Dar un paseo por estas vías se puede observar como en el tramo hasta Valdunciel están levantando las raíles para convertir el tramo hasta en Camino Verde. Existe un debate entre dejar la vía para una posible reapertura porque es rentable, o aprovechar el trazado para fines turísticos, como ya sucede entre Béjar y Baños de Montemayor (Cáceres), o mismamente el trayecto desde Carbajosa de la Sagrada hasta Alba de Tormes. Un trayecto, este último, que ahora se está ampliando desde Alba a Guijuelo.
Los partidarios del Camino Verde, como los ayuntamientos de Béjar en su día, Alba de Tormes, Carbajosa de la Sagrada, Guijuelo o Villares de la Reina estiman que es más rentable el turismo natural, porque existen muchas personas que salen a pasear o hacer deporte, y luego, ya se quedan a comer por los pueblos de la zona. Algo que consideran es turismo y, por tanto, dinero.
Por ello, la Asociación Vía de la Plata Salamanca-Sur avanzó en el impulso de la Vía Verde de la Plata Salamanca-Sur tras la firma de un contrato con Adif para regular el uso de los terrenos de un tramo cerrado de la línea Plasencia a Astorga a su paso por varios municipios salmantinos.
Estos ayuntamientos son Navalmoral de Béjar, Sanchotello, Fresnedoso, Ledrada, Fuentes de Béjar, Guijo de Ávila, Guijuelo, Pizarral, Montejo, Pedrosillo de los Aires, La Maya, Fresno Alhándiga, Siete Iglesias de Tormes, Encinas de Arriba y Alba de Tormes, lo que supone un tramo de 56,367 km de longitud de la vía férrea.
De esta forma, estos municipios crearán itinerarios accesibles y seguros reutilizando antiguos trazados ferroviarios, en líneas cerradas y sin servicio en la actualidad, para promover el desarrollo de los mismos con el programa Vías Verdes, que genera empleos directos e indirectos en zonas rurales, aumentando a su vez la actividad económica y el sector del comercio vinculado al turismo.
Las cámaras de Comercio piden reabrir el tren Ruta de la Plata
Pero existe otra iniciativa, que parte de los mismos empresarios y sectores económicos de la España Vaciada, como las cámaras de Comercio, quienes piensan lo contrario que los ayuntamientos. Para el sector empresarial, habría que reabrir la Ruta de la Plata ya que sería posible para el transporte de mercancías y flujo de personas, vertebrando el eje norte y sur por Castilla y León y Extremadura, dos zonas en fuerte proceso de despoblación.
De esta forma, mediante "el consenso y la iniciativa" de unas doce cámaras de comercio en las provincias por donde transcurre la Ruta de la Plata, buscan reconectar el oeste peninsular por un ferrocarril "moderno y seguro", asegura a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León desde la Cámara de Comercio de Salamanca. Por este motivo, "todas a una", apoyaron el manifiesto conjunto hecho público, este mes hace un año, en Salamanca. Eso sí, dejan claro que lo firman "siempre y cuando recupere e introduzca las necesarias mejoras en el trazado existente y, además, pare en las comarcas por donde transcurre".
Así, las cámaras de Comercio apuestan por "un tren de altas prestaciones, electrificado y con las mejoras estructurales suficientes", como las realizadas en las carreteras nacionales que han supuesto "unas enormes inversiones", sobre el trazado público actual.
El trasfondo político
También existe un trasfondo político. Como las promesas electorales de los partidos políticos mayoritarios para la reapertura de la vía ferroviaria, que han quedado olvidadas en el limbo de los tiempos. Por eso, los partidos no se pronuncian claramente sobre la reapertura del eje ferroviario Sevilla-Gijón en la propuesta de la Red Transeuropea de Transportes.
Recientemente, el Partido Popular, en el ámbito de Congreso y Senado, ha pedido que se incluya la Ruta de la Plata para un desarrollo, otra vez, como infraestructura ferroviaria. Pero choca, sin embargo, con los ayuntamientos del PP de Carbajosa, Alba de Tormes o Guijuelo, por ejemplo, e incluso ahora con el de la ciudad de Salamanca, que apuestan más por la Vía Verde.
Estos ayuntamientos, gobernados por alcaldes del PP, alegan que "no son incompatibles, porque la vía ferroviaria como tal, que estaba abandonada, se puede reconvertir en Vía Verde y hacer un nuevo trazado paralelo, ya adecuado a todos los nuevos convoyes y demás maquinaria moderna".
Y el PSOE, sin embargo, no lo incluye en ninguna propuesta, ya que informan a este diario, "se quiere priorizar más toda la situación de las autovías y autopistas", y, más priorizar el Corredor Atlántico, entre Y. Sin embargo, los socialistas de Castilla y León sí piden incluir el ferrocarril Ruta de la Plata.
Sea como fuere, al final no saben ni lo que quieren las mismas organizaciones políticas. Unos dicen una cosa, otros dicen otra. Eso sí, los que tienen claro lo desean son los leonesistas de la UPL, quienes dejan claro que "no se comprende que, mientras que Europa señala al tren como uno de los mejores medios de transporte a presente y futuro, el Gobierno de España y los partidos mayoritarios en Madrid y Castilla y León se dediquen a levantar las traviesas y railes de infraestructuras ferroviarias como la de la Vía de la Plata, y acto seguido convertirlas en simple chatarra".
Recuerdan que no es casualidad que las tasas más altas de envejecimiento y de pérdida de población se centren un año sí y otro también en Zamora, León y Salamanca, así como en las provincias que limitan con la Región Leonesa, el caso de Cáceres, sino que todo ello es la derivada de la baja inversión en nuestro territorio en forma de infraestructuras y prestación de servicios que vienen perpetrando tanto el gobierno estatal como el autonómico birregional".
Una línea estratégica con las vías abandonadas o desmanteladas
Los casi cuarenta años sin trenes (finales de 1984) han originado que la mayoría de la línea férrea esté abandonada o desmantelada en diversos tramos a su paso por Castilla y León, como son las provincias de Salamanca, Zamora y León.
Decíamos que Bruselas vuelve a incluir la Ruta de la Plata en la red global de corredores ferroviarios y de transporte en Europa (Red TEN-T). Es que la importancia histórica, geográfica, social y económica de esta línea ferroviaria era crucial, ya que vertebraba, es decir, cruzaba España de norte a sur, es decir, desde Gijón a Sevilla. De por medio quedaban municipios y ciudades de la importancia de Astorga en León, Benavente y Zamora capital, Salamanca, Guijuelo y Béjar, o la misma Plasencia en Cáceres.
Esta es una reivindicación de las asociaciones económicas, como las cámaras de Comercio, y de algunas formaciones políticas, amén de diversas asociaciones en pro del tren, en unos territorios que se quedaron sin tren tras la clausura del trayecto entre Astorga y Plasencia el 31 de diciembre de 1984. Es que las últimas decisiones y olvidos pensados de la administración pública chocan con las esperanzas de una hipotética reapertura. Solo recordar, nuevamente, que en abril de 2022, Adif acordó la cesión de un tramo de 56 kilómetros entre Navalmoral de Béjar y Alba de Tormes para ampliar la vía verde existente. Quince municipios integrados en la Asociación Vía de la Plata Salamanca-Sur encargados de gestionarla durante los próximos 20 años, con el fin de dinamizar turística y económicamente su entorno.
Historia de un eje de comunicaciones
A modo de historia, solo recordar que el eje de la Ruta de la Plata tiene orígenes muy antiguos y se remonta a la época del dominio romano en España. Los ingenieros romanos diseñaron una vía de comunicación muy importante entre Emérita Augusta (Mérida) y Astúrica Augusta (Astorga), conocida como Vía de la Plata. Una calzada que unía Mérida, la capital de la Hispania Lusitania de los romanos, y Astorga, el cuartel general de los romanos en las guerras cántabras. Era el eje que comunicaba el norte y el sur de la Península. Un camino militar por el que las legiones llegaban a Lusitania.
Un trayecto que continuaba entre Mérida y Sevilla y entre Astorga y Gijón, que formaba un eje norte – sur de la Península Ibérica de comunicación directa sin tener que pasar por el centro de la península, algo que acontece en este momento si se quiere viajar en tren. En 1896 se inauguró la vía férrea Ruta de la Plata que se mantuvo activa hasta inicios de 1985 para viajeros y hasta 1995 para mercancías, es decir, casi un siglo de actividad. Las consecuencias han sido que todas las mercancías y viajeros han de circular por Madrid, lo que supone mucha más distancia en kilómetros, sino más tiempo en el servicio de transporte.
A modo de resumen, decir que en el oeste español, es decir, en este territorio de frontera, se vive una situación de despoblación galopante. Y se puede decir, como bien aseguran desde las cámaras de Comercio o del propio CES de Extremadura, "por no tener con un corredor de transporte ferroviario, como tienen otros territorios. Además, el Corredor Oeste – Ruta de la Plata tendría otros muchos valores y servicios, en tiempos de innovación, energías renovables y digitalización. Ya que el mismo no sólo sería una vía ferroviaria de viajeros y mercancías, sino que de por medio estaría el transporte de hidrógeno verde.