Una persona natural, transparente, cercana, cariñosa, empática, muy normal, accesible, amiga de sus amigos y, sobre todo, una amante de su tierra, sus raíces y su gente. 

Así es como se define Bea Jarrín, la periodista que, tras más de dos décadas ligada al sector de la comunicación, y a base de esfuerzo, dedicación y amor por lo que hace, se ha convertido en uno de los rostros habituales de Mediaset, donde actualmente triunfa de la mano del programa Fiesta, después de pasar por formatos como Gran Hermano o Cuatro al día.

Aunque fue a finales del año pasado cuando su nombre empezó a sonar con fuerza en la crónica social al ser relacionada con Jorge Pérez, con quien siempre ha mantenido una relación de amistad, en el momento en el que este tuvo un supuesto desliz con Alba Carrillo, lo cierto es que la leonesa lleva muchísimo tiempo siendo un rostro y una voz habitual de la televisión y de la radio nacional. 

Estuvo en boca de todos y en el centro de todas las miradas. Sin embargo, casi nadie conoce cómo es realmente Bea Jarrín ni la historia que se esconde detrás de su faceta de colaboradora dicharachera, algo que ella misma ha aclarado en una sincera y extensa entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y Léon. 

Bea Jarrín en 'Cuatro al día'

Bea es una exitosa periodista que vive por y para su familia, sus amigos y su trabajo, definido por ella misma como "mi necesidad vital, el latido de mi vida, mi más bonito compañero de viaje y el amor de mi vida": "Siempre me latió la vena de la comunicación, y mira que yo tenía que haber hecho derecho para estar con mis padres en su despacho y ellos llevar fiscal y yo laboral, pero siempre supe que ese no era mi sitio", ha confesado. 

Nació hace exactamente 45 años en León, ciudad que hace tiempo que dejó para iniciar una nueva vida en Madrid, pero a la que regresa asiduamente, principalmente, porque allí todavía conserva a sus padres, a sus abuelos y a su "familia elegida", "mis amigos de siempre con los que llevo compartida toda una vida", y porque siempre ha sentido por ella mucho amor y una gran fascinación: "Mi tierra es todo, son mis raíces, felicidad, el anclaje, el rincón, el refugio y mi remanso de paz siempre. Para mí ser leonesa es un privilegio y volver siempre es sentirse en casa", ha afirmado la colaboradora. 

Hasta tal punto llega su vinculación con la capital, que no concibe ir y no "dar una vueltecita por el Barrio Húmedo", tomarse "un vermucito", visitar a sus amigos en sus restaurantes, "contemplar la Catedral, e "ir a ver a mi Virgen del Camino y a mi querido Nazareno", además de "compartir tiempo con la familia de sangre y con la familia elegida, porque son mi vitamina, que esta profesión la amo con locura, pero es dura y ellos siempre están cuando flaquean las fuerzas en momentos de inestabilidad", ha espetado. 

Allí en León fue donde la periodista dio sus primeros pasos en el sector de la comunicación hasta que finalmente decidió mudarse a Madrid. Bea empezó en la radio Onda León, en el Magacín de Plaza Mayor y en Más Madera en Canal 4, hasta que Juan Luis Alonso le ofreció la oportunidad de dar el salto a la televisión nacional, que fue cuando se trasladó definitivamente a la capital. 

Bea Jarrín

En aquel momento Jarrín había logrado convertirse en una presentadora muy conocida a nivel local, pero sus aspiraciones llegaban, precisamente, hasta la difusión nacional. Lo consiguió en Oh la lá, un programa que, a su vez, le fue abriendo las puertas de otros formatos como Territorio Comanche de Telemadrid y El Octavo Mandamiento de Javier Cárdenas, donde coincidió con compañeros de la talla de Cristina Tárrega y Joaquín Prat, con los que años más tarde se ha vuelto a encontrar. 

En su currículum tampoco pasa inadvertido su paso por Hora Punta de TVE, Aruser@s de La Sexta, su etapa de radio en Cadena Dial, en el programa Atrévete, o en Radio 4G en el programa Defectos perfectos que hacía con Chenoa; ni mucho menos su participación en Gran Hermano, donde ejercía de azafata con "la misión de entregar el sobre con el nombre de los expulsados a Mercedes Milá, que fue generosa y maravillosa". 

"Después de la pandemia llegó la oportunidad de dar un nuevo cambio y Unicorn, esa productora que me ha dado la vida y con la que llevo ya tres años casi cuatro, me propuso formar parte del equipo de Cuatro al día. De ahí pasé a Fiesta, donde estamos cada fin de semana con Emma García intentando hacer las tardes de los sábados y los domingos lo más divertidas y atractivas posibles", ha confesado. 

Bea Jarrín en el programa Cuatro al día

Sin embargo, cabe destacar que su rol de colaboradora en Fiesta no es su único trabajo, ni mucho menos, pues la periodista sigue presentando galas importantes cada vez que tiene ocasión y participando en campañas publicitarias en calidad de modelo y embajadora de prestigiosas firmas de moda y joyas como Pesavento, algo que para ella siempre ha sido un honor y "un subidón", pues ha llegado incluso a aparecer en revistas como Vogue o ELLE. 

Además, le gusta dedicar su tiempo libre a sus principales aficiones, los viajes y la lectura, pero sobre todo, la moda y la cocina: "Con la moda vivo muy vinculada por lo llevo en la sangre, mi abuela era diseñadora, modista y pantalonera y yo le hacía los trajes a la Barbie con los retales que le sobraban. Desde muy jovencita siempre he estado rodeada de mucho talento de la moda y también tengo amigos diseñadores a los que voy viendo crecer y con los que no descarto trabajar porque es verdad que a mí me apasiona y me gustaría un montón, aunque eso sí, yo sería una humilde aprendiz", ha reconocido al respecto. 

En cuanto a la cocina, le gusta, sobre todo, experimentar. Tanto, que ni siquiera descarta participar algún día en el programa MasterChef. Además, Bea se está planteando volver a bailar ballet clásico, disciplina que practicaba de joven y en la que, al parecer, consiguió llegar bastante lejos, pues cursó la carrera de la Royal Academy of Dancing de Londres: "Esa etapa quedó en un aprendizaje precioso y maravilloso porque hay que ser muy grande para poder vivir de la danza y aparte yo tuve una lesión en la rodilla montando a caballo, entonces lo dejé. Pero es verdad que llevo un par de años con la idea de apuntarme a ballet un par de días a la semana, aunque ya como actividad física. Me va a entrar mucha morriña, no sé cómo lo voy a llevar", ha espetado. 

La periodista Bea Jarrín

"Vivir es urgente"

Pero, y a nivel personal, ¿cómo le van las cosas exactamente? "Tengo una familia y una familia elegida que no puede ser más bonita", ha querido dejar claro. 

Tras ello, la periodista ha aclarado que ahora mismo no está en su mejor momento porque sus abuelos se van haciendo mayores y "te das cuenta de que el tiempo pasa y se vienen cosas que no quiero ni imaginarlas". "Es una etapa dura, está siendo muy difícil porque llevamos toda la vida juntos, es que para mi son mis padres", ha explicado. 

En lo que al ámbito sentimental se refiere, aunque Bea se casó con tan solo 25 años, su relación no llegó a buen puerto.

Tras su separación, han sido varias las personas que han pasado por su vida. Sin embargo, ahora lleva "seis años felizmente soltera": "Yo necesito compañía, soy una persona muy cariñosa, pero encontrarme a mí misma, saber vivir conmigo misma y saberme disfrutar es una genialidad. He conocido a gente, pero no, aunque creo que al amor nunca hay que cerrarle la puerta, así que que venga cuando tenga que venir", ha confesado. 

La periodista leonesa Bea Jarrín

Y es que, pese a ser una persona que está disfrutando mucho de su soltería, lo cierto es que Bea es consciente de que se ha vuelto "demasiado exigente". Ahora bien, ella no lo concibe como algo negativo, sino desde el punto de vista de que "tengo claro lo que quiero y lo que no quiero". 

"Sé que mi vida tiene una serie de matices que a veces no son fáciles de entender para otra persona, pero mi vida, con todo lo que conlleva, es maravillosa, me encanta y es lo que me hace ser quien soy, entonces es lo que hay. Yo prefiero llevar el freno de mano echado y analizar las cosas con responsabilidad", ha apostillado. 

Llegados a este punto, Bea tiene claro que son muchas las cosas que le quedan por hacer, pero si tuviese que decir una, esa sería "tener el privilegio de poder estar al frente de un programa a nivel nacional". 

Ella seguirá luchando día a día por conseguir sus sueños, teniendo siempre presente su gran lema de vida, "vivir es urgente": "Es muy paradójico, pero los seres humanos aprendemos tarde y algunos no aprenden nunca, que tener vida es el más fascinante de los regalos y la aventura más maravillosa a la que nos vamos a enfrentar. Cada día deberíamos respirar y exprimir porque no sabemos dónde vamos a estar mañana, porque está muy bien tener expectativas, plantearte retos y tener aspiraciones, pero no te olvides de que cada instante desde que abres los ojos cada día es un regalo, y por eso se llama presente", ha concluido. 

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