Observar el derribo del antiguo Hospital Clínico Universitario ocasiona una pena muy grande. Así se expresan muchos ciudadanos cuando acuden al nuevo Hospital o los edificios adaptados de consultas, antiguo maternidad y ambulatorio Virgen Vega. Es que, después de casi ocho meses de que fuera desalojado, este emblemático edificio, que componía la estampa de la ribera del Tormes, va desapareciendo su estructura poco a poco. Como si a dentelladas se la fuera comiendo un fantasma.

Es que el Clínico de Salamanca, un día referencia, fue el lugar por donde todos hemos pasado, para bien o para mal. Lugar de consultas, pero también de hospitalización, operaciones, visitas, muertes... Era un lugar más en las vidas de los salmantinos, tanto de la capital como de la provincia.

El Hospital Universitario de Salamanca (HUS), conocido como Clínico, se inaugura en 1976 y se estableció un acuerdo con el Instituto Nacional de la Salud (INSALUD) para la atención de pacientes con prestaciones sanitarias de la Seguridad Social. Y, tras 47 años de utilidad llega a su fin.

La previsión de la Junta de Castilla y León es que los trabajos estén completados antes de verano, aunque los plazos podrían ser otros más cortos. Sea como fuere, en la misma parcela se levantará un nuevo bloque para las consultas externas con 170 consultorios y 27 salas de curas.

Demolición del Clínico de Salamanca

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