El restaurante más conocido de Segovia, y de ello dan buena cuenta sus paredes, cierra sus puertas. El Mesón de Cándido cierra, pero tranquilos, lo hace por circunstancias momentáneas y por unos días, ya que ampliará sus instalaciones. Unas obras estimadas en 15 días y que permitirá al legendario restaurante doblar su capacidad, ya que pasará a incorporar el edificio colindante, donde se ubicaba el antiguo restaurante La Criolla.

Es curioso, porque es la segunda vez que Cándido tiene que cerrar. La anterior vez se debió a la maldita pandemia que obligó a bajar la persiana de todos los establecimientos, y en especial los dedicados a la restauración. Curiosamente ni cuando falleció el mesonero mayor Cándido López (verano de 1992) se cerró.

De esta manera, Cándido cierra por obras y así unir sus actuales instalaciones con el edificio que ocupa el número 4 de la calle Teodosio El Grande, antiguo restaurante La Criolla. La fecha de cierre es desde hoy y se extenderá por quince días. Se estima la reapertura para el viernes 26 de enero, según las fuentes del propio restaurante.

Las obras, que se prolongarán hasta la primavera, tienen como objetivo no solo la ampliación sino también la mejora del servicio al cliente y de la calidad del trabajo de todo el equipo de profesionales del Mesón. “Nuestra intención ha sido mantener el aspecto original de las casas, con más de dos siglos a sus espaldas, pero lograr también tener todos los lujos del 2024”, afirman. Entre las mejoras más importantes se incluyen servicios adaptados, así como ascensores y montacargas que harán del restaurante un edificio accesible a todas las personas con movilidad reducida.

Esta reforma contribuye a mantener el entorno protegido del Acueducto segoviano, ya que se ha conservado la estructura original de ambos edificios, cumpliendo la normativa urbanística de la ciudad. Eso sí, los que quieran seguir degustando de su famoso cochinillo, lo pueden seguir haciendo gracias a la venta on line en su página web.

 

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