"Arribes vive un momento crucial para salir del aislamiento, que debe saber aprovechar"
El empresario de turismo rural Manuel Ángel Martín, uno de los mayores conocedores de Arribes del Duero, explica a este diario la situación actual de estas tierras del Parque Natural
21 marzo, 2022 07:00Noticias relacionadas
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Manuel Ángel Martín Hernández es un empresario de turismo rural de 56 años, que regenta junto a su mujer, Montse Amador, la Posada Real Quinta de la Concepción desde hace 25 años, en el término municipal de Hinojosa de Duero, donde el río Huebra vierte sus aguas en el Duero, y un lugar donde los naranjos, los almendros y las chumberas perfuman una atmósfera idílica de tranquilidad y naturaleza en estado puro. Un negocio que, todo hay que decirlo, no ha recibido ni un sólo euro de subvención, y, pese a ello, se ha convertido en sello de identidad del turismo rural en Arribes y también en la provincia. Convirtiéndose, además, en una de las personas con mayor conocimiento de la situación de estas tierras del Duero.
La situación de parálisis en el desarrollo de Arribes del Duero siempre ha estado en boca de todos los habitantes. La falta de iniciativa privada que venía de la mano por la ausencia de inversiones por parte de la Administración, en cuanto a servicios elementales como las comunicaciones, la brecha digital y sanitarios. Pero todo parece que ha dado un pequeño giro, a raíz de la puesta en funcionamiento del Camino de Hierro. El empresario de turismo rural Manuel Ángel Martín analiza para este diario las perspectivas presentes y de futuro de Arribes del Duero.
¿En qué situación turística se encuentra Arribes del Duero salmantinos?
Estamos en un momento muy importante, porque, al fin, hemos llegado donde queríamos llegar desde hace muchos años. Era que la Administración se volcará sobre nuestra comarca y que nos habilitará 'El Camino de Hierro'. En concreto, ese tramo de ferrocarril en desuso que se ha rehabilitado para el uso peatonal. Después de una lucha de 25 años, por fin se ha abierto al público y ahora tenemos una oportunidad por delante. Yo creo que crucial, que si la sabemos aprovechar, podremos salir del aislamiento y olvido en el que nos encontramos, sobre toda la comarca del Abadengo, en concreto lo que se denomina Arribes Sur, porque los del Norte digamos desde aquí, el río Huebra, hasta la zona de Villarino, ya lleva unos años funcionando, donde los establecimientos ya viven del turismo en temporada. Es estacional, como en todos los sitios, pero gracias a los paseos en barco, a la adecuación de miradores y demás, hay una afluencia de turistas ya considerable, pero que la zona de Arribes Sur está totalmente muerta.
¿Qué supone el Camino de Hierro para la zona?
En principio, ilusión, porque hará un año el 23 de abril en que se inauguró, que nos pilló en unas fechas un poco delicadas, después de la pandemia, y con la hostelería en la diana de que cerraban, y no hemos podido funcionar en condiciones. La iniciativa privada está un poco a la espera de ver cómo se desarrolla todo para hacer una inversión importante en esta comarca. Lo fundamental es que la infraestructura se ha rehabilitado, ya está operativa y va a hacer un año que está funcionando. La afluencia de gente de toda España, incluso muchísimos portugueses, es masiva cada fin de semana, y en primavera y verano a diario. Ahora lo que hace falta es que la iniciativa privada se lo crea, se ilusione y se instalen negocios para que podamos dar servicio a todas las personas que nos lo demandan.
¿Por qué no ha tirado la iniciativa privada en esta zona?
Pues no lo sé. Ya llevamos varios años, no sólo ahora, antes de la pandemia, ya habíamos hecho algunas personas la reflexión de que había zonas en las que hacía cinco o seis años que no se abría un solo establecimiento turístico, ni de alojamiento, ni de restauración, ni de venta de productos. Absolutamente nada. Y la verdad es que estábamos preocupados. Insisto, esto era antes de la pandemia, cuando no había esta inseguridad con la hostelería. No sabemos qué es lo que pasa, porque es curioso. Normalmente, los lugares de la iniciativa privada, la que tira, se quejan de que la administración no apoya, pero en nuestro caso, hay que decirlo claramente, que a raíz de la declaración del Parque Natural en el año 2002, Arribes ha cambiado. Todo ha cambiado, pero una barbaridad. Ha habido inversión a través de la Consejería de Medio Ambiente, y esto ha sido el remate a través del apoyo de la Diputación a la apertura del Camino de Hierro. Aparte de, por supuesto, la iniciativa privada que hemos estado aquí durante todos estos años y que hemos tirado del carro. Por ejemplo, quiero destacar los paseos en barco desde Aldeadávila, que es la empresa El corazón de las Arribes, que gracias a ellos hemos conseguido la afluencia masiva de turistas cada fin de semana y cada verano.
¿Pero el Parque Natural es fuente de desarrollo?
El Parque Natural es una marca, al fin y al cabo. Es decir, tú lo que estás vendiendo es que tienes el alojamiento, que tus productos del sector primario proceden de un espacio natural protegido, en este caso el Parque Natural Arribes del Duero. Entonces, claro que tira, pero no lo hace por sí solo. Si no hay una iniciativa privada detrás que hace una inversión para dar cabida, y hacer un llamamiento a esa demanda que hay de espacios naturales, pues lógicamente el Parque Natural por sí solo no hace nada. Pero ha cambiado. Los productores de queso y de cordero y otros del sector primario han visto que sus productos son demandados, porque vienen de un espacio natural muy bien conservado que es Arribes del Duero.
¿Se demandan los productos autóctonos por los visitantes?
Pienso que sí, aunque a lo mejor no es a una escala nacional, pero en la región yo creo que los quesos y los vinos de Arribes y las carnes tienen una demanda importante, y que son reconocidos, por lo menos, entre Castilla y León. Sin ir más lejos, la Feria del Queso de Hinojosa es de las ferias más importantes de la región, sino la más importante de estas características. La almazara ecológica de Ahigal de los Aceiteros es la única almazara de aceite ecológico que existe en Castilla y León. Los vinos de Arribes con su denominación de origen, con la uva Juan García o el Bruñal, que era una uva que no se conocía, está dando muy buena aceptación a nivel general. O sea, que los productos los tenemos, tenemos los recursos paisajísticos y naturales, también los arquitectónicos, solo nos falta al empuje de la iniciativa privada.
¿De la gastronomía de Arribes, qué me dice?
Con todos estos productos, cómo no vamos a tener una gastronomía de primera fila. La tenemos y la defendemos. ¿Pero dónde la defendemos? Si tenemos muy pocos restaurantes en la comarca. Yo lo entiendo que, al ser el turismo un sector tan estacional, en invierno quizás no hay para todos, pero ya se trabaja muy bien la temporada de primavera, verano y otoño. Estamos hablando desde el mes de marzo hasta el mes de octubre. Es una temporada larga donde uno puede defender muy bien su negocio. Perfectamente. Podría haber restaurantes en cada población del parque, ¿por qué no?
Y Portugal en todo esto que tiene que ver?
Portugal tiene mucho que ver, porque, en este caso, es lo contrario. Es la iniciativa privada la que se ha desarrollado mucho más que la iniciativa pública, turísticamente hablando en otros sectores. También las autoridades portuguesas han hecho mucha inversión, pero en el sentido turístico o natural no han hecho tanto como en el lado español. Pero en cambio, cualquier pueblecito de Portugal tiene tres restaurantes o cuatro, y los defienden como lo han hecho toda la vida. Portugal defiende sus productos. Defiende las cosas que controla y las hacen bien, modestamente, pero funciona muy bien.
"Cualquier pueblecito de Portugal tiene tres o cuatro restaurantes, y los defienden como lo han hecho toda la vida. Defiende sus productos, las cosas que controla y, modestamente, funcionan muy bien"
¿La Administración pública que tiene que decir en el desarrollo de Arribes?
Vuelvo a insistir en que hemos sido muy críticos durante muchos años con la Junta de Castilla y León y con la Diputación de Salamanca, de que nos tenían olvidados, de que los esfuerzos iban a otras zonas de la provincia de Salamanca y Arribes era la gran olvidada. Reconozco, insisto, que desde la declaración del Parque Natural en el año 2002, las cosas cambiaron y mucho. Hubo mucha inversión de la Consejería de Medio Ambiente, gracias también a la labor fundamental de la persona que encabezaba en aquel momento el Servicio Territorial, Teresa Tarazona, que fue una gran defensora de nuestro Parque Natural de Arribes.
A partir de ahí, creo que las cosas fueron evolucionando despacio, pero firmes. En todos estos años, que ya son 25, he notado que no se ha dejado de invertir en Arribes por parte de la Administración. Luego llegó la crisis del 2008 y, por supuesto, se paralizaron todos los fondos, es que se paralizó todo. Nosotros lo que pedimos de la Administración en este momento es que no nos cierren los consultorios médicos, que no nos cierren los institutos, que no obliguen a la población rural a desplazarse un montón de kilómetros lejos de sus pueblos de residencia, tanto a los niños a sus colegios, como a los mayores no tienen medio de locomoción para ir a las urgencias, Y, finalmente, que la iniciativa privada se involucre, porque podemos sobrevivir en este espacio rural de Arribes-
¿Ahora, que se habla tanto de la despoblación y de la 'España Vaciada', los pueblos de Arribes, sobre todo los bañados por el Duero, frenan su despoblación, o siguen la tónica general de abandono?
Pueblos como Villarino de los Aires o Aldeadávila de la Ribera, más o menos tienen vida, aunque siguen despoblándose, pero menos que los pueblos de interior. Lógicamente, todo lo que esté rayano al Duero tiene un porvenir diferente que las poblaciones más alejadas. Pero es por lo mismo, por la demanda turística que hay gracias a lo que hablábamos, a los diferentes paseos por el Duero, por los miradores, por las presas...
Parte importante dentro de este desarrollo turístico ha tenido que ver con la empresa hidroeléctrica asentada en la zona. En el momento en que se declara el Parque Natural y la empresa aquí asentada observa que su energía se considera como energía verde y que se demanda cada vez más en la sociedad, cambia el chip. Tal que de la noche a la mañana decide que, en vez de aislar sus instalaciones intentar que no venga nadie por ellas, lo que hace es todo lo contrario, le da bombo, incluso hace anuncios en televisión para que salgan sus presas o centrales como energía verde. Eso también ha ayudado.
Ellos apoyaron a que se implantara el barco den Aldeadávila, si no, ese barco hoy no estaría porque fue a través de sus instalaciones como se introdujo en el embalse. Uno cuenta cuando pasa el tiempo y se encajan las piezas del puzle. Pero ha sido un poco la suma también de la empresa eléctrica quien también ha ayudado, porque es todo para nosotros. Gracias también un poco a ellos porque se hicieron las presas en su momento, ahora nos podemos permitir el lujo de estar navegando por el Duero en cualquier época del año, incluido en verano y contemplar la fauna que existe en esos cañones. En estos días me acaban de confirmar que el censo de aves en Arribes se mantiene intacto, no desciende el número de especies protegidas que aquí se encuentran. Eso quiere decir que seguimos haciendo las cosas bien, que estamos aprovechando su uso, su hábitat, pero no lo agredimos y eso es una muy buena noticia. El Duero, ahora mismo, lo es todo, no solo los viñas, que es también el clima. Gracias al Duero tenemos un microclima en la zona que la convierte en un lugar privilegiado con los naranjos, los olivos, los almendros y unas temperaturas que difícilmente las vemos bajo cero. Y eso es lo que implica a tener unas primaveras muy espectaculares de floración.
¿Y con vistas al futuro?
Hay que esperar un poco, tener un poco de paciencia. Ahora, con esta incertidumbre que tenemos con la pandemia, hay que pensar que desde el 2008 saltamos de crisis en crisis, no está fácil. Entiendo que nadie se vaya a meter en un volumen de negocio como nos metimos nosotros hace 25 años, porque será más complicado que cuando lo hicimos nosotros. Es el primer establecimiento que se abrió en la zona de Arribes, cuando el turismo era cero. Todo se ha creado a raíz de esos momentos iniciales, hubo que crear las asociaciones locales, las provinciales, las regionales, hubo que trabajar mucho, abrir mucho camino para, al fin, llegar a donde estamos. En el momento en que pase un poco esta incertidumbre de la pandemia, si no lo hacemos nosotros, la iniciativa privada local, vendrán de fuera a hacerlo. Creo que estamos en un momento dulce. Es decir, se puede considerar el momento de recoger lo que hemos sembrado.
El 'Tren del Duero', la controversia al Camino de Hierro
El conocido y reivindicado 'Tren del Duero' tiene sus reservas en las gentes emprendedoras de Arribes, que son las que dan vida con sus inversiones y sus negocios. Lo dejan claro tanto Manuel Ángel Martín como Montse Amador, "un tren de Salamanca hasta Oporto y viceversa, no serviría para el desarrollo del territorio, como se demuestra con los veinticuatro de cruceros de fluviales que llegan a Barca de Alva a la semana, cuyos turistas no paran en ningún pueblo de Salamanca". Mientras que los usuarios del Camino de Hierro visitan los pueblos, compran sus productos, comen en sus restaurantes y duermen en la zona.
Consideran que a Portugal, desde Oporto a Barca de Alva, "claro que le interesa, porque cierran el círculo turístico del Duero navegable, suben a los turistas en barco hasta Barca de Alva y los bajan en tren. Esto a los pueblos de Salamanca no le interesa para nada". Además, habría que elegir, entre los senderistas caminando por el Camino de Hierro y el tren. "¿Qué hacen los turistas, sobre todo por los túneles y los puentes caminando por la vía con un tren en marcha?", apuntan. "Demasiado nos ha costado ya abrir una reivindicación eterna, como hacer un Camino de Hierro, para ahora abrir la vía", puntualizan.
Eso sí, sería bien de recibo y un importante factor turístico complementario al Camino de Hierro, "un tren turístico entre Vega de Terrón y la estación de La Fregeneda, para todos aquellos que no puedan o no quieran hacer el Camino de Hierro. De tal forma que, por la mañana se utilizaría el Camino de Hierro para los caminantes y, ya por la tarde, los viajes en tren. Eso sí sería rentable y una importante activo de atracción turística. Todo lo demás, rentabilidad nula para Arribes salmantinos. Esta opción sería la guinda al pastel".
Es más, se preguntan, en el supuesto de un tren entre Salamanca y Oporto, ¿quién se bajaría en Lumbrales, a dos kilómetros del pueblo la estación, o en Hinojosa de Duero, a otra tanta distancia, e incluso Villavieja de Yeltes?".