Los empresarios salmantinos, insatisfechos, reclaman al Gobierno mayor empatía
Tras la reunión del Consejo de Ministros de ayer, la Confederación Empresarios de Salamanca-CES cree que el Gobierno central “no está adoptando todas las medidas necesarias para que el Covid-19 tenga el menor impacto posible entre las pymes y autónomos”. Desde CES, la patronal intersectorial empresarial más representativa de Salamanca, se insiste en que el plan de choque propuesto por el Ejecutivo de Sánchez “se queda corto y es poco preciso en cuanto a las medidas económicas para los empresarios” para hacer frente al impacto que la emergencia del coronavirus está teniendo ya en la sociedad y en la economía.
La organización que preside José Vicente Martín Galeano expone que la batería de medidas planteadas para apoyar la actividad empresarial y, de forma especial, a los colectivos y sectores más directamente afectados por el Covid-19, entre los que se incluyen las pequeñas y medianas empresas, el colectivo de los autónomos, y los sectores del comercio, la hostelería y el turismo, afectado de inmediato por las cancelaciones de reservas y las recomendaciones de limitaciones de movimientos y reuniones, no se ajusta del todo a lo que el empresariado necesita para hacer frente a los problemas de liquidez surgidos por esta emergencia sanitaria, puesto que desde CES se reclaman “subvenciones directas y no sólo préstamos”.
Las medidas de flexibilidad conocidas ayer, como la creación de una línea de avales para facilitar la liquidez a las pymes no conseguirán, en nuestra opinión, que se mantenga el empleo y, por tanto, no satisfacen plenamente al sector empresarial que, bajo el amparo de CES, piden:
-Concreción a la hora de flexibilizar a los autónomos el acceso a la prestación por cese de actividad, compatible con que se puedan acoger a ERTES, y queden exentos de pagar las cuotas de la seguridad social.
-Exención del 100% en el pago de la cuota de seguridad social del autónomo, al menos hasta el mes de septiembre para aquellos que sigan manteniendo la actividad.
-Prestación del 100% de la base reguladora en caso de Incapacidad Temporal desde el primer día en que se esté en dicha situación de IT y, exención del pago de la cuota a la seguridad social.
-Bajada inminente de impuestos de sociedades.
-Ayuda económica vital para aquellos empresarios y autónomos que no hayan cesado en su actividad.
-Establecimiento de ayudas para hacer frente al pago de los alquileres del establecimiento.
Exención total del año en curso del IBI y tasas de basura y otras en el mismo sentido que dependan de los ayuntamientos.
-Entidades financieras: Exención de los intereses de aquellos créditos que tenga el empresario. No aplazamiento sino exención. Aplazamiento, moratoria en el plazo del pago de la cuota de amortización de dichos créditos.
En este contexto, las iniciativas prometidas por Sánchez ayer para garantizar la liquidez a empresas y orientadas a apoyar a los trabajadores y empresas afectados por las caídas de actividad y a la emergencia económica derivada del coronavirus no son suficientes, a juicio de CES, para minimizar “el tremendo impacto económico y empresarial que va a sufrir el país” y que ya se está notando en empresas incluso viables, y que están teniendo que ejecutar expedientes temporales de suspensión de empleo (ERTE) para aliviar así sus costes laborales, aunque sí aplaudimos la moratoria de pago de hipotecas sobre la vivienda habitual para autónomos que se encuentren en situación de vulnerabilidad económica.
Por todo ello, desde la Confederación Empresarios de Salamanca le pedimos al Gobierno “más empatía y responsabilidad” con el empresariado que en estos momentos está necesitado de flujos de caja, ya que el primer trimestre del año suele ser un periodo tradicional de inversiones en los negocios o de afrontar gastos generales del ejercicio anterior o presente.
Asimismo, desde CES retiremos nuestro apoyo y colaboración al sector empresarial salmantino y al conjunto de la sociedad en estos momentos de emergencia sanitaria en la que continuaremos trabajando para defender los intereses del empresariado.