El municipio más antiguo de León: fue escenario de arduas batallas entre astures y romanos
Cuenta con más de dos milenios de años de historia
16 junio, 2024 07:00La historia de la humanidad, según la creencia científica disponible, se remonta 200.000 años atrás. Desde ese instante, los primeros Homo Sapiens, conocidos como los primeros vestigios de la especie humana moderna, comenzaron a aparecer en el continente africano, aunque se han ido encontrando restos fósiles por otras partes del mundo.
Desde entonces, las diferentes civilizaciones han ido asentándose en todos los rincones de nuestro globo terráqueo. Algunos de estos asentamientos han desaparecido, siendo castros que se conservan en mayor o menor medida o que ni siquiera se han descubierto. Sin embargo, todavía quedan municipios que desde sus orígenes permanecen con vida en su territorio.
Centrando el tiro en la provincia de León, tenemos que retrotraernos hacia el año 19 a.C. Fueron las tropas militares de la Legio X Gémina que se encargó de la incorporación del territorio Astur al Imperio Romano los que primeros se asentaron en este municipio.
Hablamos de Astorga. Los orígenes de este municipio de la comarca de La Maragatería corresponden a esta época donde se asentó una parte de la citada legión en el cerro que en la actualidad se ubica el centro urbano. Fue una década de luchas intermitentes entre los pueblos astures y las unidades legionarias, quedando toda la zona incorporada al Imperio Romano.
La ciudad maragata fue desarrollándose hasta que, medio siglo después, la riqueza de las minas de oro del noroeste peninsular convirtieron al campamento militar en una urbe donde se ubicaron el centro de gestión de las explotaciones mineras y la capital del Conventus Iuridicus Asturum.
Con las funciones administrativas y políticas mencionadas contó hasta el siglo IV d.C., cuando se levantó la muralla y se inició un proceso extenso de reestructuración urbana. En este siglo, el cristianismo se consolidó en el municipio y se creó una extensa diócesis que todavía perdura en nuestros días y que explica el origen del relevante patrimonio artístico religioso que Astorga atesora.
El asentamiento de los visigodos en la península ibérica provocó que Astorga fuera una importante ciudad dentro de la zona que controlaron los Suevos. Las diferencias de estos últimos con los visigodos hicieron que la urbe maragata fuese invadida y destruida varias veces.
De igual manera, con la llegada de los árabes, la situación se repitió, generando una reducción drástica de su población y, en consecuencia, provocando un periodo de decadencia. De esta situación fue saliendo poco a poco durante la Baja Edad Media y el auge del Camino de Santiago y la creación en el siglo XIV del marquesado de Astorga, regentado por la familia Osorio, fueron fundamentales en el resurgimiento de la ciudad.
Tras la época medieval, el siglo XVII supuso el brote de las relaciones directas con las comarcas limítrofes. El desarrollo de la arriería como actividad mayoritaria especialmente en la comarca de Maragatería fue muy importante. La red de transportes de los arrieros maragatos acercó a Astorga al resto del país y la conectó con los mercados y puertos más importantes. En esta época se abrieron, por ejemplo, las fábricas de textiles del Val de San Lorenzo y surgió el proceso de elaboración del chocolate usando el cacao transportado por los arrieros desde los puertos que recibían mercancías indianas.
Durante el siglo XIX comenzó con las vicisitudes de la Guerra de la Independencia y fue tomada por las tropas francesas, para posteriormente ser recuperada por el ejército al mando del General Santocildes. Los acontecimientos bélicos provocaron la destrucción de parte de las construcciones urbanas anteriores como un sector del lienzo norte de la muralla o el castillo de los marqueses.
El ferrocarril trajo consigo a mediados del siglo XIX la decadencia del transporte arriero y la emigración hacia tierras americanas de parte de los vecinos de las comarcas cercanas a Astorga. Pero este nuevo transporte también fue el culpable de que se diera un gran cambio social y urbano, desarrollando la industrialización.
Fue a finales de este siglo cuando se inció también la construcción uno de los edificios más icónicos de Astorga: el Palacio Episcopal obra de Antonio Gaudí.
A pesar del paso del tiempo, Astorga ha mantenido su carácter de capital de las comarcas cercanas y en la actualidad tienen su sede en el municipio maragato distintos servicios e instituciones públicas que ejercen sus funciones en dichas comarcas. La ciudad cuenta además con diversas industrias que tienen que ver con la elaboración de productos típicos como las mantecadas o la cecina, los merles, el chocolate, los hojaldres y la repostería tradicional.
Más de dos milenios de historia que ofrecen al visitante la oportunidad de disfrutar de vivencias y sensaciones fruto de la dilatada historia, su gastronomía singular y su rico patrimonio.