El paseo fatal en barca de patines que engulló a un joven vecino de Tudela
Un día de diversión en la zona recreativa de Playa Pita se tornó en tragedia: su novia, que no sabía nadar, vio impotente cómo se hundía en el agua
28 agosto, 2024 19:13Apenas despuntaba el sol esta mañana sobre el embalse de la Cuerda del Pozo, en Soria, el silencio de la mañana se rompía por el sonido de motores y voces de mando. El Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), desplazado desde Valladolid, desplegaba de lleno el operativo para localizar a un joven de 25 años, residente en Tudela, en Navarra, desaparecido bajo las oscuras aguas del embalse la tarde anterior.
Lo que debía ser un día de diversión en la zona recreativa de Playa Pita se tornó en tragedia cuando el joven, acompañado por su novia en un hidropedal -comúnmente conocido como barca de patines- decidió lanzarse al agua para nadar. Eran cerca de las 18:00 horas, y ambos disfrutaban de un tranquilo paseo en el patín acuático. Sin embargo, lo que siguió fue una escena de angustia: la novia, que no sabe nadar, observó impotente cómo su compañero se hundía en el agua, sin que pudiera hacer nada para salvarlo. El joven, según se supo después, tampoco era un nadador experimentado.
El incidente ocurrió a unos 500 metros del embarcadero de Playa Pita, en un punto donde la profundidad del embalse supera los 10 metros. Con el embalse al 60% de su capacidad, la búsqueda de cualquier rastro del joven se convirtió en un desafío complejo. Al recibir el aviso, la Guardia Civil organizó rápidamente un operativo de búsqueda, movilizando patrullas y solicitando la colaboración de los bomberos de Soria. Una lancha recorrió la zona durante más de dos horas, pero la llegada de la noche obligó a suspender la búsqueda sin éxito.
Durante esas horas cruciales, varias patrullas de Seguridad Ciudadana y del Seprona también revisaron el perímetro del embalse, pero no encontraron señales del desaparecido. Ante la gravedad de la situación, se solicitó la intervención del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), que llegó al lugar alrededor de las 22:30 horas. Sin embargo, la oscuridad y el peligro que representaba una inmersión nocturna obligaron a posponer las labores de búsqueda hasta el amanecer.
La búsqueda bajo el agua
Esta mañana, los cinco miembros del GEAS han comenzado su trabajo. La técnica inicial empleada es una búsqueda en círculos concéntricos, que consiste en fondear una boya y realizar inmersiones en círculos cada vez más amplios desde ese punto. Si este método no da resultados, los buzos emplearán una técnica de cuadrículas, delimitando diferentes zonas del fondo con cabos lastrados para asegurar que ninguna área quede sin inspeccionar.
La Guardia Civil ha señalado que la búsqueda se enfrenta a numerosas dificultades. La principal es la falta de una referencia exacta sobre el punto donde el joven desapareció, lo que complica enormemente las labores de localización en un entorno acuático donde es casi imposible orientarse. Además, las aguas del embalse son extremadamente turbias, limitando la visibilidad a apenas 50 centímetros de profundidad, lo que obliga a los buzos a realizar la búsqueda prácticamente al tacto.
Los familiares, desesperados en la orilla, reciben atención psicológica
Mientras tanto, en la orilla, la novia del joven y otros familiares que llegaron tras el incidente son atendidos por el servicio de psicólogos de la Cruz Roja. La desesperación y la incertidumbre marcan cada minuto que pasa sin noticias. Este tipo de tragedias no son nuevas en el embalse de la Cuerda del Pozo. En agosto de 2017, un joven de 22 años, vecino de Soria y originario de Gambia, desapareció en circunstancias similares tras sumergirse desde un patín acuático. Su cuerpo fue encontrado días después. En 2012, un ciudadano uruguayo residente en Burgos también perdió la vida en este embalse, en otro fatídico incidente relacionado con el uso de un hidropedal.
La repetición de estos hechos trágicos subraya la importancia de la precaución en actividades recreativas acuáticas, especialmente en zonas donde las condiciones pueden cambiar rápidamente y donde la experiencia en el agua puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. A medida que la búsqueda continúa, la comunidad local se mantiene en vilo, esperando que el esfuerzo de los equipos de rescate pueda brindar algún consuelo a la familia del joven desaparecido.