Pedrea del Pan y el Queso en las fiestas de Santo Toribio

Pedrea del Pan y el Queso en las fiestas de Santo Toribio Brágimo

Palencia

Esta es la fiesta más rara de Palencia: se ‘pedrea’ a los vecinos, pero luego todos tienen recompensa

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Si hay que ser apedreado, por los menos que sea de pan y queso. ¿Verdad? Pues eso es lo que piensan los palentinos cuando llega su fiesta más rara del año: Romería de Santo Toribio.

Lleva ese nombre, pero nadie la conoce así. En Palencia, el domingo más cercano al 16 de abril, todos los palentinos celebran su Pedrea del Pan y el Quesillo. Y lo llevan haciendo desde hace muchos años, casi siglos.

Sin ir más lejos, este pasado mes de abril, miles de palentinos participaron un domingo a los pies del Cristo del Otero en la tradicional “pedrea” con 4.000 bolsas de pan y quesillo. Una tradición que pasa de generación en generación.

La Pedrea es una curiosa y festiva costumbre en la que se lanzan panes y quesos pequeños desde el balcón del Ayuntamiento a las personas que se congregan en la zona de la ermita de Santo Toribio.

Desde la ventana se tiran cientos de bolsas con pan y queso a los miles de asistentes que se dan cita en la romería. De ese modo, se recrea el apedreamiento que, según la leyenda, sufrió el santo cuando llegó a Palencia para predicar contra la herejía priscilianista. Todo sea por honrarle.

En la imagen el nuevo obispo Mikel Garciandia lanza una bolsa de pan y queso

En la imagen el nuevo obispo Mikel Garciandia lanza una bolsa de pan y queso ICAL

La tradición dice que el santo fue lapidado, por lo que posteriormente tuvo que buscar un lugar donde refugiarse y lo encontró en una oscura gruta enclavada a los pies del cerro del Otero.

Días después, las fuertes lluvias causaron la crecida del río Carrión y la completa inundación de las calles de la ciudad, que los palentinos atribuyeron a un castigo divino.

Atemorizados, renegaron de la herejía y rogaron al santo para que hiciera descender el caudal. Y así fue, el canal descendió y, en reconocimiento a su auxilio, Santo Toribio fue nombrado segundo patrono de la ciudad. Se lo merecía.

La romería, que fue declarada de Interés Turístico Regional en el año 2005, comienza con la procesión que la Peña de Santo Toribio emprende desde la Iglesia de San Ignacio y Santa Inés hasta el templo, donde se celebra cada año la misa.

Todo esto se celebra en el popular barrio del Cristo de Palencia. Ahora el objetivo desde el Ayuntamiento es que sea declarado de Interés Nacional.

Por ello, se sigue trabajando “en lograr impactos de noticia a nivel nacional, así como en la generación de algún tipo de hermandad que nos haga salir al exterior con el objeto final de conseguir en dos o tres años una presentación oficial de la candidatura”, afirman desde el Ayuntamiento.

Así es la fiesta

Los actos comienzan sobre las 11 de la mañana desde la iglesia de San Ignacio y Santa Inés subiendo en procesión hasta la ermita con la participación del grupo de danzas del barrio y la Banda Municipal de Música.

En ella, la peña Santo Toribio llevará en andas al Santo hasta el templo donde a las 12:00 h está previsto que se lleve a cabo la Misa. Una vez finalizada la misma, se procederá a la pedrea.

Trucos y anécdotas

El evento principal es similar a otras "pedreas" que se celebran en toda España, pero en este caso tiene algunas diferencias y peculiaridades. De hecho, el queso que se lanza es uno de los productos más representativos de estas tierras. Palencia sabe mucho de quesos.

Además de la pedrea, la fiesta cuenta con otras actividades que se extienden durante el día, como bailes, juegos populares, conciertos y más.

Los más experimentados en la pedrea palentina suelen tener sus "trucos" para asegurarse de atrapar varios panes o quesos.

 Algunos optan por colocarse estratégicamente en las zonas donde suelen caer más productos, mientras que otros bromean con que tener una "gran destreza" es clave.

Los niños palentinos suelen ser los más encantados y felices durante la pedrea. Se dice que algunos son tan rápidos y ágiles que logran atrapar más quesos y panes que los adultos, lo que genera muchas risas.

La Pedrea del Pan y el Queso es un ejemplo de cómo las fiestas populares en España logran combinar el fervor religioso, en este caso en honor a Santo Toribio, con la celebración popular y el disfrute de productos locales. Sin duda, la mezcla perfecta.