El habla es algo más que una herramienta útil para comunicarse las personas. Es también una seña de identidad de la comunidad que lo hace suyo y que, aplicado al territorio, con sus respectivas y particulares peculiaridades, es lo que origina las hablas, como se dice por Salamanca. Tal es así, que la provincia salmantina es muy rica en esta materia, ya que en la misma se dan cita muchas situaciones históricas y culturales, ya que fue paso de diversas civilizaciones e, incluso, existen zonas como La Ribera o el Rebollar que tienen su propio dialecto.

El conocimiento de que una palabra o expresión es charra -como se conoce a los nativos de Salamanca, charros-, no será novedad para quienes que han crecido con ella o la han aprendido después de residir en Salamanca. Quizás muchas personas ignoran si es también patrimonio de otras partes. Vamos a utilizar solo los vocablos que se usan en Salamanca y solo en Salamanca, que es lo que se conoce como salmantinismo, es decir, el vocabulario charro usado en esta provincia.

De ir 'pahí' hasta 'candar' la puerta hasta'

Estamos en casa sentados en el escaño, y conté que "me soñé" que había "caído" la botella cuando subía a los "chocones" de la feria. Pero como a la tarde quería ver una película buscaba comprar "galguerías o galgás", que no gominolas. Ya "barruntaba" el otro día que "no es un auténtico verano sin los helados del Novelty". Es que, como buen salmantino, presumo de hablar el "mejor castellano". Pero estaré más orgulloso cuando me llamas "charro".

Salgo acompañado y pregunto, "¿has candado?", se entiende que la puerta, dejando medio abierto el "aburaco" de la gatera. Es que salimos, porque vamos "pahí", porque "paquí" ya no ha nadie. Para ir "pallí", donde hay rapazas, "atrochamos", porque el camino es más corto. Es que habíamos quedado a las "seis y cuarto debajo el reló", porque pensé que "a las siete en el Toscano". Quería ir de pinchos por Van Dyck a comer "huevos rotos con farinato" de La Encina.

Bueno, y que "¿el jamón?, hombre, de Guijuelo". Pero antes vamos a "zamparnos una chanfaina en el Vallejo".

Es invierno, y pregunta la quiosquera "ay 'mi niño', que tenías frío y te has puesto el "chambergo". Es que, a la orilla del río Tormes hay una "cencellada" espectacular de blanca y bonita, pero tenemos miedo de que "se nos congelen las manos".

También voy a la tahona para comprar un "hornazo", aunque sin querer, algunas nos "añusgamos" por meter en la boca más de lo que "cabe". Es que, para pasar el rato no hacemos más que "armar", y "armando" un poco creo que tengo "berretes" del chocolate con churros, porque los "chochos" están salados y se pueden comer. Aunque, todo hay que decirlo, que tengo azúcar y "de guindas a brevas" como alguna "perronilla".

Voy 'pallí' a comer una chanfaina, y espero no "añusgarme'

"¿Qué pasaaaaa?", dije yo. "¿Lo qué?", me pregunta un "carrilano" que pasaba al lado, pero no iba con él, sino lo bonitas de unas "calcomonías" que tenían unos niños en la piel, que estaban "recolgándose" en unos árboles de La Alamedilla.

Es que, mira "mi niña", me compré una "pelliza" y cuando llegué a casa y la probé, "mira por dónde" que tengo que "descambiarla" porque tiene roto un "ojal". Pero ya es "la mediodía" y debe estar cerrado el comercio. Es como cuando en la escuela estaba "ahibado" y suspendía los exámenes. Es que antes, en el recreo me habían hecho "una pitera", que menudo "chaperón" cuando lo vea mi "agüelo".

Y, con esto, como la tienda de la esquina, bajo "la trapa", porque el niño que suspendió es muy "majo". Es que, "Quod natura non dat, Salmantica non præstat". Aquellos tiempos de "Si-Man-go, en Simago" de la calle Toro.

Para finalizar, ya se sabe, "Salamanca, arte, saber y toros" y como dice "El Mariquelo" cuando "sube a la Catedral": "Con poderío, el límite es el cielo".

"Quod natura non dat, Salmantica non præstat" - Lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta

Variado léxico salmantino

Ahibado: que no se está enterando de nada.

Añusgarse: atragantarse.

Atrochar: tomar un atajo.

Berrete: manchas alrededor de la boca tras comer o beber algo.

Caer: tirar o hacer caer algo o a alguien.

Calcamonía: por calcomanía.

Candar la puerta: cerrar la puerta, incluso sin llave.

Carozo: hueso de la aceituna.

Chambergo: antiguamente era un abrigo.

Chocho: altramuz

Cencellada: hielo o escarcha.

Jariego: en La Ribera, aldeanos que habitan entre las jaras o jarales.

Sape: voz para ahuyentar al gato.

Sarduño: de semblante serio.

Noticias relacionadas