Dos jóvenes de Cáritas Salamanca inician su voluntariado internacional en Ecuador

Dos jóvenes de Cáritas Salamanca, Alicia y Celia, iniciaron su voluntariado internacional en la ciudad ecuatoriana de Puyo, la más grande de la provincia de Pastaza, en la región amazónica del país. Una urbe de unos 33.500 habitantes con un clima lluvioso tropical, en la que se habla el español y el quichua por igual.

El vicariato apostólico de Puyo, con sede en la Catedral de Nuestra Señora del Rosario, tiene desde 1998 la jurisdicción sobre los fieles católicos residentes en la mayor parte de la provincia, repartidos en sus 20 parroquias. Una vicaría liderada desde aquel año por el obispo Rafael Cob García, un sacerdote burgalés afincado en el país.

Según explicó la institución mediante un comunicado, la Diócesis de Puyo lleva años manteniendo un contacto de colaboración estrecha con las Cáritas de Valladolid y Burgos. Por ello, resultaba “el lugar ideal” para esta nueva aventura de voluntariado orientada a jóvenes de entre 20 y 30 años de toda la región. Tras un proceso de selección, fueron una decena los elegidos entre las diocesanas de la comunidad, incluyendo Ciudad Rodrigo, Valladolid, León, Palencia, Burgos y Salamanca.

El concepto de voluntariado internacional es novedoso en Cáritas. “La red de voluntarios es fundamental para poder realizar nuestra misión; son miles de personas de todas las edades trabajando juntas para cambiar las cosas, comprometidas con los más vulnerables, luchando contra injusticias como la pobreza o la exclusión social”, explicó la organización. Esta forma de ayudar y contribuir a un mundo más justo se suele plantear a nivel local, por eso el concepto de voluntariado internacional de corta estancia resulta “tan y atractivo”. Un proyecto impulsado por Cáritas Castilla y León que vincula a los jóvenes con otras realidades, y arranca este mismo verano con una duración de un mes.

Alicia y Celia, las representantes de Cáritas Salamanca, son dos educadoras sociales que ya llevaban tiempo como voluntarias en la ciudad. Alicia, en el Centro de Día de Tratamiento de drogodependencias y Celia, en Casa Samuel para personas con VIH.
Para Alicia, su principal motivación era conocer una realidad completamente diferente. “Me permite ser capaz de obtener una nueva perspectiva y de aprender y ayudar de las diferentes culturas que nos rodean”, aseguró a Cáritas. “He venido sin expectativas y no paro de sorprenderme a cada rato. Solo llevamos unos días, pero está siendo muy enriquecedor”, añadió.

Proyectos de intervención socioeducativa

El obispo Rafael Cob García, un sacerdote burgalés afincado en el país

Por su parte, la mayor motivación de Celia es participar en proyectos de intervención socioeducativa de Cáritas. “Creo que probar nuevas experiencias y ver diferentes culturas es algo enriquecedor que nos permite adaptar nuevas metodologías a diferentes contextos y seguir formándome y ayudando desde el ámbito de la Educación Social”. Sus primeros días en Puyo se están desarrollando incluso mejor de lo esperado. “Estoy encantada, y aunque acabamos de llegar y estamos observando la vida, costumbres y contexto sociopolítico de Puyo, creo que hay mucho que hacer y de lo que aprender aquí”, afirmó.

En las próximas semanas, los diez voluntarios españoles repartirán su tiempo entre un campamento urbano de actividades en el proyecto Encuentro, una semana en el parque natural La Misión de Canelos en plena selva amazónica en el que trabajarán con comunidades indígenas, y una semana de trabajo en las Cáritas del vicariato, donde tomarán contacto con miembros de Cáritas Ecuador vinculados a la Red Eclesial Panamazónica.