El alcalde de Soria subido al 'papamóvil' en las fiestas de Tardelcuende
La Justicia abre diligencias contra el alcalde de Soria por bendecir con una escobilla de baño subido a un 'papamóvil'
Fue denunciado por Abogados Cristianos por un delito contra los sentimientos religiosos al considerar que el regidor socialista se estaba "mofando" del Papa
5 septiembre, 2024 09:54Noticias relacionadas
La Justicia ha dado la razón a la fundación de Abogados Cristianos tras la denuncia presentada en el Juzgado de Instrucción de Soria contra el alcalde de la ciudad, Carlos Martínez Mínguez, por un delito contra los sentimientos religiosos.
La fundación considera que el regidor se "mofó" del Papa al realizar bendiciones con una escobilla de baño subido a un coche decorado con la bandera del Vaticano, que simulaba ser el papamóvil, durante las fiestas de Tardelcuende.
De este modo, según ha dado a conocer la propia fundación, el Juzgado de Instrucción nº3 de Soria ha abierto diligencias contra el socialista. Asimismo, el juzgado ha requerido a la parte denunciante, Abogados Cristianos, para que en el plazo de 10 días presente la querella para así poder tener la condición de acusación popular.
En caso de que la denuncia o querella sea presentada antes por el Ministerio Fiscal, la acusación podría presentar la querella antes del escrito de defensa del acusado.
Por su parte, Polonia Castellanos, presidenta de Abogados Cristianos, ha celebrado la decisión, afirmando, además, que "iremos hasta el final del procedimiento, porque un alcalde no puede atacar a los cristianos gratuitamente sin consecuencias".
Asimismo, ha aprovechado la ocasión para alertar de que "el Gobierno de Sánchez quiere despenalizar las ofensas a los sentimientos religiosos, pero, tras esta noticia, vemos lo necesario que es conservar la protección de este delito", ha concluido.
Cabe recordar que los hechos ocurrieron el pasado mes de agosto y que estos se conocieron a través de un video difundido en redes sociales, donde su pudo ver cómo Martínez, subido en un sillón colocado sobre el techo de un coche que simulaba al papamóvil, fue cogiendo agua de un cubo y esparciéndola a la gente con la escobilla, como si fuera agua bendita, durante una especie de procesión.
