Las costuras como símbolo de identidad
Noval Reeves es un proyecto colaborativo de moda sostenible puesto en marcha por la diseñadora de orígenes bercianos Yolanda Basante
21 agosto, 2022 13:15D. Álvarez / ICAL
Una tienda ‘online’ de ropa sostenible. Una plataforma para que los ilustradores muestren sus trabajos. Una manera particular de ver el mundo a través de unas gafas de tres lentes. Todos estos ingredientes se mezclan en Noval Reeves, el proyecto empresarial con el que Yolanda Basante lleva la imaginación y la creatividad al mundo de la moda sostenible. Camisetas, vestidos, sudaderas y bolsos de yute forman parte de un catálogo en el que destaca como elemento característico la costura hacia afuera.
“Presume de costuras, exprésate, muéstrate, sé tú mismo”, resume Yolanda.
Establecida en Asturias desde los 11 años, esta maquilladora profesional que trabaja de septiembre a junio en el Teatro Campoamor de Oviedo recala cada verano en la vieja casa de su abuela materna, en la localidad de Otero, perteneciente al municipio de Toral de los Vados. Su vinculación con la comarca del Bierzo también se extiende a la rama paterna de la familia, que procede de Cacabelos.
Tras completar un módulo de grado superior de estética y un curso de maquillaje profesional encarado al cine, el teatro y la televisión, Yolanda comenzó a trabajar dando clases en una academia de estética, un empleo que desde hace más de diez años compagina con su otro trabajo en el Campoamor, un teatro que este año celebra su 130 aniversario. Este escenario, en el que anualmente se fallan los premios Princesa de Asturias, presume de tener la segunda temporada de ópera más antigua de España, tras la del Liceo de Barcelona, y acoge, junto a Madrid, la única temporada de zarzuela existente en el país. “Me gusta mucho mi trabajo, el teatro me encanta, no lo dejaría por nada del mundo”, asegura.
Su aventura en el mundo de la moda comienza en otoño del año pasado y trata de dar salida a la creatividad que la ha acompañado a lo largo de su trayectoria profesional, con el objetivo de dotar a la marca de su propia personalidad. “Soy una persona muy creativa, me gusta mucho pintar y todo lo que se pueda hacer con las manos”, explica Yolanda, que reconoce tener clavada la “espina” de no haber cursado Bellas Artes.
Otro de los pilares básicos de su proyecto era la apuesta por la moda sostenible. Por este motivo, los productos de Noval Reeves son enteramente de algodón orgánico, a excepción de las sudaderas, que utilizan también un tejido PET elaborado a base de botellas de plástico recicladas. “Se trata de hacerlo todo lo más sostenible posible”, recalca la creadora de la marca, que distribuye sus productos en una bolsa de embalaje compostable que se puede plantar directamente en la tierra. “Los pequeños gestos de muchas personas consiguen cambiar las cosas”, explica.
Así, con uno de esos “pequeños gestos para cambiar el mundo”, nace la idea de “darle la vuelta a la camiseta” para enseñar las costuras, uno de los rasgos característicos de Noval Reeves, cuyo nombre juega con la idea de “no va al revés”. El color turquesa, relacionado con la creatividad, la intuición y la alegría, y las gafas con tres lentes, como símbolo de la curiosidad y el pensamiento crítico, son los otros dos grandes emblemas de la marca, que fabrica sus productos en un taller de Valencia. “Las camisetas se hacen desde el inicio, se tiñe y se corta la tela y después el diseño se serigrafía o se estampa”, explica la creadora.
De entre todos los diseños disponibles actualmente, dos corresponden a ediciones limitadas de camisetas con ilustraciones de los artistas gráficos Agustin Panaggio y Marcilio Carvalhomartins. Y es que otra de las apuestas de Yolanda es promover el trabajo de diferentes ilustradores dándoles visibilidad en sus productos. “Lo que quiero es ayudar en todo lo que pueda, dentro de mis posibilidades”, explica la emprendedora, que da forma a esta visión colaborativa a través de un concurso en sus redes sociales abierto a la participación de artistas de todo el mundo. “Me llama mucho la atención la gente creativa y creo que no se valora lo suficiente su trabajo”, lamenta.