Diez años de cárcel tras una "broma" sin gracia
La Audiencia de Valladolid ha impuesto un conjunto de condenas que suman diez años de prisión a Víctor A.A.C, apodado 'El Mago', y Julio B.A.V, los dos varones acusados de robar a una compañera de piso en diciembre de 2017 más de 640 euros de una ayuda social para estudios y dejarla atada de pies y manos en la vivienda que el primero de ellos compartía con la víctima.
En su sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press en fuentes jurídicas, la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial considera probada la comisión de un delito de robo con intimidación en casa habitada y uso de arma e impone a cada uno de ellos una pena de cinco años de cárcel junto con la obligación de indemnizar a la víctima, de forma conjunta y solidaria, con 640 euros.
Sin embargo, el Tribunal absuelve a los dos procesados del delito de detención ilegal al entender que la misma fue un medio para conseguir el fin verdaderamente perseguido, que era el del robo.
Fiscalía de Valladolid había solicitado para ambos encausados cinco años por el robo con violencia e intimidación y uso de arma blanca y otros cinco años y tres meses por detención ilegal, así como el pago de una indemnización de 640 euros en favor de la víctima.
Un tercer presunto implicado, Juan Ramón J.B, no llegó a comparecer por encontrarse en paradero desconocido, por lo que el tribunal sentenciador le ha declarado en rebeldía y tiene dictada contra él una orden de búsqueda, detención e ingreso en prisión, situación en la que permanecería hasta la celebración del correspondiente juicio contra su persona por los mismos hechos.
Una venganza de la denunciante
Durante la vista oral celebrada el pasado día 16 de abril, Víctor A.A.C, 'El Mago', un ilusionista chileno que se gana la vida con magia de calle, se acogió a su derecho de no declarar y tan sólo habló al final del juicio para declararse inocente y acusar a su antigua compañera de piso, Irene F.G, de haberle denunciado como una venganza después de que él hiciera lo propio dos meses antes con un amigo y compañero de ésta por amenazarle.
El otro acusado, Julio B.A.V, también negó haber estado en el piso de la joven, cuya ubicación, añadió, ni siquiera conocía, al tiempo que atribuyó su denuncia al mero intento de "perjudicar".
Y es que el encausado aseguró que todo este proceso era fruto de una venganza de la denunciante a raíz de un día en el que Irene y 'El Mago' mantuvieron una discusión de pareja en casa del otro acusado declarado en rebeldía y éste echó a la joven a la calle.
"¿Usted cree que por eso me puedo inventar yo esta historia?", replicó la aludida, Irene F.G, al fiscal al ser interpelada por esta circunstancia. Frente a ello, la joven negó cualquier relación sentimental con 'El Mago' y ratificó la versión dada en su día a la Policía Nacional en febrero de 2018, dos meses después de que ocurrieran los hechos, circunstancia que atribuye la denunciante al temor que sentía ya que sus ladrones y captores la habían amenazado si contaba lo ocurrido.
En su relato, la joven mantuvo que el día de autos, el 17 de diciembre de 2017, se encontraba durmiendo en su cama cuando 'El Mago' comenzó a llamar de forma insistente a su puerta para que saliera. Fue al salir de la habitación cuando la mujer asegura que se encontró en el salón ante los acusados, uno de los cuales, Juan Ramón J.B, el que sigue en paradero desconocido, le colocó un cuchillo jamonero a la altura del cuello y otro, Julio B.A.V, sacó una navaja de forma amenazante.
Atada de pies y manos con cuerdas, según su versión, Irene vio a los acusados entrar y salir en su habitación hasta que lograron robarle la ayuda social para estudios, unos 640 euros. Aunque sostuvo que la dejaron atada en el piso, la joven explicó que logró quitarse las ligaduras de los pies y luego fue ayudada a liberarse del todo por otro antiguo compañero de piso, Carlos Luis R.S.J, que casualmente había acudido a hacerle una visita.
Dicho joven, al igual que otro compañero de piso, Adrián C.Ll, alias 'Chino', que acudió más tarde a la vivienda tras ser avisado por Irene, aseguraron que cuando llegaron encontraron muy nerviosa a la denunciante y fue entonces cuando ella les relató con detalle lo que acababa de ocurrir. El segundo de ellos precisó que cuando llegó todavía estaban las cuerdas en el suelo.
"Una broma"
Entre los distintos testigos, un agente de la Policía Nacional que estuvo con 'El Mago' en dependencias policiales tras su detención por estos hechos explicó que en un momento dado el detenido, de forma espontánea, llegó a reconocer que él y los otros dos acusados habían atado a la víctima pero que se trataba tan sólo de una "broma" que querían gastar a su compañera de piso.
También aseguró en los calabozos que después de los hechos habían pedido disculpas a la víctima y que ésta les había propuesto olvidarse de todo si le daban mil euros.