Rivero reclama que la nueva Ley de Universidades apueste por “la máxima calidad, la equidad en el acceso y el impulso de la investigación”

El rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, ha reclamado hoy que la nueva Ley de Universidades, que está actualmente en fase de anteproyecto, apueste por “la máxima calidad en la educación superior, la equidad en el acceso y el impulso de la investigación”. Rivero, quien recordó que ya se ha mostrado crítico con el texto normativo de esta nueva Ley, especialmente en lo referido a cuestiones que afectan de manera interna a la organización de los centros, reconoció que “el anteproyecto presentado no fija como sus objetivos prioritarios esos, y tiene que corregir su visión”.

Rivero realizó esta consideración durante su visita de hoy a la Feria de Bienvenida de la Usal celebrada polideportivo Miguel de Unamuno a fin de mostrar a los alumnos la oferta educativa. El rector recordó que también es crítico sobre “algunos detalles referidos al condicionamiento de las estrategias propias de las universidades”, y reveló que ha trasladado a representantes en el Congreso y en el Senado esta posición. 

"Espero que se produzcan cambios en el borrador en los próximos meses”, anunció. Mientras, el mandatario del Estudio salmantino calificó como su “prioridad número uno” el hecho de “conseguir los mejores resultados en la Universidad de Salamanca”, ya que “la responsabilidad de hacer una buena ley, compete a las instancias legislativas y educativas”.

Por otro lado, Rivero reveló algunos detalles de la reunión que pudo mantener la pasada semana con la ministra de Ciencia y Tecnología, Diana Morant. Según el rector, el encuentro tuvo como principal contenido una conversación sobre “la necesidad de coordinar, en términos orientados hacia la excelencia investigadora, el anteproyecto de Ley de Ciencia y el anteproyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario porque muchas de las oportunidades que presenta una se desaprovecharían, o no podrían desarrollarse plenamente, si no tuvieran su correspondencia en la otra”, como él observa. “La división de los dos ministerios no debería suponer una pérdida de oportunidades al tramitarse simultáneamente los dos textos”, concluyó.