Jugar y aprender, otra forma de crecer
Una empresa palentina, ubicada en Paredes de Nava, fabrica de manera artesanal y respetuosa con el medio ambiente materiales educativos de pedagogías activas
20 febrero, 2022 13:05David Herrero / ICAL
Materiales didácticos y juegos pensados para dejar volar la imaginación, sin dejar de lado la posibilidad de explorar y aprender de manera personal y sin imposiciones. Una apuesta, la de la palentina Lorena Yáñez y su empresa Xelakids, centrada desde el medio rural palentino en productos sobre pedagogías activas.
"Comencé con esta andadura a raíz de la maternidad", afirma Yáñez, quien añade que lleva cuatro años con su empresa dedicada a hacer productos de materiales educativos y juguetes de pedagogías activas, además de merchandisign y decoración, debido a que cuenta con una máquina de corte laser.
Explica a Ical que Xelakids procede del nombre de Álex, su hijo, pero al revés, más la palabra ‘kids’, que significa niños. Emplean materiales educativos de pedagogías activas tipos Montessori, Emmi Pikler, Waldorf.
Y es que, María Montessori fue “una pionera en su tiempo” y decidió sacar una pedagogía diferente a partir de materiales, los cuales “son tangibles y sensoriales”, porque las matemáticas “las ves y las tocas, y dejan de ser algo abstracto”.
“No se basan en la memorización, sino en el uso. Hace que todo ello sea mucho más divertido, al aprender mediante el juego”. En esta pedagogía, hay ejemplos con niveles hasta la secundaria.
Yáñez detalla que la idea es hacer materiales de calidad a un precio asequible para evitar que nuevas formas de aprender se conviertan elitistas.
Entre los diversos productos, pone como ejemplo el puzle de madera de España o la caja de sonidos Montessori. Este último material pretende despertar la conciencia fonológica para la aprender lectoescritura, ya que las palabras son conjunto de sonidos.
Se aprende a través del sonido y no por su nombre, por lo que se pueden hacer muchas actividades para que los niños aprenden a reconocer y discriminar los sonidos. Se utilizan pequeños objetos o miniaturas que van en cada cajón para que haga referencia al sonido trabajo.
Tabla curva
La tabla curva, que procede en mayor parte de Waldorf, parece algo simple, pero implica un millón de posibilidades según la creatividad de cada niño. En dicha tabla, los más pequeños desarrollan su imaginación, estimulación, posición correcta de la postura y controlan el equilibrio de su propio cuerpo en movimiento.
Además, los principales beneficios vienen por la conexión entre el sistema de la actividad con el sistema vestibular (dentro del oído interno) que, a su vez, se conecta con el sistema cognitivo.
De esa forma, los niños de cero a seis años están formando el plano de aprendizaje futuro en su cerebro, por lo que el uso de la tabla curva previene problemas de lectoescritura, lógico-matemática, de comunicación, además de mejorar su desarrollo físico.
En relación a la venta de todos estos materiales, los clientes pueden visitar el taller para comprar, dado que prima el trato personalizado, con productos realizados para mercados concretos en el idioma que sea necesario. No obstante, las nuevas tecnologías están presentes, de la mano de la página web xelakids.com, así como por los perfiles en las diversas redes sociales.
Sostenibilidad rural
Toda la madera que se utiliza procede de bosques sostenibles, los barnices son ecológicos y las pinturas son al agua o con base de aceite, pero siempre garantizando la seguridad y la calidad para que los niños "no corran ningún peligro, con productos libres de químicos y tóxicos".
"Nosotros no usamos plástico para nada, ya que también se empaqueta con cartón y papel reciclado". En el caso de unas miniaturas de uno de los productos, se trataban de pequeños animales de plástico, que fueron sustituidas por piezas de madera en 2D.
Aunque dejen de ser de plástico, que podían ser más llamativas, asegura que las de madera son también muy realistas. Y es que, las anteriores venían desde Alemania, por lo que es una forma de mejorar la huella de carbono.
La palentina explica que se marchó hace 20 años a Canarias, porque trabajaba en la banca y no estaba a gusto. Allí se dedicó a otros sectores y ámbitos completamente diferentes, tras pasar también por Madrid antes de retornar a la provincia.
Al final decidió regresar al medio rural, donde el Ayuntamiento palentino de Paredes de Nava la ofreció unos locales en alquiler. “Puedo decir que me pusieron una alfombra roja, porque me han facilitado todo lo que he necesitado, con una buen trato y gestión”.
Recalca que está muy a gusto con la población del municipio. El regreso ha sido bueno, dado que aquí “todo el mundo se ayuda y siempre hay alguien”, desde un punto de vista de cercanía.
Cambio de aprendizaje
Yáñez apunta que la gente debe pensar en materiales de este tipo, que son “increíbles para el avance y el aprendizaje”. Son materiales naturales y se vuelve al hecho de tocar y poner en valor los sentidos, añade.
“Tengo la suerte que cada vez está comprando más la escuela pública, algo que me da mucha alegría”. Al fin y al cabo, estos métodos que se originaron, como el Montessori, estaban orientados para colegios privados, ya que los centros públicos no se lo podían permitir. Aun así, señala que cada vez se interesan por estos métodos y materiales didácticos docentes más jóvenes, que aprecian sus utilidades y comienzan a introducirlos.
De normal sus clientes suelen repetir y volver a lo largo del tiempo para realizar nuevas compras. Afirma que hubo un colegio que compró el año pasado cinco artículos, pero durante este verano ha solicitado más material para poder cubrir desde infantil a secundaria del curso actual.
La empresaria deja claro que estas acciones ayudan a seguir, porque se define como una mujer que cree en un cambio en la educación implantada en España, aunque todavía quede mucho por hacer, porque “no somos Finlandia”.
Defensa de lo artesano
“Es necesario que la gente cambie de conciencia, porque somos pequeños y los artesanos pagamos los impuestos igual que una empresa grande, más si cabe ante unos momentos complicados”, relata.
Desgrana que todos conocen grandes empresas que venden por internet todo tipo de productos, que ofrecen el mejor posicionamiento de los productos en la red. “Intentas vender en ellas, pero te das cuentas que explota tu trabajo, porque no consideran ni pagan el trabajo que se realiza”.
De igual manera, Yáñez subraya que hay un problema con la madera, porque “se juega a la bolsa”. Un tablero antes costaba 80 euros, mientras que ahora vale 130 euros si hay stock”, agrega.
“Somos pequeñitos y entre los artesanos y autónomos nos ayudamos. Cuando ves que grandes plataformas o superficies venden y sacan todo aquello que hacemos los pequeños, pero en un 50 por ciento más barato, es imposible”
Aunque los mismos clientes aprecian que no son los mismos productos, con grandes diferencias en la calidad, lo que acaba primando es el precio. Hay que poner en valor todos estos actos, porque “acabaremos desapareciendo todos los artesanos”, sentenció a Ical.