Reivindicación del campo: los agricultores se levantan contra la desigualdad de precios
Las OPAS de Salamanca han liderado una protesta, con cerca de 80 tractores, frente a grandes superficies demandando justicia en los precios y un etiquetado transparente.
14 febrero, 2024 12:17Noticias relacionadas
Nueva jornada de protestas en Salamanca, con cerca de 80 tractores, 300 personas y 10 vehículos particulares de apoyo, según ha informado la Subdelegación del Gobierno de Salamanca, en la que ha destacado la creciente frustración en el sector agrícola. Las Organizaciones Profesionales Agrarias de Salamanca (OPAS) - Coag, UPA, Asaja y UCCL - han convocado una protesta frente al Carrefour de la localidad para llamar la atención sobre la “excesiva diferencia” de precios entre lo que se paga a los productores y lo que se cobra a los consumidores.
Este nuevo capítulo de lucha se inscribe en una serie de acciones reivindicativas, siguiendo el descontento previo por la política agraria de la Unión Europea, pero centrándose ahora en el corazón del consumo masivo: las grandes superficies comerciales. Los protagonistas del campo salmantino denuncian una realidad insostenible: la venta de sus productos a precios ínfimos en comparación con lo que posteriormente se cobra al ciudadano en el punto de venta. “Es una injusticia flagrante que el consumidor pague hasta diez veces más de lo que percibe el auténtico artífice del producto, el agricultor y ganadero”, detallan.
La protesta no sólo se circunscribe a la cuestión de precios. Las OPAS refutan vehementemente las alegaciones de las asociaciones comerciales sobre márgenes de beneficio reducidos. Ponen en tela de juicio casos como el de los kilos de patatas adquiridos a 15 céntimos por los agricultores y vendidos a 1,2 euros al consumidor final. Paralelamente, las organizaciones exigen un cambio radical en el etiquetado de los productos, reclamando claridad y honestidad para evitar el engaño y la confusión en los consumidores sobre el origen real de los alimentos.
En el plano regulatorio, las OPAS demandan que los productos importados a la Unión Europea estén sujetos a los mismos rigurosos controles fitosanitarios y administrativos que se imponen localmente. Este requerimiento no es menor, pues busca asegurar que los europeos no consuman, inconscientemente, alimentos tratados con sustancias prohibidas en la UE.