Santa Marta de Tormes se ha convertido en un municipio referencia en cuanto a su vida cultural. Son varios los museos que acogen tanto exposiciones fijas como eventuales, tal es el caso del Museo del Grabado, que presenta una interesante exposición con Miguel de Unamuno, el que fuera rector de la Universidad de Salamanca y pensador universal, como protagonista.

Así, la exposición 'Bajo pluma de mujer. La correspondencia femenina de Unamuno', fue inaugurada por la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes, Silvia González. Esta es una amplia muestra que estará abierta hasta el 30 de noviembre.

Durante el acto de estuvieron presentes también el nieto del protagonista de la muestra, Pablo de Unamuno; la directora de la Casa-Museo Unamuno y comisaria de la exposición, Ana Chaguaceda, y el responsable de Promoción Cultural, Jesús Bustamante, además de la concejala de Igualdad, Juani Rubio, y el concejal de Turismo, Juan Carlos Bueno.

Se trata de un proyecto expositivo producido por la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y la Casa-Museo Unamuno de la Universidad de Salamanca, programada en este equipamiento con la colaboración de la Diputación de Salamanca y el Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes.

La exposición se basa en la investigación emprendida por la Universidad de Salamanca en torno a una extensa selección de cartas enviadas a Miguel de Unamuno en el primer tercio del siglo XX, que se encuentran depositadas en la Casa-Museo Unamuno de Salamanca. Se trata de un proyecto de gran envergadura compuesto también por material audiovisual del que se ha hecho una selección que es la que se muestra en Santa Marta.

Además, y como quiso recordar Chaguaceda, la muestra está dedicada a Josefina Cuesta, profesora de Historia Contemporánea de la Universidad ya fallecida y que “fue la primera que tuvo curiosidad por saber qué relación tenía Miguel de Unamuno con las mujeres y la sorpresa fue mayúscula. De las 25.000 cartas que conservábamos en la Casa-Museo escritas por personas de todo el mundo, había 600 mujeres que se habían relacionado con Miguel de Unamuno de una manera muy cercana a través de carta, y este era un material totalmente desconocido que en parte podemos ver hoy aquí”.

Como señaló la responsable de Cultura durante la presentación, “acoger en Santa Marta una exposición de este calado es un orgullo para nosotros y también una evidencia de que nuestra apuesta por la cultura sigue avanzando. Somos un municipio que ha visto pasar por sus salas a auténticos referentes de las artes como el que hoy presentamos y que, en este caso, comparte protagonismo con las más de 600 mujeres que le escribieron y que gracias a esta exposición podemos conocer más a fondo”.

Las profesoras de la USAL Maribel Rodríguez Fidalgo y Adriana Paíno Ambrosio, junto a Ana Chaguaceda Toledano, directora de la Casa-Museo Unamuno, son las comisarias de este montaje, que integra un material testimonial de gran valor y riqueza, desconocido hasta la fecha, como es el del papel de las mujeres en esa época, los cambios que experimenta la sociedad, una aproximación a los líderes culturales y políticos del momento y la multitud de inquietudes vitales que todas ellas quieren compartir con el célebre pensador. Bajo los renglones de estas cartas asoma también una particular imagen de Miguel de Unamuno que se desprende de las respuestas que las emisarias buscan en él.

El corpus epistolar femenino lo componen las cartas de más de 600 mujeres entre las cuales se han seleccionado para los paneles expositivos nombres tan conocidos como Carmen de Burgos, Enriqueta Carbonell, Concha Espina, Carmen Conde Abellán, María Luisa García-Dorado Seirullo, Lola Membrives, María de Maeztu, Margarita Xirgu, Emilia Pardo Bazán, Concepción del Valle-Inclán, Gabriela Mistral, Sofía Casanova, Matilde Brandau, Eugenia Astur, Magda Donato, Margarita Ferreras, Ángela Barco, Josefina de la Serna, Mariblanca Sabas Aloma, Renée Lafont y Regina Lamo de O’Neill. Una veintena de paneles ofrece perfiles de estas mujeres y reproduce algunas de las cartas más significativas.

“Uno de los objetivos era dar a conocer a través de Unamuno a estas mujeres, pero al final hemos logrado un objetivo un poco inesperado y muy bonito, con historias sorprendentes e íntimas”, concluyó la comisaria de la muestra.

Asimismo, la exposición se complementa con una colección de dibujos, postales, fotografías, telegramas, telefonemas, tarjetas postales y de presentación que también hicieron llegar al escritor mujeres desde diversas partes del mundo. La exposición reproduce epístolas, manuscritos, fotografías y recortes de prensa de la época que guardan relación con la correspondencia femenina.

También se incorporan a la muestra reproducciones de las figuras de papiroflexia que Miguel de Unamuno elaboraba frecuentemente, una afición al que él denominaba ‘cocotología’ y que comparte su nieto, Pablo de Unamuno, que ha elaborado las reproducciones que se exponen en Santa Marta.

Por su parte y durante la presentación, Pablo de Unamuno quiso recordar el vínculo con las mujeres que tenía su abuelo, huérfano de padre desde muy pequeño y que siempre aseguró que “vivió su niñez entre sayas negras y rezos”. El nieto de este ilustre de las letras aseguró además que la mujer fundamental en la vida de Unamuno fue sin duda su única mujer, Concha, a la que dedicó estas palabras pensando en el momento en que la conoció y estaba pensando en ser santo: “Iba de corto, sus cortas faldas dejaban ver las lozanas pantorrillas, su pecho empezaba a alzarse, la trenza le colgaba por la espalda y sus ojos iban iluminando su camino, y mi soñada santidad flaqueaba”.

Durante la presentación de la exposición que resultó emotiva y nostálgica, Pablo mencionó por primera vez a otras mujeres “como de la familia” a las que Miguel de Unamuno estuvo siempre muy ligado, como Julia, que formaba parte del servicio y que para él fue siempre muy importante y que su nieto quiso mencionar con motivo de la exposición.

De esta forma, la muestra que se puede visitar hasta el 30 de noviembre en Santa Marta, es una manera diferente de acercarse a la figura de Unamuno, a través de sus conversaciones y sus objetos más personales, y una manera también de acercarse a personalidades femeninas de la época y a las mujeres más allegadas del escritor y filósofo estrechamente ligado a Salamanca.