Aunque parezca increíble, la política, a pesar de lo que digan los grandes líderes, es impredecible. Es el caso de Candelario, un bonito pueblo a escasos kilómetros de Béjar, donde gobernaba el PSOE, desde hace varias legislatura, y la construcción o el anhelo de construir una residencia de tercera edad, une a partidos antagónicos.
Tal es así que, en un concurrido pleno celebrado esta mañana, los dos votos -o dos concejalas- del PP se han unido a otros dos de IU -suman cuatro, mayoría absoluta sobre siete- para arrebatar la Alcaldía, mediante una moción de censura, al socialista Pablo Hernández. De esta manera, la popular Elvira Fernández es la nueva alcaldesa de Candelario, de la mano con el portavoz de Izquierda Unida y quien también fuera secretario provincial, Miguel Rodero.
A este respecto, el acuerdo entre PP e IU parece estar motivado por el interés en retomar el proyecto de la residencia de mayores que se cerró en Candelario en 2013. Como bien recuerda el PSOE, entonces gobernaba el PP, quien ahora desea regresar al proyecto. Además, Pablo Hernández se reafirmaó en que desde el PSOE llevaron a cabo iniciativas para intentar recuperar la residencia, pero que no contaron con la Junta de Castilla y León para poder seguir adelante, gobernada por el PP, y, ahora, la consejera Isabel Blanco tiene en su mesa apoyar el proyecto, o dejar en evidencia a la actual alcaldesa.
En su defensa, en el pleno, según recoge ICAL, Hernández respondió a las críticas del PP, en el sentido de que "habían venido a sacarles las castañas del fuego, ante la inoperancia de los socialitas y de que no contaban con el resto de concejales para gobernar, afirmando la falta de compromiso de ellos a la hora de llegar a acuerdos, calificando de “mentiras” las explicaciones ofrecidas en esta moción de censura. Así, afirmó que durante los ocho años que estuvieron en el Gobierno municipal, llevaron a cabo diferentes trabajos e intentaron llegar a acuerdos con el resto de ediles. Además, destacó que dejan las cuentas municipales “en muy buena situación”, con un ahorro superior a los 800.000 euros frente a los 200.000 que se encontraron cuando accedieron al poder.
Esperando que los nuevos socios de Gobierno sean capaces de gestionar los fondos europeos de los que disponen, trasladó un consejo ante una sala de plenos abarrotada: “Cuídense mutuamente de sus socios, vigílense y desconfíen unos de otros porque han demostrado habilidades para el engaño, y que son capaces de saltarse cualquier compromiso y lealtad”, sentenció.
Por su parte, el edil de Izquierda Unida, Miguel Rodero, señaló que para entender este acuerdo deben comprender “que no es de siglas, sino con personas de Candelario”, un municipio de algo más de 800 habitantes, que “no es un pueblo de funcionarios donde las normas se puedan establecer con un criterio poco objetivo”. Pero en cambio, sin querer “caer en la ingratitud” de no agradecer el trabajo, “la mayor parte positiva”, a los socialistas durante los años al frente, afirmó que “se van a acabar los contratos a dedo, las prevendas y las malas prácticas”, acusación que los socialistas negaron haber realizado rotundamente en un acto que terminó con un apretón de manos entre la nueva alcaldesa y el edil desbancado.
Al margen de otras cuestiones, el PSOE ve con preocupación la coalición que han formando PP e Izquierda Unida, y exige explicaciones a las respectivas direcciones de ambas formaciones a nivel provincial, autonómico y nacional. Una coalición formada, en teoría, por concejales con programas electorales, ideologías y objetivos muy alejados y distantes unos de otros. El tiempo dará o quitará razones y, al final, el pueblo decidirá.