunque sin éxito, ya que fue interceptado a los pocos metros. 

Por su parte, los guardias civiles percibieron que el hombre en cuestión portaba un auricular en la oreja, lo que les hizo sospechar de la posible presencia de un cómplice en las inmediaciones. Por este motivo, se dirigieron hacia el vehículo sospechoso del que informaron los vecinos, que en aquel momento se encontraba estacionado en la misma calle, y, al aproximarse, de repente una mujer salió del interior, consiguiendo escapar del lugar. 

Esta ha logrado ser identificada y localizada en Madrid, tras una complicada investigación en la que ha sido determinante el estudio de determinadas pruebas bajo autorización judicial, con el empleo de métodos informáticos forenses, para descubrir su identidad. Además, ha sido investigada en calidad de cooperadora necesaria en un delito de robo con fuerza en las cosas.

Y es que, según informa la Guardia Civil, la inspección técnico ocular del lugar demostró que la vivienda pretendía ser asaltada, al encontrarse indicios relevantes como, por ejemplo, la fractura del cristal de una ventana y la persiana. Si bien, no llegaron acceder al interior de la morada, probablemente, porque fueron alertados de la presencia de la Guardia Civil.