Cierra una famosa cervecería con más de 30 años de historia: “Ahora podré disfrutar de mi nieta de dos años”
La jubilación ha obligado a Eduardo a cerrar las puertas de un negocio hostelero muy conocido y querido en una capital de provincia de Castilla y León
29 marzo, 2024 09:12Eduardo y María Ángeles llevaban 8 años al frente de la Cervecería Santa Eulalia que se ubica en la capital segoviana. Muy cerca de la iglesia que lleva el mismo nombre. El pasado 30 de diciembre bajaban, por última vez, la persiana de su negocio, adelantando en un año nuestro entrevistado su jubilación.
“Ahora podré disfrutar de mi nieta de dos años. Con el negocio no la he podido prestar la atención que necesitaba. Quiero relajarme y hacer lo que me gusta y me hace feliz, junto a mi familia, sin ningún tipo de cargas laborales”, asegura nuestro entrevistado.
Eduardo sumaba años y años de experiencia en el mundo de la hostelería. Desde los 14. Segoviano de nacimiento sacaba adelante junto a su mujer, su hija Silvia y otra trabajadora en cocina, el local. Desde hace ocho años. También su hijo Sergio les echaba una mano.
Un local que fue una imprenta primero, después un restaurante y, desde hace 35 años, la cervecería que llevaba el mismo nombre y que Eduardo y su familia no quisieron cambiar, en la Calle Plata.
“Me defino como un currante. Toda la vida me la he pasado trabajando. Llevo más de 40 años en el mundo de la hostelería, desde los 14. Como la cervecería funcionaba con ese nombre no quisimos tocarlo y así se quedó”, explica nuestro protagonista.
Un local que contaba con 70 metros cuadrados y con una terraza alejada del ruido y perfecta para disfrutar cuando el buen tiempo acompañaba. Los niños correteaban, sus padres disfrutaban de la cerveza o de un buen vino y el ambiente era inmejorable en el lugar.
“Trabajábamos la carta y menús con un formato diferente a los habituales. Presentábamos cinco primeros y cinco segundos. Los variábamos con frecuencia para que los obreros que venían a comer aquí tuvieran una variedad. También, cada día, ofrecíamos una especialidad”, añade nuestro entrevistado.
Pese a que el negocio funcionaba bien, Eduardo ha decidido echar el cierre a finales del 2023 porque, como él mismo asegura “primaba la calidad de vida por encima de un año más de trabajo”.
“Hay gente interesada en el local, pero, de momento, está vacío. Los vecinos y comercios de alrededor nos confiesan que nos echan de menos. Había un comercio, un colegio, la parroquia… la verdad es que el hueco que dejamos se está notando”, añade Eduardo.
Ahora, tras años de trabajo, duro y con mucho esfuerzo, a nuestro protagonista le toca disfrutar con lo que también le hace feliz, con su familia como principal protagonista.