Un nuevo sendero acercará a los salmantinos y turistas al origen de la ciudad
Tribus nómadas ya recurrieron hace miles de años la ribera del río Tormes y fue en tiempos prerromanos, con vacceos y vettones, cuando surgió el primer asentamiento que dio lugar a la ciudad de Salamanca.
En aquella época, entre los siglos VII y IV antes de Cristo, los originarios pobladores se asentaron en el cerro de San Vicente, un lugar elevado, por encima de las húmedas tierras de la Vaguada de la Palma y a apenas unos 60 metros del río Tormes.
Precisamente, en ese paraje, que alumbró la milenaria ciudad de Salamanca, el Ayuntamiento está adecuando la zona y creando un sendero que servirá para el esparcimiento de vecinos y visitantes y que permitirá, a través de su trazado, llegar hasta lo alto del cerro, donde hace más de 2.500 años decidieron instalarse los primeros salmantinos.
Las laderas del Cerro de San Vicente pasarán de estar sin uso en las últimas décadas a ser una nueva zona verde con senderos peatonales y miradores con vistas al río Tormes o al casco histórico de la ciudad.
En el libro 'Las fortificaciones de Salamanca. Desde los orígenes hasta la repoblación' de Carlos Macarro Alcalde, su autor explica en sus primeras páginas el origen de la ciudad y la importancia para ello del cerro en el que se asentaron los primeros pobladores.
PRIMERAS FORTIFICACIONES
La elevación sobre el río y las tierras de alrededor ayudó a elegir este punto, unas características que facilitaban la defensa del asentamiento, al que se dotó, según el responsable de la publicación, de una cerca de piedra también artificial, en "su flanco más vulnerable", en el noreste, lo que dio origen a castros protegidos.
Después, "con el tiempo", tal y como explica Macarro Alcalde, "la aldea extendió su hábitat al menos unos 100 metros hacia el noreste, incrementando la ocupación del teso en una hectárea , sin contar las laderas aterrazadas que miran a la Vaguada de la Palma, en la que se insinúan vestigios de ocupación".
NUEVO PARQUE
En cuanto al nuevo proyecto, precisamente en esa zona, está en ejecución y cuenta con una inversión de 1,5 millones. Sobre esta actuación, el regidor municipal, Carlos García Carbayo, ya destacó en su presentación que convertirá a la zona en "una gran área verde".
Además, tal y como explicó entonces, permitirá compatibilizar la función arqueológica de este espacio con la de parque urbano, espacio cultural y mirador de la ciudad, integrado en el Conjunto Histórico declarado.
Las obras, que se están llevando a cabo, servirán para crear una pequeña plaza en la base del cerro desde la que se accederá a él a través de los senderos en rampa, que se están construyendo sobre los bancales de la ladera, y tendrá también áreas para parar en la subida y disfrutar de las vistas.
A lo largo de estos senderos peatonales habrá bancos y el consistorio plantará nuevos árboles frutales, el motivo de que sean frutales es que este mismo lugar sirvió hace siglos a los religiosos de San Vicente para tener huertos en esta misma zona.