Scala Coeli seduce cada vez más
Subir a las torres de la Real Clerecía de San Marcos al anochecer es una interesante actividad tanto para los turistas que estos días visitan la ciudad como para los salmantinos. En julio 485 personas accedieron a Scala Coeli para disfrutar de una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
Turismo de Salamanca, en colaboración con la Universidad Pontificia, ha organizado un año más estas visitas, que invitan a descubrir las Torres de la Clerecía en un recorrido sin pases cerrados y con un horario abierto, de 22h a 24h. (La última entrada se realizará a las 23.20 h.). Los visitantes disponen de dos horas para disfrutar del recorrido y de las impresionantes vistas de la ciudad. Las visitas continúan todos los viernes y sábados de agosto y septiembre. El precio es de 5 € (entrada gratuita menores de 12 años).
A través de Scala Coeli se puede acceder a los matroneos o tribunas, desde cuyos balcones se visita el interior de la Real Clerecía de San Marcos; el visitante puede asomarse al primer balcón, desde el que contemplar, gracias a su proximidad, el altar mayor y el magnífico retablo barroco de la Clerecía.
El espacio expositivo está dividido en tres salas: en la primera de ellas, el visitante podrá contemplar retratos de doña Margarita de Austria y Felipe III, y documentación sobre la fundación del Colegio Real de la Compañía de Jesús, anterior y posterior a la expulsión de los jesuitas.
En una segunda sala, las vitrinas ofrecen información sobre los inicios y etapas de la construcción del edificio, los antecedentes e influencia de otros trazados históricos, los colegios de la Compañía en España y su expansión americana.
También se incluye documentación sobre los arquitectos, Juan Gómez de Mora y Andrés García de Quiñones, sobre los retablos de la capilla mayor y del crucero. Una tercera sala está dedicada al “nuevo renacer”.
El recorrido continúa por la escalera de acceso a las dos torres de la iglesia. La subida por la restaurada escalera, denominada del campanero, está ambientada con una intervención de luz y sonido, que entretiene al visitante. Ya en las torres, se accede al cuerpo de campanas y se divisan diferentes perspectivas de la ciudad, con el atractivo de la luz nocturna.
El tránsito entre ambas torres permite una visión única de Salamanca, con su catedral al fondo, la Plaza de Anaya y otros edificios de la Universidad de Salamanca, panorámicas singulares que el visitante nunca antes había conocido y que con la noche refuerzan aún más su belleza.