Las imágenes para el recuerdo que deja el rodaje de Amenábar
El rodaje de la película ‘Mientras dure la guerra’ de Alejandro Amenábar ha propiciado durante dos semana imágenes para el recuerdo en Salamanca. Durante este tiempo la Plaza Mayor, la Universidad y el entorno del Puente Romano regresaron a los años del conflicto bélico en España.
Por ejemplo, los más afines a ideologías de izquierdas vieron ondear la bandera republicana en el Ayuntamiento y el Puente Romano junto al arrabal. Mientras, los simpatizantes del franquismo, pudieron ver de nuevo a Franco en el ágora charra en carne y hueso, aunque fuera un actor. Y es que el filme está ambientado en la Guerra Civil Española a través de Miguel de Unamuno y el dictador. Por eso, la capital charra ha regresado casi un siglo atrás, también al momento en que el escritor se enfrentó a Millán Astray en el Paraninfo de la Universidad.
“Este proyecto es muy especial para mí al tratarse del primero que ruedo en lengua española después de mucho tiempo, cuando hice Mar adentro en 2004. Pero sobre todo es especial por tratarse de una historia real que pese a retratar el pasado reciente de España, habla muy directamente sobre su presente”, afirma el director Alejandro Amenábar. Durante una visita al rodaje del alcalde, Alfonso Fernández Mañueco, le aseguró que la película “va a quedar muy chula”.
‘Mientras dure la guerra’ cuenta con un equipo técnico liderado por Fernando Bovaira en la producción ejecutiva y en el que destacan Alex Catalán como director de fotografía, Juan Pedro de Gaspar en la dirección de arte, Sonia Grande como diseñadora de vestuario, Eva Leira yYolanda Serrano como directoras de casting y Ana López-Puigcerver y Belen López-Puigcervercomo responsables de maquillaje y peluquería y Nacho Díaz en maquillaje especial. El rodaje se desarrollará durante ocho semanas en Salamanca, Toledo y Madrid.
Sinopsis
España. Verano de 1936. El célebre escritor Miguel de Unamuno decide apoyar públicamente la sublevación militar que promete traer orden a la convulsa situación del país. Inmediatamente es destituido por el gobierno republicano como rector de la Universidad de Salamanca.
Mientras, el general Franco consigue sumar sus tropas al frente sublevado e inicia una exitosa campaña con la secreta esperanza de hacerse con el mando único de la guerra. La deriva sangrienta del conflicto y el encarcelamiento de algunos de sus compañeros hacen que Unamuno empiece a cuestionar su postura inicial y a sopesar sus principios. Cuando Franco traslada su cuartel a Salamanca y es nombrado Jefe del Estado de la zona nacional, Unamuno acudirá a su Palacio, decidido a hacerle una petición…