Herido de bala en una pierna en otro ajuste de cuentas

Un joven de 27 años, J.C.G.D., resultó anoche herido de bala en Salamanca en lo que parece otro ajuste de cuentas en el extrarradio de la ciudad, según informan fuentes policiales.

Los hechos se produjeron sobre las 22:00 horas en la calle Jovellanos de Tejares, donde según denuncia la víctima, con antecedentes delictivos, fue abordado por un grupo de personas y le dispararon en una pierna. Posteriormente fue evacuado al hospital Clínico, donde los facultativos dieron parte a la Policía Nacional y le intervinieron de urgencia, evolucionando favorablemente.

La forma en que se produjo el disparo, según el testimonio de la víctima, y la zona donde lo recibió apuntan a un ajuste de cuentas, según investiga ya la Policía Nacional. Y es que el modus operandi se repite desde hace un año.

El último tiroteo se produjo a finales de octubre fue en la calle Andalucía del barrio Pizarrales, entonces sin heridos y con impactos de bala en un coche. Así ocurrió recientemente junto al cementerio de Tejares, en agosto y mayo en Villamayor de Armuña, con varios detenidos; en marzo en el Arrabal, en febrero en San José, con un detenido y enviado a prisión; y en enero en Pizarrales. A finales del año pasado también se denunciaron disparos en Los Alcaldes y Pizarrales.

Principalmente son tiroteos de forma intimidatoria a coches y viviendas, o con heridos en zonas no vitales como piernas y brazos. Pero pueden ser más porque en ocasiones el temor de los vecinos de la zona a represalias les hace no denunciar los hechos ante la Policía Nacional o Guardia Civil.

Además, cabe recordar que la criminalidad se ha multiplicado durante el último año en un área concreta del barrio Pizarrales donde a dos mujeres muertas en incendios en su vivienda, una por asesinato en la calle América y otra por homicidio imprudente en la calle Limón, se unen tiroteos intimidatorios a coches en la plaza de Baleares, detenciones de pistoleros, importantes operaciones antidroga en las calles Luz y Moral, amenazas de secuestros de niños en la calle López Vivero y ajustes de cuentas, e incluso el robo de media tonelada de alimentos destinados a familias sin recursos en la calle Ruiz Zorrilla.