Antonio Romo Pedraz, conocido como el cura del barrio Puente Ladrillo de Salamanca, acaba de fallecer en su ciudad natal a los 83 años, según ha podido saber este diario.
Era un conocido párroco del barrio salmantino de Puente Ladrillo. Una persona ejemplar, humilde, valiente y llena de solidaridad. Nació en Adealengua, un pueblo cercano a la capital, un 24 de diciembre y fue ordenado sacerdote en 1964.
Fue Medalla de Oro de la ciudad de Salamanca en 2001 y Premio Castilla y León de Valores Humanos 2014. Antonio Romo ha dedicado su vida a los más desfavorecidos. En los últimos tiempos, pese a su delicada salud, seguía dedicándose a los demás. Acudía al Hospital de Salamanca donde ayudaba a los capellanes y visitaba a los enfermos.