La guardería de Santa Marta abre sus puertas con un estricto protocolo de seguridad

La edil del área, Esther Casado, explicó que “hemos puesto en marcha un buen número de medidas que pasan por que los pequeños puedan acudir a las aulas de manera segura y que los padres se sientan tranquilos dejando a sus hijos en nuestra instalación. Sabemos que conciliar la vida laboral y personal es complicado y la mayoría de padres traen a los niños al centro porque tienen que trabajar, así que queremos que lo hagan con la tranquilidad que da el saber que están en un espacio en el que no van a correr riesgos”.

De este modo se ha dispuesto para las entradas una distancia de dos metros para padres en la espera para la entrega del menor, así como de las educadoras entre sí; obligatoriedad de la mascarilla para todo la persona que acceda salvo los niños usuarios que no superan los tres años, así  como gel hidroalcohólico y alfombras para desinfectar las suelas, jabón de manos en todas las aulas y de uso obligatorio en el acceso al centro y para rutina diaria de las aulas.

El acceso al centro se limita a los usuarios. Los padres tendrán que esperar a la entrada manteniendo la distancia de seguridad establecida de dos metros mientras que los niños irán accediendo de uno en uno, previa toma de temperatura y desinfección de suelas y manos. No concurrirán grupos en los pasillos a la salida ya que se establecerán tres salidas para no facilitar la concurrencia.

Las aulas serán modelo burbuja, lo que supone que solo entrarán las educadoras y los usuarios asignados a la misma, y serán continuamente ventilados gracias a que todos cuentan con un patio anexo que facilita no solo la limpieza sino esa ventilación continua.

En otro orden de cosas se realizará una completa desinfección diaria de los accesos, tres veces al día de todas las zonas de contacto y suelos en las aulas y tres veces al día en aulas y baños de aulas, así como desinfección diaria en el resto de baños y en la cocina. Estará disponible el servicio de comedor en el que se prepararán los alimentos que se darán a los niños en sus aulas con el objeto de que no haya comunicación entre ellos. El acceso de los alimentos se hace por una puerta específica para proveedores y se limpiarán con agua y lejía, se cocinarán completamente los alimentos, se lavarán los vegetales y la fruta y verdura cruda se pelará siempre, además de cuidarse especialmente la higiene de los utensilios, vajilla y cubiertos, usándose el lavavajillas a alta temperatura. A ello se une el que se mantendrán limpias todas las superficies donde se vayan a cocinar alimentos.

El centro, que también ha permanecido abierto durante el verano, se ha adaptado de este modo rápidamente a la nueva normativa, permitiendo que sus instalaciones sean un lugar seguro para los niños.

Aunque el curso ya ha comenzado cabe recordar que los padres interesados en que sus hijos acudan al centro pueden formalizar su inscripción, que se mantendrá abierta durante todo el curso.