La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, durante el pleno del Ayuntamiento de este viernes

La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, durante el pleno del Ayuntamiento de este viernes Ricardo Ordóñez ICAL

Burgos

PP y Vox rompen por primera vez en un ayuntamiento: la alcaldesa de Burgos expulsa a los concejales de Abascal

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La pugna por la inmigración ha propiciado este viernes la ruptura del pacto de Gobierno entre PP y Vox en el Ayuntamiento de Burgos, la segunda ciudad con mayor población que ambas formaciones gobiernan en coalición en Castilla y León desde las elecciones municipales de mayo de 2023.

La formación dirigida Fernando Martínez-Acitores en la ciudad ha votado en contra de los presupuestos municipales de 2025 en un tenso pleno este viernes tras la retirada de la eliminación de las ayudas a las ONG que atienden a inmigrantes en la ciudad, que en un principio aceptaron los populares pero que, finalmente, rectificaron.

La no inclusión de esta iniciativa, exigida por Vox y que recortaba 190.000 euros de subvenciones a Accem, Burgos Acoge y Atalaya Intercultural, ha provocado que las cuentas municipales no hayan salido adelante y la alcaldesa, Cristina Ayala, ha expulsado a los concejales de la formación de Abascal de su equipo de Gobierno.

La sesión de este viernes ha sido especialmente tensa y los rostros serios han sido la tónica dominante, en un debate en el que han predominado los reproches entre las dos formaciones que han compartido el Ejecutivo del Consistorio burgalés durante un año y medio.

"¿Por qué nos quiere echar?", ha preguntado Martínez-Acitores a Ayala, recordando que la adenda que tratan de incluir "habla de legalidad". "Es un gesto político, no tendría que haber ningún problema", ha afirmado, asegurando que el Grupo Vox ha recibido "golpes muy duros" durante los últimos días.

Y ha acusado a Ayala de haberles dejado "a los pies de los caballos" al afirmar que el recorte a las ONG eran "una imposición de Vox". "Nos han echado, nos han expulsado", ha insistido el portavoz de Vox. Por su parte, los populares han recriminado a Vox que el golpe duro se lo han dado "ellos a la sociedad burgalesa".

La cesión del PP

La polémica a cuenta de esta iniciativa se inició el pasado 7 de noviembre, cuando los populares aceptaron la imposición de Vox de eliminar las ayudas a las ONG que trabajan con inmigrantes en la ciudad, Accem, Burgos Acoge y Atalaya Intercultural, con la excepción de Cáritas, que rechazó su subvención si no la recibían las otras tres.

La portavoz del equipo de Gobierno, Andrea Ballesteros, reconocía que la supresión de estos tres convenios de colaboración respondían a una "petición" de Vox al PP para dar su apoyo a los presupuestos municipales para 2025 y aseguraba que, de haber gobernado en solitario, los populares no hubieran impulsado la medida.

"No estamos de acuerdo ya que estas tres entidades de migración hacen una muy buena labor en la ciudad de Burgos", dijo, y agregó que "el borrador de presupuestos no es el ideal pero es una negociación entre ambos partidos y por nuestra parte lo aceptamos para que el presupuesto salga adelante".

Movilización y rectificación

La iniciativa desató una oleada de indignación en parte de la sociedad burgalesa, demostrada en la convocatoria de cientos de personas en la Plaza Mayor de Burgos el pasado 14 de noviembre exigiendo al equipo de Gobierno que rectificara esa decisión y mostrando su apoyo a las ONG que trabajan con inmigrantes en la ciudad.

Durante la concentración, los asistentes enarbolaron pancartas con lemas como 'Todos somos inmigrantes', 'Ningún ser humano es ilegal', 'Burgos es multicultural', 'No a los recortes, si a la convivencia' o 'Equipo de Gobierno, aún estás a tiempo', rechazando la decisión de recortar las ayudas a esas organizaciones.

Horas después de la manifestación, el PP anunció que rectificaba la medida y la alcaldesa, Cristina Ayala, anunciaba que no haría caso a la presión de Vox e incluiría en los presupuestos de 2025 partidas para Accem, Atalaya Intercultural y Burgos Acoge.

"Vamos a volver atrás esa decisión. Hemos entendido que es necesario volver atrás esa decisión y que los convenios con las tres ONG sigan en la misma condición que estuvieron en el 2024", afirmó Ayala, después de que la Junta también se pronunciase mostrando todo su apoyo a las organizaciones que atienden a inmigrantes.

"He visto que era necesario rectificar esta decisión, porque estoy convencida de la tarea que realizan esas asociaciones para que Burgos sea más tolerante, diverso y que haya una mejor convivencia", añadió, asegurando que el PP había venido para "hacer un Burgos mejor, nunca para enfrentar".

La respuesta de Vox

Al día siguiente, el líder de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, acusaba al PP de ser "un partido progre" y "no ser de fiar" por la rectificación del recorte a las ONG. 

"El PP no es de fiar, no tiene palabra, no representa a sus votantes, es un partido progre más que es partícipe de la agenda woke, está a favor de una política de fronteras abiertas y estamos en desacuerdo, afirmó.

El portavoz de Vox denunció que la "inmigración descontrolada" es "uno de los mayores retos que afronta la sociedad española en el presente y en los próximos años". "Consideramos que hay que anticiparse a que este problema no tenga solución", aseguró.

Además, resaltaba que el patrimonio principal de Vox es "la coherencia y la valentía". "En las Cortes actuamos guiados por esos principios y esperamos que el resto de cargos hagan lo mismo", zanjaba.

Solo cuatro días después de estas declaraciones de Gallardo, Vox votaba en contra de la enmienda del PP a los presupuestos en la Comisión de Hacienda del Ayuntamiento de Burgos, dejando entrever su votación final en el pleno de este viernes, y el Gobierno de coalición quedaba aún más en el aire.

El portavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León, a través de su cuenta de X y en la tarde del viernes, ha asegurado que "el pacto se ha roto" por "vuestros incumplimientos reiterados, traición al último pacto de presupuestos" e "incapacidad para afrontar con responsabilidad el reto de la inmigración masiva".

"En Vox no escogemos el camino fácil de los complejines peperos", ha finalizado Gallardo.

Pintadas y ruptura

La situación se calentó aún más con las pintadas que aparecieron en las sedes de Accem, Cáritas, Burgos Acoge y Atalaya Intercultural este martes, con lemas como 'Más Valencia y menos Nigeria' o 'Españoles primero', y en las que además se pintaron esvásticas.

Las mismas fueron rechazadas por unanimidad por todos los grupos y Vox Burgos aseguró que la violencia y el vandalismo "no son la solución a los problemas que enfrentamos como sociedad".

El mismo martes, el presidente provincial del PP de Burgos, Borja Suárez, lanzó un órdago a su socio de gobierno en la capital burgalesa, Vox, y le dijo que "si quiere romper, que rompa", después de su voto en contra de la enmienda de los populares en la Comisión de Hacienda del Consistorio.

Con todo, la alcaldesa no perdió la esperanza de poder mantener el pacto y este mismo miércoles aseguraba que trabajaba para mantener el acuerdo de Gobierno con Vox en la ciudad asegurando que "da estabilidad", anunciando, además, que se encontraba en conversaciones con su socio para negociar su apoyo a las cuentas.

El portavoz de Vox y vicealcalde de Burgos, Fernando Martínez-Acitores, aseguró que su formación había retomado las negociaciones con el PP de cara al debate y votación de los presupuestos autonómicos de este viernes aunque aseguró que "si no cambian las cosas" su sentido de voto contrario a las cuentas estaba "decidido".

Además, aseguró que "el sentido común" dictaba que si no había acuerdo para aprobar los presupuestos, el pacto de Gobierno se rompería.

Un vaticinio del portavoz de Vox en el Ayuntamiento que, finalmente, se ha cumplido ya que el voto contrario a los presupuestos ha conducido a la inevitable ruptura del pacto entre PP y Vox en Burgos después de año y medio de Ejecutivo de coalición.

Los concejales de Vox se mantendrán en la oposición

Los cuatro concejales de Vox en el Ayuntamiento de Burgos, Fernando Martínez-Acitores, Ignacio Peña, Raúl Martínez y Marta Alegría, confirmaron hoy que continuarán en el Consistorio burgalés, esta vez en la oposición, tras romperse el pacto de gobierno que mantenían hasta hoy con el PP.

Una decisión que toman “por responsabilidad”, con la ciudadanía, tal y como aseguró el hasta ahora concejal de Comercio, Raúl Martínez.

“Entendemos que al final nosotros no nos debemos a estar en el Gobierno, sino que hay una serie de ciudadanos que han apostado por nosotros para defender su ideología, y tenemos que seguir defendiendo esos intereses de esos ciudadanos”, indicó el edil.

Respondió así a las preguntas de los medios, tras el Pleno municipal que se celebró hoy en la capital burgalesa, y donde finalmente no se aprobó el proyecto de presupuestos para 2025.

La alcaldesa de Burgos anunció, pocos minutos después de finalizar la reunión plenaria, que había firmado el decreto de cese de los cuatro concejales de Vox, y que el jueves se someterá a una cuestión de confianza en el Pleno.

El PSOE lo celebra

El portavoz del Grupo Municipal Socialista, Daniel de la Rosa, aseguró que en el día de hoy, Burgos puede “celebrar” que tras año y medio de mandato, “la extrema derecha va a salir del Gobierno”. Hizo referencia así a la ruptura del pacto de Gobierno de PP y Vox en el Consistorio burgalés, después del rechazo del Pleno a las cuentas municipales para el próximo 2025.

“La verdadera voluntad del Partido Popular es seguir pactando con la extrema derecha”, dijo De la Rosa, que volvió a acusar a la alcaldesa de haber provocado el “mayor conflicto” y la “mayor crisis de gobierno que se recuerda en esta ciudad en más de veinte años”.

“Ha fracasado el proyecto de presupuestos por primera vez en este ayuntamiento en todo este tiempo. Y va a tener que someterse, si quiere tirar para adelante con su presupuesto, a una cuestión de confianza que puede que pierda”, añadió.

Recordó así que desde el PSOE le han “tendido la mano” una vez más para intentar sacar adelante un acuerdo y que se aprobase el presupuesto, “poniéndoselo muy, muy fácil”, añadió el portavoz socialista, que lamentó que se haya “rechazado con el mismo desprecio de siempre” este ofrecimiento.

“La señora Ayala no merece estar en el sillón de la alcaldía. No tiene altura política para ser alcaldesa de Burgos y nos ponen muy difícil el tener la posibilidad o la capacidad de poder sentarnos, si quiera, para plantear cualquier tipo de acuerdo de aquí al final del mandato”. Trasladó así que desde hoy trabajarán “sin descanso” para lograr en 2027 “volver a derrotar al PP en las urnas y sacarles del gobierno municipal”.