Los titulados en Humanidades tienen muy difícil su salida laboral
La Universidad de León ha debatido sobre el estudio ‘El futuro de la empleabilidad de los titulados en Humanidades y Ciencias Sociales’, organizado por el Consejo Social en el marco del Foro Universidad Empresa, con la financiación de la Junta de Castilla y León y el Instituto de competitividad Empresarial (ICE). Las conclusiones son pesimistas. El propio rector, Juan Francisco Martín, ha reconocido que en España la empleabilidad de los titulados en el área de humanidades es complicada, y se ha mostrado partidario de que las empresas creen equipos multidisciplinares como forma de facilitar el acceso al empleo de este grupo de egresados.
El decano de Filosofía y Letras, Juan Matas, ha explicado que los titulados en ciencias sociales y humanidades tienen “una empleabilidad muy alta en el ámbito educativo”, que sin embargo, “no abarca a la totalidad de los egresados”. A este respecto ha afirmado que en torno a un 20% ha de marchar al extranjero, “donde si tienen posibilidades de desarrollar las actividades para las que se han preparado”. A ello hay que añadir porcentaje muy elevado de empleo en sectores que no tienen nada que ver con su formación, lo que se justifica en alguna medida porque “el tejido empresarial que tenemos en Castilla y León condiciona la absorción de los egresados, ya que ofrece pocas posibilidades”.
Juan Matas ha afirmado que por ejemplo “en nuestra Comunidad somos muy fuertes en patrimonio cultural, y sin embargo es un sector infrautilizado, y se podrían crear empresas que ofrecerían posibilidades de empleo a los titulados en humanidades y ciencias sociales”.
El decano de la Facultad de la Facultad de Filosofía y Letras de la ULE ha comentado además que el estudio recomienda una “modernización de las empresas, y la adopción de multidisciplinaridad, como forma de colaboración entre graduados de diferentes áreas de conocimientos”. También ha insistido en otro aspecto de gran importancia en su opinión, como es que “se suele perder de vista la internacionalización, y no hemos de olvidar que el español es un enorme potencial que está desaprovechado”.
Finalmente, una de las principales conclusiones del trabajo indica que a la universidad “le queda un largo camino que recorrer para mejorar los procesos de orientación a estudiantes preuniversitarios. Este camino, -se apunta-, pasa obligatoriamente por una mayor coordinación con los institutos, un cambio de discurso que adapte la información a los intereses de los estudiantes, y una profunda renovación de las actividades que se llevan a cabo”.