Mucho más que una victoria en juego
Este sábado, en el Pilar Fernández Valderrama, espera una nueva cita liguera al equipo dirigido por José Antonio de Castro, en este caso, con mucho más que una victoria en juego, ya que los vallisoletanos se enfrentan a un rival directo en la lucha por alcanzar la Final Four, el Extremadura Mideba Calero Suministros, que ocupa la posición inmediatamente inferior, con solo un punto menos.
Por tanto, se prevé una lucha sin cuartel entre dos equipos que aspiran a seguir mirando hacia arriba y que, en el caso de los extremeños, se hace más necesario, al haber cosechado dos derrotas en sus últimos compromisos, ante Bilbao y Gran Canaria, que actualmente ocupa esa cuarta plaza en División de Honor, mientras que el Fundación Grupo Norte llega a este partido tras haberse impuesto, por la mínima, al Amfiv de Vigo.
Ambos tienen mucho que mejorar de cara a este choque, que se presenta fundamental para cumplir con su ambicioso objetivo, más en el caso del Mideba, que cuenta en sus filas con el bloque de la selección inglesa, en el que destacan jugadores como Bates, Phil Pratt o Abdi Jama, uno de los menores “unos” del mundo, y que no se puede permitir más errores.
Tampoco los vallisoletanos deben fallar y, conscientes de ello, esta semana se han preparado con intensidad para afrontar este encuentro, ante un rival peligroso y con jugadores determinantes, con buen lanzamiento bajo canasta y desde el exterior, al que se puede sorprender en el juego interior, ya que en este presentan más debilidades. Es en dicho apartado en el que deben brillar componentes del conjunto morado como Lalo Prieto o Adrián Pérez.
En la primera vuelta, el Mideba Extremadura se llevó el triunfo por 70-65, en un choque muy igualado, que se decidió por pequeños detalles, como probablemente sucederá este sábado. De ahí que sea fundamental mantener la máxima concentración durante los sesenta minutos, saber llevar el ritmo de juego -controlando al argentino Esteche, un buen director de orquesta- y frenando la velocidad de los extremeños, para que sus tiradores no se sientan cómodos.