León

León recuerda la memoria de Miguel Ángel Blanco

11 julio, 2017 16:28

Un grupo reducido de personas, la mayoría de ellos concejales del Ayuntamiento, han rendido este mediodía un homenaje a la figura de Miguel Ángel Blanco, concejal del PP del Ayuntamiento de Ermua, secuestrado y asesinado por ETA hace ahora justamente veinte años. Las personas asistentes tenían bien visible en sus manos un pequeño cartel con los ojos del concejal asesinado y el lema “Miguel Ángel Blanco. La conciencia despierta”.

Ha presidido el acto el alcalde Antonio Silván. Han asistido concejales de Ciudadanos, PSOE y UPL. Los concejales de León en Común han rechazado expresamente asistir por creer que era un acto partidista.

La directora de Cáritas de León, Beatriz Gallego, ha leído un manifiesto en homenaje al concejal asesinado. Aplausos y un minuto de silencio deberían haber dado por concluido el acto, pero el alcalde decidió alargarlo haciendo declaraciones a los periodistas.

Texto íntegro del manifiesto leído esta mañana delante del Ayuntamiento de la capital leonesa

“Hace 20 años el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco produjo

conmoción social en toda España, aquellos días de julio de 1997 son

parte de nuestra memoria colectiva como país.

Millones de españoles recordamos con detalle esas 48 horas como

un clamor ciudadano de denuncia por el secuestro de un inocente, de exigencia

de su liberación y de consternación por su asesinato a manos ETA.

Le arrebataron la vida a un hombre joven por defender la democracia y el

derecho a sentirse vasco y español sin complejos. Miguel Ángel era un

buen hijo, un buen hermano, un buen amigo de sus amigos y un ciudadano

comprometido con su municipio, Ermua. La ofensiva de ETA de aniquilar

a los representantes políticos constitucionalistas daba un paso más en su

carrera criminal.

Salimos a las calles para mostrar nuestra repulsa, nos mantuvimos en

vela, rezamos, nos manifestamos, estuvimos pendientes de los medios de

comunicación. Les exigimos piedad y un mínimo de cordura, no podrían

ejecutar su amenaza ante la movilización de más de seis millones de ciudadanos

que llenaron las calles y las plazas de numerosos municipios españoles.

El ejemplo de los vecinos de Ermua, el acuerdo de todos los partidos

democráticos y de las instituciones y la claridad y firmeza de un gobierno

que no cedió al chantaje impuesto por la banda, nos mantuvo unidos, comprometidos

con la Vida y la Libertad ante los fanáticos de la identidad, ante

los cómplices necesarios de tanta barbarie que habían causado durante casi

treinta años miles de víctimas.

Cumplieron su amenaza e hicieron lo que saben hacer: asesinar. Una

marea de indignación recorrió España. Nació una nueva conciencia ante el

terrorismo: el Espíritu de Ermua, que asentó las bases de la mejor y más

eficaz política antiterrorista: la que defiende que tiene que haber vencedores:

las víctimas, la sociedad democrática y el Estado de derecho y que tiene

que haber vencidos: los terroristas y sus cómplices. Nació una nueva

conciencia a favor de las víctimas del terrorismo, en la mirada inocente de

Miguel Ángel Blanco se simbolizaba todo el horror de ETA y el hartazgo

de una sociedad hasta entonces atenazada por tantos crímenes cometidos.

Nació la exigencia social de firmeza democrática ante ETA.

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Han pasado 20 años. Hemos vencido policialmente a ETA gracias en

especial al trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y

también a la concienciación social, al ejemplo de las víctimas, a la unidad

política y la colaboración internacional. Pero todavía queda mucho por

hacer:

- Esclarecer los cientos de crímenes sin resolver y responder al derecho

a la Justicia que las víctimas reclaman.

- Seguir exigiendo que ETA se disuelva, reconozca el mal causado

y la imposibilidad de su proyecto totalitario por antidemocrático y por estar

manchado con el dolor y el sacrifico de miles de ciudadanos.

- Denunciar la legitimación del terrorismo que en el País Vasco y

Navarra sigue siendo noticia habitual con actos y declaraciones de miembros

de partidos y organizaciones que justifican o relativizan el terrorismo.

-Asentar un relato compartido basado en la Verdad, la Dignidad,

la Memoria y la Justicia que neutralice la estrategia de blanqueo histórico

de ETA que algunos quieren imponer a toda la sociedad.

- Perseverar en el significado ético y político de las víctimas del

terrorismo y hacer llegar su testimonio y su valor democrático a los más

jóvenes, como un legado de todos los españoles de bien.

Miguel Ángel Blanco despertó nuestra conciencia, es un símbolo de

concordia porque nos hizo comprender que la Libertad hay que ganarla,

conquistarla, cuidarla y defenderla ante los enemigos de la convivencia, de

la pluralidad ideológica, de los derechos éticos y políticos que tanto nos ha

costado conseguir. Evocamos a Miguel Ángel Blanco y de forma inmediata

surge un sentimiento de rebeldía frente a los totalitarios, y también una

profunda empatía y reconocimiento hacia su figura y la de todas las víctimas

del terrorismo. Este simbolismo fecundo que nos honra como ciudadanos

de un país libre es lo que conmemoramos hoy aquí, desde el compromiso

de no olvidar, de no rebajar nuestras exigencias democráticas frente a

todos los terrorismos y terroristas que pueden acecharnos. El legado de Miguel

Ángel Blanco nos invita a que permanezcamos alertas y unidos, a que

desarrollemos la fortaleza social necesaria para enfrentarnos a aquellos que

quieren aniquilar nuestra forma de convivencia y nuestros derechos fundamentales.

Miguel Ángel Blanco y todas las víctimas del terrorismo, siempre en

nuestra Memoria”.