Una 'huella' que deja experimentación e inquietud en El Albéitar

La Sala de Exposiciones del Ateneo Cultural El Albéitar de la Universidad de León (ULE) acogerá hasta el próximo miércoles 10 de abril la muestra de pintura titulada ‘Huellas’, con obras de Araceli Larrán y Lucía Vila, que fue inaugurada la semana pasada. Se trata de un proyecto que surgió de la inquietud que las autoras tienen por la experimentación artística y la investigación de materiales orgánicos. De esta manera, y partiendo de diferentes raíces, tiempos y formas de crear, ambas comparten la inquietud por lo efímero, lo procedimental, por la huella.

Como proyecto, la muestra tiene un punto de partida intimista, y es el resultado de una reflexión abierta, horizontal, meditada, en la que se generan obras que abarcan diferentes ámbitos técnicos: dibujo, pintura, poesía, collage… pero sobre todo es un proyecto en red, que habla sobre la vida, los puntos de encuentro, sobre el tiempo y sobre la memoria.

“Mediante este proyecto, -han explicado-, tenemos como objetivo hablar de las huellas como memoria, como generadoras de vida, como procedimiento, materia y punto de encuentro”. Todo ello hace que el resultado sea “un trabajo experimental sobre nosotras mismas como artistas, sobre una investigación compartida en la que prima el proceso creativo interdisciplinar”.

El interés del trabajo de Araceli y Lucía alrededor de la temática de las huellas recae en el hecho de que analizan el contexto de esas marcas, de sus propias huellas. A través de la reflexión y de la interpretación, Lucía y Araceli crean obras individuales y colectivas que interactúan entre sí, simulando un espacio donde se provocan y fusionan las huellas. Es un ‘diálogo de vida’ que permitirá al público interactuar con la exposición.

‘Huellas’, que se puede visitar en El Albéitar de lunes a viernes, de 12 a 14 y de 18:30 a 20:30 horas, revela al espectador invenciones, apuntes, observaciones de las artistas, procesos de investigación, cuadernos de campo, collage, grabado objetual… Técnicas, todas ellas, que ofrecen en buena medida una poética metodológica condensada en la proyección de estas dos creadoras.

El trabajo de Araceli y Lucía no olvida nunca la interacción con el espectador, con el tiempo y el espacio. De este modo, se ofrece una magnífica ocasión para descubrir los paralelismos entre la trayectoria artística de las dos autoras, que han conseguido crear un ambiente muy especial, lleno de color, texturas diversas y magia.