Unamuno y Salamanca: la modélica simbiosis entre el escritor y la ciudad
El legado del genial literato y filósofo vasco en la capital charra, donde fue concejal de su Ayuntamiento y rector de su Universidad, se perpetúa con exposiciones, conferencias y publicaciones
7 enero, 2022 07:00Noticias relacionadas
Todos los 31 de diciembre, en torno a la una del mediodía, la sociedad salmantina tributa un emotivo homenaje póstumo a Miguel de Unamuno y Jugo frente a la escultura erigida con su imagen en la céntrica calle de Bordadores de la capital charra. Fue justo otro 31 de diciembre, ya muy lejano en el tiempo, cuando Unamuno falleció en su domicilio de la capital salmantina mientras los españoles se mataban a tiros y se desangraban por los campos de España en una sangrienta Guerra Civil que partió a la nación en dos en medio de una tempestad de odios, rencores y venganzas. Aquel 31 de diciembre de 1936 el genial literato y filósofo vasco abandonó este mundo, pero su fructífero legado intelectual ha perdurado y sobrevivido al paso de los tiempos y de ese legado también forma parte la ciudad de Salamanca, donde vivió buena parte de su vida.
El espíritu de Unamuno sigue vivo en Salamanca en pleno siglo XXI. Buena prueba de ello son las numerosas actividades culturales que viene organizando a lo largo del año la Universidad de Salamanca, la institución académica de la que fue catedrático y, sin duda alguna, su más insigne rector. En el marco de la sociedad civil, hay que destacar las actividades que promueve la Asociación de Amigos Miguel de Unamuno, que colabora también de forma muy activa con las instituciones salmantinas, tanto con la USAL como con el Ayuntamiento, para mantener vigente la figura y la obra de Unamuno en la sociedad salmantina.
Pero, sin duda alguna, el verdadero punto neurálgico del legado de Unamuno en Salamanca se localiza en su Casa Museo, situada en la calle Libreros, a unos pocos metros de la fachada plateresca de las Escuelas Mayores de la Universidad. Bajo la dirección de Ana Chaguaceda, la Casa Museo Unamuno se ha convertido en el auténtico templo que alumbra todo lo que tenga relación con el estudio y la aproximación hacia la personalidad y la fructífera producción literaria del ecritor vasco. El inmueble es, en realidad, una casona dieciochesca donde residió Miguel de Unamuno en su época de rector de la Universidad de Salamanca, entre 1900 y 1914, junto a la fachada plateresca del edificio de Escuelas Mayores. "Dependemos de la Universidad de Salamanca y dado el carácter específico de Casa-Museo de escritor, tenemos como funciones primordiales custodiar y mantener la memoria de Miguel de Unamuno, así como difundir su obra, conservar y ampliar su legado patrimonial y ofertar programas culturales y educativos acordes con la temática del centro, convirtiéndose en referencia obligada para su visita museística y su uso cultural y de investigación. Junto con la biblioteca contamos con su importantísimo archivo, fundamental para reconstruir la etapa que va desde finales del siglo XIX al primer tercio del siglo XX", señalan los responsables de la Casa Museo en su página web.
En el capítulo de exposiciones, la Casa Museo ha venido celebrando diferentes muestras tanto por iniciativa propia o por iniciativa de otras entidades públicas, cediéndoles en depósito tanto documentos de archivo, como libros u otros bienes patrimoniales con el fin de que sean exhibidos fuera del Museo. De especial importancia en los últimos lustros fue la exposición 'D. Miguel de Unamuno. Una vida en fotografías' con motivo del 70 aniversario de su muerte, celebrada en la Sala Santo Domingo de la Cruz de Salamanca, así como la muestra de sus 'Dibujos' con motivo del 75 aniversario de su muerte. A todo ello hay que sumar las diferentes publicaciones, entre las que sobresalen los Cuadernos de la Cátedra Miguel de Unamuno.
¿Dónde se nota la huella de Unamuno en la Salamanca del siglo XXI?. Por ejemplo, el escritor da nombre al campus más importante de la USAL y donde estudian diariamente millares de alumnos. Se trata del Campus Miguel de Unamuno, donde se encuentran instaladas las facultades de Medicina, Farmacia, Ciencias Sociales, Filosofía, Economía y Empresa, Biologia, Derecho y Enfermería.
Una ciudad fundamental
Salamanca fue una ciudad fundamental en la trayectoria vital de Miguel de Unamuno. En la capital charra vivió parte de su vida y en ella murió el 31 de diciembre de 1936.
El creador de obras tan importantes como 'Niebla' y 'Del sentimiento trágico de la vida' nació en Bilbao en 1864 y era hijo de un comerciante indiano. Cursó el bachillerato en Bilbao y en 1880 se trasladó a Madrid para estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras, donde obtuvo el doctorado con una tesis sobre el pueblo vasco. De regreso a Bilbao, se dedicó a dar clases particulares, hasta que, en 1891 obtuvo la cátedra de griego e historia de la lengua en Salamanca. Ese mismo año contrajo matrimonio con Concepción Lizárraga.
Vivió unos años de militancia socialista y estuvo afiliado al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) entre 1894 y 1897. En 1914 fue desposeído de su cargo de rector de la Universidad de Salamanca por declararse partidario de los aliados. Seis años más tarde, Unamuno fue procesado por escribir un artículo injurioso contra el rey Alfonso XIII. Y en 1924 Unamuno fue destituido de su puesto de rector de la Universidad de Salamanca por el general Miguel Primo de Rivera. Fue desterrado a la isla canaria de Fuerteventura y acabó refugiándose en Francia. La República le devolvió, en 1931, su cátedra de historia de la lengua española y el rectorado, en el que permaneció a pesar de haberse jubilado en 1934, hasta el comienzo de la Guerra Civil, pero fue desposeído de nuevo por haberse adherido al levantamiento del general Franco. Salamanca se sumo al bando nacional y el 12 de octubre de 1936, según atestiguan algunos historiadores, Unamuno tuvo un grave enfrentamiento con el general Millán Astray ante el grito de éste en el Paraninfo de la Universidad: “¡Muera la inteligencia!” a lo que respondió Unamuno con su famoso: “Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir”. Este incidente, que se recoge en películas como 'Mientras dure la guerra' de Alejandro Amenábar, ha sido puesto en tela de juicio por algunos estudiosos de la Guerra Civil, quienes aseguran que, en realidad, ni Millán Astray pronunció jamás esa belicosa arenga ni se enfrentó con Unamuno.
Con independencia de las polémicas históricas, lo cierto es que Unamuno fue siempre un intelectual comprometido y muy crítico con el poder. Además de ser rector de la USAL, también fue concejal del Ayuntamiento de Salamanca. Esa vertiente de compromiso político inspiró, precisamente, la última gran exposición que se ha realizado sobre él en Salamanca. Se trata de la muestra 'Miguel de Unamuno. De la pluma a la palabra', que fue inaugurada el pasado mes de octubre en la Hospedería Fonseca. La muestra abordó por primera vez, de un modo integral, la faceta política de Miguel de Unamuno a lo largo de toda su vida y su producción, en una exposición que recorrió la biografía del escritor a través de sus actuaciones en la esfera pública y en la política de su tiempo, al tiempo que revisó y puso de manifiesto su pensamiento, sus ideas, sus posiciones, e incluso sus contradicciones.
El acto de inauguración de la muestra 'Miguel de Unamuno y la política. De la pluma a la palabra', contó con las intervenciones del rector Ricardo Rivero y de los hispanistas franceses y comisarios de la exposición, Colette y Jean-Claude Rabaté. La muestra fue organizada por la Universidad de Salamanca, a través del Servicio de Actividades Culturales, y con la colaboración del Servicio de Archivos de la Universidad de Salamanca, la Casa-Museo Unamuno, el Centro Documental de la Memoria Histórica, la Filmoteca de Castilla y León, el Archivo Histórico Provincial de Salamanca y el Archivo Municipal de Salamanca.
Sin duda alguna, en este 2022 que acaba de iniciar su andadura habrá más propuestas culturales en torno a Unamuno, como publicaciones e incluso alguna nueva exposición, lo que pone de relieve que el escritor vasco sigue plenamente presente en el entramado cultural de la capital charra.