Foto 1. Pleno junio 2017

Foto 1. Pleno junio 2017

León

Crónica del Pleno: Silencio de trámite de PP y Ciudadanos

30 junio, 2017 14:01

El alcalde, Antonio Silván, ni se despeinó en el Pleno ordinario de esta mañana en el Ayuntamiento de León. Una faena de aliño en 50 minutos y a otra cosa. Ni siquiera se dio por aludido cuando desde la bancada de la izquierda, León en Común y León Despierta, se le exigió que cumpliera la Ley de Memoria Histórica y se cambiase ya, de una vez por todas, los nombres de las calles que aún continúan con nombres relacionados con el franquismo.

Sólo abrió un poco los ojos en señal de asombro y sonrió con sorna cuando desde la misma bancada se les acusó de machistas en el debate de la moción, aprobada por unanimidad, para impulsar una campaña contra agresiones sexistas durante las fiestas patronales y fechas señalas.

Con el mismo silencio, un tanto displicente, respondió al duro ataque, ya en Ruegos y Preguntas, del portavoz del PSOE, José Antonio Díez, cuando preguntó a Silván qué iba a hacer ante la rotunda decisión del Gobierno central de que León no será la sede del control del AVE para el noroeste peninsular, después de haber construido un edificio con una inversión de 12,7 millones de euros y la promesa incumplida de crear cien empleos de alta cualificación profesional. Silván tomó nota mental y terminada la intervención socialista mandó pasar a otro punto. Sin inmutarse.

ACUERDOS

Los acuerdos, pues, fueron los previstos. El primero fue retirar la medalla de oro de la ciudad al dictador general Franco. Por unanimidad. A los ruegos de la izquierda de que se cumpliese la Ley de Memoria Histórica y se cambiasen los nombres de personalidades del franquismo no hubo respuesta. Ni siquiera, cuando uno de los fieles aliados del PP, el portavoz de la UPL, Eduardo López Sendino, rogó que se cambiasen esos nombres de calles por otros relacionados con la historia leonesa.

Sí hubo unanimidad en los agradecimientos por la asignación del nombre del ministro José Antonio Alonso, fallecido hace unos meses, a la Glorieta de Pinilla. En este sentido, desde Ciudadanos se pidió una calle para el joven español, Echevarría, muerto en un acto terrorista en Londres cuando defendía a un policía británico.

También unanimidad, pero sin debate ni entrar al trapo, en la moción para impulsar una campaña contra las agresiones sexistas durante las fiestas patronales y fechas señalas. Ni siquiera cuando desde León en Común y León despierta se acusó a las bancadas del PP y Ciudadanos de actitud machistas y de refugiarse en una actitud tibia por defender que “no había que crear alarma social” con este tipo de denuncias. Desde la izquierda se asegura que cada día hay en León tres denuncias por agresiones sexuales.

Mayor carga política tuvo el ruego del portavoz socialista, José Antonio Díez, cuando recriminó a Silván su inoperancia ante la decisión del Gobierno central de no instalar en la capital leonesa, como se había prometido en su día, el centro de control del AVE del noroeste. Se construyó un edificio, con una inversión  de 12,7 millones de euros y se prometieron cien empleos de alta cualificación. Ahora, este control se hace desde Madrid y el edificio de León, construido desde hace tiempo, queda vacío y sin uso.

Díez exigió a Silván que escriba al  ministro de Fomento y que “alce la voz ante el Gobierno” para el cumplimiento de esta promesa. Silván ni miró a la cara al portavoz socialista. No contestó.

La vigilancia sobre la empresa concesionaria de la ayuda a domicilio o el proyecto de la tercera fase de la remodelación de la Plaza del Grano fueron ruegos y preguntas recurrentes, sin que desde el equipo de gobierno municipal se haya dado respuesta.

Para un próximo Pleno quedan respuestas a preguntas sobre el plan de evacuación de la Plaza Mayor durante los conciertos multitudinarios de las fiestas o que las niñas también puedan ingresar en el coro municipal de niños.

El Pleno se cerró con la respuesta lacónica a la UPL de que desde el Ayuntamiento se ha hecho todo lo posible para intentar atraer a la ciudad la Agencia Europea del Medicamento, actualmente en Londres, pero que no ha sido posible. Nadie soltó una lágrima por este nuevo fracaso.