El PSOE propone incorporar al programa 'Salamanca Acompaña' más medidas para la prevención de la depresión y salud mental de los mayores
El Grupo Municipal Socialista en el Consistorio salmantino ha propuesto adaptar el programa ‘Salamanca Acompaña’ al contexto actual de crisis sanitaria motivada por la pandemia de la COVID-19 para ofrecer un servicio integral que actúe tanto en situaciones de soledad no deseada como en la prevención de la depresión y el cuidado de la salud mental en las personas mayores.
Según indican, durante estos meses en los que se ha estado poniendo en marcha, ha exigido que se hiciera ya, señalando al equipo de gobierno municipal que la pandemia no podía servir de excusa para paralizar el inicio del programa, sino todo lo contrario, ya que los efectos de la crisis sanitaria son especialmente notables en la salud mental de las personas mayores.
Así lo han entendido también la sociedad salmantina y las asociaciones de mayores de la ciudad, que a través de su federación, FAMASA, en 2020 detectaron a tiempo las posibles consecuencias de la pandemia en este colectivo, demandaron poder desarrollar actividades presenciales con todas las medidas de seguridad sanitaria para evitar el aislamiento social tras el periodo de confinamiento y actuaron de forma muy eficaz a través de un programa de voluntariado de ayuda a personas mayores para promover el acompañamiento efectivo ante esta crisis sin precedentes.
En este sentido, el Grupo Municipal Socialista valora muy positivamente las iniciativas surgidas por las propias asociaciones de mayores en un contexto difícil de gestionar en el que han demostrado su plena valía, autonomía y participación social de forma activa para hacer frente y evitar todo tipo de situaciones de vulnerabilidad.
Por todo lo anterior, y ante el comienzo, por fin, del programa ‘Salamanca Acompaña’, el PSOE pide tener en cuenta la realidad social actual, muy diferente al contexto de 2019 cuando el PP comenzó a anunciar un servicio que aún no funcionaba, de tal manera que se incorporen más medidas enfocadas al cuidado de la salud mental y se ofrezca un servicio integral, más allá de tener como objetivo abordar la soledad habitual en la que viven los usuarios.
El confinamiento, la regresión económica, el aislamiento social y los problemas de acceso a la sanidad presencial han agravado durante todo este tiempo la situación de las personas mayores de Salamanca, por lo que ya no solamente se trata de ofrecer un servicio de acompañamiento puntual sino de prevenir problemas de salud mental y de salud pública y evitar, por ejemplo, los riesgos asociados a la ansiedad, a la depresión o al miedo que puede generar la situación de pandemia a este colectivo.
Con este fin, el Grupo Municipal Socialista propone que el Ayuntamiento de Salamanca fomente la prevención de la depresión desde los ámbitos primarios de atención, ya que se ha convertido en el desorden psiquiátrico más frecuente en las personas mayores entre los 75 y 84 años, siendo una fuente relevante de discapacidad, deterioro significativo de la calidad de vida e incremento de la morbilidad y mortalidad, así como en consumo de recursos sanitarios y económicos.
Para ello, los concejales socialistas indican que sería importante formar a los profesionales de los servicios sociales en detección de riesgo e intervención, así como a las personas cuidadoras del servicio de ayuda a domicilio en los marcadores de riesgo de la enfermedad. Además, plantean establecer protocolos de urgencia entre departamentos sociales, sanitarios y administrativos ante situaciones con conductas peligrosas para la vida del mayor y establecer un código de riesgo de suicidio para el seguimiento de personas en grave riesgo para su vida.
El PSOE recuerda que este tipo de intervenciones son importantes en el periodo agudo de la pandemia, pero lo serán aún más para enfrentarnos como sociedad a las secuelas en salud mental que se producirán en el periodo pos-COVID y, por tanto, cree necesario que el Ayuntamiento de Salamanca refuerce, además, las actuaciones de sensibilización a la población sobre la gravedad del problema y sobre la necesidad de prestar especial atención a las personas mayores, ya que las situaciones de soledad no deseada no son un problema personal, sino social y de salud pública.