Puntual y al otro lado de la pantalla, Jesús Ángel Cintora (Soria, 1977) se ha explayado en una entrevista en El Español - Noticias de Castilla y León en la que no ha evadido ninguna pregunta. Mantiene la tranquilidad que le otorgan los más de 26 años de trayectoria en la que un joven, hijo de un ganadero y una ama de casa, fue uno de los presentadores más reconocidos del momento conduciendo 'Las Mañanas de Cuatro' -líder en su franja-. Anteriormente, trabajó en radio, prensa escrita y se convirtió en un periodista asiduo en las tertulias políticas.

Una vez apartado del programa de Cuatro, siguió su periplo por La Sexta, antes de recalar en TVE para presentar 'Las Cosas Claras', un programa en el que duró ocho polémicos meses. Señalado por el coste de cada entrega y su participación en el mismo, fue apartado de los medios tradicionales. Actualmente, se encuentra en la promoción de su último libro 'No quieren que lo sepas' en el que trata temas incómodos para las estructuras del estado.

Le quería retrotraer al joven Jesús Cintora que vivía en el municipio soriano de Ágreda, ¿tenía clara su intención de ser periodista?

Mi infancia consistió en ir muchas horas con mi padre en el camión y ayudar a mi abuelo que era albañil. Era aplicado en la escuela, pero el tiempo libre, más allá de la infancia en el pueblo que no la cambio por 20 parques de atracciones y 50 consolas, era de bastantes horas de camión y mucho trabajo en casa, especialmente en los veranos. Se trabajaba bastante a pesar de las buenas notas. Yo no tenía una vocación de decir "seré periodista". Sí que 'me picó el gusanillo' ya que mi hermano mayor consumía mucha prensa deportiva.

Tuve un maestro de escuela, José Vilda, que, junto con su mujer, doña Encarna, me cambiaron la vida. Yo era muy tímido y hacer teatro me vino estupendo. Este maestro me empezó a enviar algún artículo y un día vino un programa de la radio al colegio en el que me tocó intervenir. Sin embargo, de pequeño decía en casa que quería ser carpintero o veterinario.

Sí, porque hizo camino en la radio antes de llegar a la televisión, ¿cómo lo recuerda?

Soy una persona de la escuela de cadena SER. Mi madre escuchaba a Gabilondo y Joaquín Prat y mi padre Antena 3 de radio en el camión en los años de Antonio Herrero y García aquellas madrugadas. En el piso de estudiantes de Pamplona coincido con Javier Blas, que había hecho prácticas en la SER de Jaca y estaba hablando todo el día de la emisora. Así que llegó la Navidad y solicité prácticas en Soria. Tuve la suerte de que me dejaron hacer muchas cosas porque necesitaban personal para el verano. Posteriormente vinieron a hacerme una prueba para irme a la SER de Madrid y me cogieron. Me dio muchísimo, pero le entregué horarios muy complicados de noche y fin de semana. En saldo, salgo ganando porque aprendí muchísimo con Gabilondo, Carlos Llamas, Paco González, Manolo Lama, etc. Veía el rigor de Iñaki y cómo se divertían en Carrusel.

Jesús Cintora en el estudio de Radio Pamplona SER David Beriain

Su gran presentación ante el público fue al mando de 'Las Mañanas de Cuatro'. Junto a su equipo lograron un 12,8% de cuota de pantalla media. ¿Cómo justificaron su marcha desde la directiva de Mediaset?

Cuando me ofrecieron 'Las Mañanas de Cuatro' me pilló sin haber presentado un programa de televisión en mi vida. Realizaba los programas sin teleprompter. Le aportamos frescura e innovación y creo que le dimos una vuelta con algo más que una tertulia. Le dimos voz a gente que no solía salir en televisión y que conectó mucho con la ciudadanía. Era un programa muy natural. No soporto a la gente impostada.

La marcha fue un mazazo porque el programa iba muy bien y la tendencia era muy positiva. Yo creo que marcó un antes y un después. Había mucha gente muy interesante, variopinta y un programa divertido que si tenía que ser serio era serio y riguroso. Como en otros programas que hemos hecho, todavía estoy esperando a que me digan en qué mentimos. A mí no me han podido llamar a un despacho para decirme "te quitamos por haber mentido"; seguí en la empresa hasta que me llegó la oferta de La Sexta. Hablé con Paolo Vasile, me dio un abrazo muy cariñoso y me fui. De él puedo decir que me dio la oportunidad de mi vida y luego me la quitó. Fue muy duro, pero no le tengo rencor.

En su despedida de Mediaset, la cadena emitió el siguiente comunicado: "Tiene el claro objetivo de informar, que no de formar, a los espectadores a través de un pluralismo con el que dar voz a absolutamente todas las opiniones políticas". ¿Cómo se queda uno ante este demoledor mensaje?

Creo que no merece la pena volver a eso. Era tan poco plural que al programa venían quienes liderarían el PSOE, el PP, Cs, Podemos, IU... Me quedo con la conversación que tuvimos en privado y que no fue precisamente por ahí. Llevo 26 años presentando programas de radio y televisión y he tenido la suerte, poniéndole esfuerzo, de hacerlo en medios de comunicación muy importantes con un seguimiento que creo que está muy bien. Es muy bonito ir por la calle, que te hablen con cariño, que acudan a las presentaciones de tus libros, etc. Me quedo con eso, no voy a ponerme a removerlo.

En 'Las Mañanas de Cuatro' emergió la figura de Pablo Iglesias como personaje público del que se dijo que era muy amigo suyo. ¿Qué aportó a la política?

Lo de muy amigo de Iglesias es el típico bulo que se repite para desprestigiarme. La gente no sabe, por ejemplo, que no he comido con Pablo Iglesias en mi vida y sí tres veces con Pablo Casado cuando todos éramos más jóvenes. Los dos venían al programa. Conocidos son muchos, pero mis amigos son, sobre todo, de mi etapa de la escuela, del instituto, de la universidad y del mundo de la música. En 'Las Mañanas de Cuatro', por cierto, colaboraba Iglesias o Pedro J Ramírez, entre tantos. A mí me ofreció Albert Rivera montar Ciudadanos en Madrid. Siempre he dicho que jamás entraría en política porque soy periodista. Lo único que quiero es que me dejen ejercer como periodista. Mi ideología es el sentido común y creo que hay que defenderlo junto a poner en valor a las buenas personas. He llegado a esa conclusión en la vida. Creo mucho en quienes consiguen las cosas a fuerza de trabajo.

En general, cuando se habla de periodismo y política ojalá primara más la vocación de servicio público que la ambición de 'autoservicio'. Por ejemplo, ahora todo el mundo no se puede permitir lo que está subiendo la luz, la hipoteca, la cesta de la compra, etc. Hay riesgo de que la 'peleíta' electoralista frivolice los problemas que están ocurriendo.

Intelectuales afines al bloque de la izquierda de la talla de Boadella o Savater han criticado duramente al Gobierno y a esta nueva ideología

Son libres de criticar. No sé si son afines al bloque de la izquierda o qué. De Savater me voy a quedar con que leí 'Ética para Amador' hace bastantes años y me gustó mucho. Mi respeto por ese libro que fue importante. Lo de las ideologías da para un amplísimo debate que me encantaría.

Volvió a Televisión Española para presentar 'Las Cosas Claras' bajo la polémica del coste de 43.000 euros por programa. Por ser un servicio público, ¿Se debería tener un mayor control de las contrataciones?

Otro bulo fue publicar que lo que costaba todo el programa era lo que cobraba yo. Falso. Fue en la línea de Las mañanas de Cuatro y cachés de ese tipo, pero hubo un no parar de medios que, sin embargo, con otros programas están muy callados. Por cierto, la fórmula de 'Las Cosas Claras' fue mixta entre RTVE y una productora, igual que con otros programas pero... Con esos, ni m. Y, sobre todo, fue la fórmula con la que se me encargó hacer el programa. No la decidí yo. Y nunca me llamaron para cambiarla. Podían haberlo hecho. Cuando se filtra que puedo hacer un programa en Televisión Española se inició una auténtica cacería.

Previamente llevaba más de 20 años presentando programas, invito a que se mire mi expediente laboral. Ojalá todo el mundo siga este proceso. Tenemos gobernantes que no han dirigido ni la comunidad de vecinos. Era un programa plural donde venían Pedro J Ramírez, Antón Losada o Fernando Ónega entre otros. Lo que interesó a una serie de sectores fue quitarme del medio.

Se despidió en directo de la cadena. ¿Le decepcionó mucha gente?

Sabemos cómo funcionan las cosas en el oficio. Hay gente buena, regular y mala. Estoy súper agradecido de haber presentado un programa en Televisión Española. Soy un chico de pueblo y nieto de un albañil que veía la cadena de pequeño. Eso sí, ocurrieron y se han dicho cosas muy injustas.

Despedida Jesús Cintora de 'Las Cosas Claras'. Video RTVE

Ese día insinuó cómo funcionan las cosas. Estalló el 'Ferrerasgate' y mucha gente dio su testimonio acerca de estas prácticas de determinadas personas. ¿Le sorprenden los tiempos de actuación de la gente?

Según me dijo más de uno del gobierno, el 'Príncipe de las Tinieblas' pidió mi cabeza. Igual que la pidieron otros con sus razones inconfesables. Pero no me quita él. No tiene esa capacidad de decidir. Contra el vicio de pedir cabe la virtud de no dar. Y la mayoría para decidir era y es la que es. Me quedo con que se nos encargó un trabajo y el resultado era bueno, cada vez con mejores audiencias incluso, contando lo que afecta al ciudadano.

En Soria, históricamente, se ha hablado de la resistencia numantina. ¿Cómo ha lidiado con esa presión?

Presión es la que tenía mi abuelo en el andamio, mi padre cuando se quedaba dormido en el camión o mi compañero David Beriain que arriesgaba con enorme vocación por el periodismo y le terminó costando la vida. Yo cuento una parte de lo que me ha pasado porque me preguntan y porque, como periodista, es muy feo.

Ha publicado cuatro libros con Espasa: 'La Hora de la Verdad', 'Conspiraciones: ¿Por qué no gobernó la izquierda?', 'La Conjura: Así se fraguó el primer Gobierno de coalición de la democracia' y 'No quieren que lo sepas'. A pesar de no estar en medios de comunicación tradicionales, el último libro está siendo un éxito

Leo atentamente El Cultural de El Español los viernes y el libro sigue apareciendo entre los más leídos de no ficción. Escribir un libro es comunicar. Habrá quien querrá apartarme de la circulación como periodista, pero no se lo vamos a poner nada fácil. Además, hay un público que está ahí y me pide seguir.

Jesús Cintora en un acto de presentación de su último libro Imagen cedida

¿Teme que le ocurra un caso como el que sufrió el periodista David Jiménez?

En el oficio hay quien lo ejerce de forma digna y hay quien utiliza el poder que tiene para apartar a profesionales. Cada vez hay más medios que dependen del dinero de la Administración Pública o un gran anunciante, esto en principio no debe ser malo si se actúa con transparencia, justicia y equidad. No siempre ocurre y pasamos a hablar de periodismo a 'perrodismo' o 'perroindigno'. Hay una crisis de credibilidad importante.

Con estas medidas, ¿Hacia dónde va España?

No me gusta hacer muchas cábalas. Me gusta ser testigo de mi tiempo con un libro, un programa, etc. Hacer periodismo, si dejan. Y, si no dejan, trabajar para que dejen. Sobre todo, eso sí, hay que vivir la vida con lo bueno, lo malo y lo regular.

Ejerce como escritor tras ser 'apartado' de los medios tradicionales. ¿Se plantea formar un medio de comunicación?

He tenido la suerte de sacarme un título de periodista y aprender en diversos medios. Eso no me lo quitan. La vida es un camino en el que hay de todo. Vemos la transformación en los medios de comunicación y los que quieren tener todo controlado igual lo tienen cada vez más difícil. Además, algunos ya son muy mayores. De una forma u otra, si hay salud, que eso no tiene edad, vamos a hacer periodismo.

 

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