Leyenda, historia y consumo: tras la senda de los Reyes Magos
- Cada 6 de enero, cuando el eco de los villancicos aún resuena y las luces navideñas titilan tímidamente, los Reyes Magos hacen su entrada triunfal en la memoria colectiva.
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Las navidades son unas fechas de gran alegría, sobre todo para los pequeños de la casa. Con gran ilusión se esmeran en poner la estrella en lo alto del árbol de Navidad, en colocar las figuras del Belén, en tocar la pandereta y cantar villancicos en la función del colegio y, cómo no, en escribir la carta a Reyes Magos.
Después de la emoción de ver la Cabalgata de Reyes, sus carrozas y de recoger caramelos, en casa entran las prisas por poner unos dulces para los Reyes Magos, comida y agua para los camellos, y colocar los zapatos para que dejen allí los regalos -antaño los dejábamos en la ventana, helara, lloviera o cayeran piedras del cielo-. Es un ritual cargado de expectativa, una pausa antes de la magia que se desvelará al amanecer.
Cada 6 de enero, cuando el eco de los villancicos aún resuena y las luces navideñas titilan tímidamente, los Reyes Magos hacen su entrada triunfal en la memoria colectiva. Esta tradición, que mezcla lo religioso, lo histórico y lo mágico, es una de las más esperadas del calendario que se inicia la tarde/noche del día 5 de enero.
Desde días antes, las calles de pueblos y ciudades se preparan para recibir a Melchor, Gaspar y Baltasar. Los niños escriben cartas cargadas de ilusión, depositándolas en buzones mágicos o entregándolas en persona a los pajes reales. En esas misivas no solo se piden juguetes, sino también deseos sinceros, como salud, paz y unión familiar.
La víspera del gran día, las cabalgatas iluminan la noche. Carrozas adornadas con esmero recorren las calles, esparciendo caramelos que los más pequeños recogen con entusiasmo. Melchor, con su barba blanca, encarna la sabiduría. Gaspar, de cabello castaño, simboliza la juventud. Baltasar, con su piel oscura, representa la diversidad de los pueblos. Juntos, son un recordatorio de la universalidad de la esperanza.
Madrugones alegres
El 6 de enero llega con madrugones alegres y risas que llenan las habitaciones. Los regalos, cuidadosamente envueltos, esperan bajo el árbol. A menudo, los pequeños encuentran también alguna sorpresa menos dulce: un pedazo de carbón de azúcar, recordatorio de que no todo es perfecto, pero siempre hay espacio para mejorar.
Esta festividad no es solo un homenaje a la visita de los magos de Oriente al niño Jesús, sino también un legado cultural que refuerza la unión familiar y la esperanza en el futuro. Así, los Reyes Magos nos enseñan que la magia no reside solo en los regalos, sino en los momentos compartidos y en la fe en los sueños.
Aunque es una época de gran disfrute también para los padres, al ver y compartir la ilusión y la fantasía de sus pequeños, siempre llega un día en que todo cambia. "Papá, mamá, ¿quiénes son los Reyes Magos?, ¿de verdad que vienen de Oriente?, ¿cómo pueden llevar en una sola noche juguetes a todos los niños del mundo?, y los camellos, ¿cómo entran en el salón?".
¿Eran hombres o mujeres? ¿Seguían alguna estrella? Ni siquiera sabemos si fueron reyes, ahora dicen que eran magos, hombres de astrología de aquellos tiempos, conocedores de los que sus ojos y alguna pequeña lente le permitían observar. Nuevas y viejas elucubraciones sobre Melchor, Gaspar y Baltasar mantienen viva una intriga apasionante desde los primeros años de su conocimiento y que no es ajena a científicos, teólogos e historiadores.
El relato bíblico
Los Reyes Magos de Oriente -o simplemente Reyes Magos- es el nombre por el que la tradición cristiana denomina a los visitantes que, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.
Los Evangelios solo hablan de 'magos', en ninguna parte se indican sus nombres, ni que fuesen reyes, ni que fueran tres -número que posiblemente se deba a la cantidad de obsequios ofrecidos-. Estas creencias fueron agregadas varios siglos después y se han mantenido en la tradición popular.
¿De dónde venían? Según la creencia católica, estos magos eran representantes de religiones 'paganas' de pueblos vecinos, que los Evangelios ven como las primicias de las naciones que aceptarán la religión católica. Es poco lo que el Evangelio de Mateo menciona sobre los Magos de Oriente. En particular, no refiere un número específico de ellos aunque sí se menciona que entregaron tres regalos.
Nacido Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?". Evangelio de Mateo (2, 1-2), versión Reina-Valera, 1960.
"Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra". Evangelio de Mateo (2, 11), versión Reina-Valera, 1960.
La noticia inquietó al rey Herodes, quien convocó a los magos en secreto. Les pidió que, cuando encontraran al niño, regresaran a informarle para que él también pudiera adorarlo. Sin embargo, Herodes planeaba matar al niño, temiendo que este nuevo "rey" fuera una amenaza para su trono.
La historia de los Reyes Magos es un relato tradicional que se encuentra en el Evangelio de Mateo (2:1-12) y forma parte de las narraciones sobre el nacimiento de Jesús en la tradición cristiana. Esta historia combina elementos históricos, simbólicos y culturales que han evolucionado a lo largo de los siglos.
La noticia inquietó al rey Herodes, quien convocó a los magos en secreto. Les pidió que, cuando encontraran al niño, regresaran a informarle para que él también pudiera adorarlo. Sin embargo, Herodes planeaba matar al niño, temiendo que este nuevo "rey" fuera una amenaza para su trono.
Guiados nuevamente por la estrella, los magos llegaron a Belén, al lugar donde estaba el niño Jesús junto a su madre, María. Se postraron ante él y le ofrecieron tres regalos: oro, incienso y mirra, cada uno con un significado simbólico: Oro: representa la realeza de Jesús como Rey de Reyes. Incienso: simboliza su divinidad y conexión con Dios. Mirra: es un aceite utilizado en la preparación de cuerpos para el entierro, prefigurando la muerte de Jesús.
Después de adorar al niño, los magos recibieron un sueño en el que se les advertía que no regresaran a Herodes. Por ello, tomaron otro camino de regreso a su tierra.
Con el tiempo, en países de tradición católica, se adoptó la costumbre de celebrar al mismo tiempo el Día de la Epifanía -el 6 de enero- y la festividad de los Reyes Magos, conjugándose así la manifestación de Jesús al mundo no judío con la fiesta de estos personajes que representaban justamente ese mundo de gentiles. Poco a poco, se fue olvidando el significado verdadero de la palabra Epifanía y la convirtió en un sinónimo de adoración de los Magos.
En casi todos los pueblos y ciudades españolas se organizan las conocidas Cabalgatas de Reyes el día 5 de enero al anochecer, durante la cual los personajes suelen ir montados a camellos, caballo o en carrozas tiradas por los más inverosímiles semovientes, vestidos con mantos y coronas a la usanza real occidental y oriental, en lugar de la vestimenta frigia totalmente desconocida.
Celebración en la actualidad
Pero hoy en día todo ha cambiado para aumentar el ansia y necesidad de consumo. En la mayoría de lugares donde desfila la cabalgata, aparte de ir en ella los Reyes Magos, también pasean carrozas de otros temas y distintos personajes en su mayoría subvencionados por las casas comerciales, como pueden ser personajes infantiles y demás.
El siguiente día, el 6 de enero, al ser festivo nacional, los niños disfrutan de sus obsequios dejados por la noche, a los pies del árbol, por los Reyes Magos en su visita a los hogares. El Día de los Reyes Magos se celebra el 6 de enero y marca el final de la temporada navideña en muchos países.
En España y América Latina, es un día especial para los niños, quienes reciben regalos en conmemoración de los obsequios entregados al niño Jesús. También es tradicional compartir la rosca o roscón de Reyes, un pan dulce decorado con frutas cristalizadas que simbolizan la corona de los Reyes Magos.
En España, es tradicional que los regalos de Navidad a los niños los traigan los Reyes Magos la noche del 5 al 6 de enero, compitiendo con la reciente introducción de Papá Noel en las costumbres navideñas debido a la influencia de otras culturas, sobre todo la angloamericana.
La escalada consumista ha conseguido que también reciban regalos los adultos. Es típico desayunar el Roscón de Reyes que en muchos lugares puede comerse la víspera, para merendar o, como postre, en la cena. En España estos roscones suelen contener una figurita, popularmente conocida como 'la sorpresa' y dicen que trae suerte -depende de la creencia de cada cual-.
Sea como fuere, lo único cierto y comprobable de los Reyes Magos es esta fiesta de niños, de regalos y boato, de consumo y diversión, de inocencia y felicidad… El resto lo dejamos para los estudiosos, la leyenda y la historia, porque al fin y al cabo, esta vida no es más que una historia que se escribe cada día.