Unionistas de Salamanca vuelve a estar un mes después en la misma situación que ante el Don Benito. De nuevo, una eliminatoria que puede suponer el ansiado ascenso a Segunda División B, pero en esta ocasión con el partido de vuelta en casa, en el que tendrá que remontar el 1-0 logrado este domingo por el equipo manchego.

El equipo local destaca por su disponer de jugadores de envergadura. Pero cual quijotes, los blanquinegros estaban dispuestos para que no fueran gigantes, sino apenas molinos que ofrecieron viento a favor. No sopló como se esperaba y el vendaval de juego tendrá que salir en las Pistas del Helmántico el próximo sábado 23 de junio a las 19:00 horas.

El partido comenzó con ambos equipos intensos, en cierto modo empujados por las dos aficiones. Gran ambiente en las gradas del estadio Paquito Giménez. Llegaba mejor el Socuéllamos por las bandas. Avisó en el minuto 12 con un cabezazo que se fue alto, pero acertó en el 17 por medio de Kike.

Creaba mucho peligro el equipo local, que buscaba una mayor renta. Mientras, el centro del campo de Unionistas naufragaba desconocido, sin dominio en el juego. El descanso fue lo mejor que le pudo pasar a los charros.

Al igual que en Don Benito, la reanudación sentó bien a los blanquinegros, en busca del empate y más dominadores. Una falta de Chuchi al segundo palo puso el uy en las gradas y a los dos minutos el centrocampista enviaba alto un buen centro de Manjón.

Eran los mejores minutos de Unionistas. Jorge Alonso y Chuchi ahora sí se desfondaron, y Astu dio entrada a jugadores frescos como Gallego y Flórez. Abad por Manjón fue el tercer cambio después de que el portero del Socuéllamos hiciera un paradón a Cristo.

Pero el equipo local no se amilanó y en el minuto 85 tuvo el segundo Megías tras un fallo del portero Molina. Lo intentaba Cristo una y otra vez, pero de nuevo el balón no quería entrar en la portería rival. Al final, derrota por la mínima y de nuevo a remontar. Ya lo dice el refrán, quien algo quiere, algo le cuesta.