Del buen comer sabemos mucho en Castilla y León con elaboraciones y productos únicos que encandilan el paladar de todos los forasteros que visitan la región y que hacen que los ciudadanos de la Comunidad presuman de ellos. Los diversos bares, restaurantes… establecimientos hosteleros, a fin y al cabo, se encargan a lo largo y ancho de las nueve provincias de potenciar los mejores sabores de la tierra.

Siempre es una noticia positiva contar la apertura de un nuevo restaurante en nuestro territorio. En este caso se trata de también de una cervecería que ofrece desayunos y los mejores platos también para disfrutar de un buen almuerzo o una cena con platos que quitan el sentido y que, también, hacen un guiño a la gastronomía gallega.

Una sabrosa tortilla del Aquiana Fotografía cedida a EL ESPAÑOL

En este caso el Restaurante-Cervecería Aquiana se ubica en Ponferrada, concretamente en la calle Boulevard Juan Carlos I y abrió sus puertas el pasado 22 de diciembre. Charlamos con Thael, uno de los dos socios que pusieron en marcha el negocio para hablar de la marcha del mismo en estos, apenas, primeros 20 días de trabajo.

Dos socios, una idea y un restaurante-cervecería

Thael Arias Pedreira nació hace 45 años en León. Como él mismo explica, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, es una persona “con don de gentes y habilidad para relacionarse con los demás”. Extrovertido, muy sociable y con carisma. Comenzó a los 12 años en el mundo de la hostelería. Comenzó en Caravel y Temple, dos discotecas emblemáticas en Ponferrada.

“La idea de poner en marcha el Restaurante-Cervecería Aquiana se nos plantea a mí y a mi socio hace un tiempo. Hablando, vimos que teníamos los mismos intereses a la hora de montar un local para dar desayunos, algo que está muy de moda. Encontramos este local en la zona de La Rosaleda que nos daba posibilidades para dar comidas, y usar como cervecería y comenzamos a andar en este camino”, explica nuestro entrevistado.

Thael asegura que el local es perfecto para “disfrutar en el mismo lugar de diferentes momentos a lo lago del día”. Se sitúa en la calle Boulevard Juan Carlos I, junto a la farmacia y cuenta con 120 metros cuadrados donde trabajan, en la actualidad, un total de seis personas con aforo para 82 clientes.

Una gran apertura antes de la Navidad

“Comenzamos a hablar en el mes de septiembre. También tomamos decisiones. Nos gustaba el local, situado en una zona residencial con gente joven y que cuenta con fácil aparcamiento sin zona azul. Son detalles muy importantes estos. Abrimos las puertas de nuestro local el 22 de diciembre y, desde el primer día, hemos dado todos los servicios. Faltan un par de detalles decorativos que vamos cumpliendo, poco a poco”, añade Thael.

La comida casera y tradicional con el botillo, el pulpo, o la tortilla de patatas, son las reinas de un lugar en el que también huele a hamburguesa. Cuentan con varias y su sabor es exquisito y está encandilando ya a los mayores y pequeños que por el lugar pasan para disfrutar de las mejores elaboraciones en este nuevo establecimiento hostelero. El arroz meloso también es especial en Aquiana.

Un sabroso plato de huevos rotos Fotografía cedida a EL ESPAÑOL

Los dos socios afrontan “con mucho optimismo” esta apertura. Thael explica que “piensan que los bares de desayunos tienen un gran potencial en el futuro” y hace mención a la dureza de una profesión “muy sacrificada”, con horarios muy largos, y en los que se trabaja también los fines de semana y festivos.

“El ritmo de trabajo es muy intenso, sobre todo en determinadas fechas. En Navidad hemos estado a tope. Además, la atención al cliente requiere paciencia para manejar un montón de situaciones. Por otro lado, es muy gratificante los que amamos la hospitalidad y a los que nos encanta conocer gente, ve a los clientes disfrutar”, explica nuestro protagonista.

Huevos fritos con bogavante y patatas Fotografía cedida a EL ESPAÑOL

“Un lugar popular”

La hostelería de nuestra Comunidad se está viendo afectada por el aumento de los costes de los ingredientes, sumado al alquiler, al pago de las nóminas del personal y también de otros gastos, lo que obliga a apretarse el cinturón para que estos problemas no repercutan directamente en el cliente y les obligue a pagar más, hasta por un sencillo café.

“Hay que encontrar un equilibrio entre mantener la rentabilidad del negocio y ofrecer opciones que sean accesibles para nuestros clientes”, apunta Thael, que asegura que lo que los dos socios buscan es conseguir que su local “se convierta en un lugar popular” con “un ambiente acogedor” en el que “todo el mundo se sienta como en casa”.

De momento, en estos primeros días en los que ha abierto sus puertas, lo están consiguiendo.

 

Noticias relacionadas